Capítulo 15: Jasper

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Me estaciono fuera del viejo edifico de Lana mientras me aseguro de haber recogido todo lo necesario para hoy. Tuve que mentir levemente a Lana para sorprenderla con una cena tardía en su departamento.

Me bajo del auto y recojo la bolsa de comida italiana que conseguí en un restaurante elegante y el ramo de rosas que traje para Lana. Las rosas son sus favoritas, específicamente las rosas amarillas. Solo quiero ver la expresión en su rostro cuando me vea en su puerta, verdaderamente la he extrañado. Solo deseo estar junto a ella lo más pronto posible.

Probablemente si Lana se diera cuenta de la intensidad con la que la quiero se asustaría, así que trato de controlarme y llevar las cosas a su ritmo. Yo la esperaría por siempre, siempre y cuando me deje estar a su lado.

Con las cosas en mis manos, me dirijo hacia el edificio cuando noto casi inmediatamente como la puerta luce algo extraña. Y cuando voy a girar el pomo de la puerta, este cae hecho pedazos. Con el corazón acelerado, corro rápidamente hacia el departamento de Lana, esperando que este a salvo. Miles de escenarios pasan por mi mente, cada uno peor que el otro, pero cuando finamente llego a su departamento, la realidad es aún más devastadora.

Dándome cuenta de que aun sostengo la bolsa de comida junto a las rosas, las desecho en el suelo y me abro paso en el departamento.

La puerta está abierta de par en par y enseguida puedo ver que todo está hecho un desastre.

— ¡Lana! – grito mientras recorro el departamento. Reviso la cocina, el baño y su habitación, pero no hay rastro de Lana.

Su sillón está volcado y sus fotos destruidas en el piso, incluso el televisor esta hecho pedazos. La llamo a su celular esperando que se encuentre segura en otro lugar, pero solo me responde el buzón de voz.

Mi corazón late rápidamente y tengo el impulso de golpear algo. Todo está destruido. Rápidamente tomo mi celular y llamo a Ian, por suerte contesta de inmediato.

— Hermano, me leíste la mente, justo de te iba a llamar...

— Ian se llevaron a Lana.

— ¿Qué? – Prácticamente grita.

— Necesito a el equipo en esto ahora, tengo que encontrarla.

— Juntémonos en lo de John, envíale la dirección de Lana, yo arreglo todo con él.

— No puedo perderla Ian, la necesito – le digo con el corazón apretado mientras veo todo el desastre.

— Hermano, ahora no puedes encerrarte en el dolor, no te preocupes, vamos a encontrarla y a quien sea el cabrón que se la llevo.

— Tienes razón, me estoy moviendo – le digo antes de cortar y enviarle un simple texto con la dirección de Lana a John.

Ian tenía razón, no podía caerme ahora, tenía que concentrarme en Lana, ella me necesitaba.

Me dirigí más rápido de lo legalmente posible por la carretera a casa de John, sabía que haría el trabajo rápido y cuando llegara a su lugar ya tendría las grabaciones de las cintas de seguridad de 100 kilómetros a la redonda de la casa de Lana.

Mi corazón latía rápidamente mientras apretaba el acelerador. Había tenido una sensación extraña viniendo de Lana los últimos días, solo había esperado que se debiera a que estaba nerviosa por nuestra creciente relación ya que no había hecho esto antes, pero esto era mucho peor. El rojo se filtraba en mi visión mientras pensaba en un millón de cosas diferentes que le pudieran haber ocurrido, averiguaría que había pasado y quien había sacado a Lana de su lugar y lo mataría.

Nadie tenía el derecho de poner un maldito dedo en su delicada piel, ni tocar un cabello de su cabeza. Si algo le había pasado cuando la encontrara... no sabía ni me interesaba de lo que fuera capaz de hacer.

Apenas unos minutos después divisé el camino de entrada a la cabaña de John, no vivía muy lejos de mi lugar, así que podría rápidamente ir allí a buscar todo lo que fuese necesario para ir en búsqueda de Lana. Me estaba bajando del auto cuando comienza a sonar mi celular, cuando miro me doy cuenta de que es mi padre.

— Hijo, tu hermana está organizando...

— Necesito tu ayuda papá – lo interrumpo mientras camino hasta la puerta y la golpeé esperando que John abra – alguien se llevó a Lana.

— ¿Dónde estás? Voy enseguida – escucho por el teléfono como se levanta y luego el golpe de una puerta

— Estoy en lo de John, te voy a enviar toda la información – le digo entrando en la casa de John mientras me hace una señal con la cabeza para que entre.

— Está bien, enseguida pondré una brigada de búsqueda.

— Papá, sabes que si algo le ocurrió no responderé ante lo que ocurra.... – hay un breve silencio al otro lado del celular.

— Haz lo que tengas que hacer, siempre te cubriré – me dice antes de cortar.

Sigo a John a un cuarto al final del pasillo y él ya tiene abierto los videos de seguridad en las diferentes pantallas que llenan la habitación.

Junto con John, Ian y Cristopher estuvimos juntos durante seis largos años en la milicia, tuvimos altos y bajos, pero siempre estuvimos ahí unos para los otros. Confió en ellos con mi vida y también confió en ellos la vida de Lana, sé que ellos me ayudaran a encontrarla. Y más allá de confiar en estos hombres tanto como en mi propia familia, tambien sé que tengo uno de los mejores equipos.

Cada uno de ellos tiene una amplia formación militar, sin embargo, cada uno tiene una especialidad en particular. John es una mierda loca con los computadores, no puedo imaginar llegar a hacer ni un diez por cierto de lo que él hace. Ian es uno de los mejores en lucha cuerpo a cuerpo y Cristopher es de los mejores francotiradores del país.

— No te va a gustar la mierda que encontré – dice John

— Dime – prácticamente gruño mientras me acerco a las pantallas

— Te voy a mostrar, pero no rompas mis mierdas – dice mientras empieza a reproducir un video de las cámaras de seguridad frente al edificio de Lana, que apuntar a la entrada.

El video muestra la deteriorada entrada del edificio de Lana y como de repente se llegan tres vehículos y se estacionan en el lugar. Veo como desde un Mercedes rojo se baja un hombre con traje y tras él, lo que parecen ser dos gorilas. Siento como se aprieta mi mandíbula mientras veo lo que sucede después.

Dos hombres se bajan de uno de los otros vehículos y arrastran a un hombre que parece muy golpeado a la entrada del edificio. Que. Mierda.

John adelanta varios minutos y luego rojo se filtra en visión. Uno de los matones lleva en sus brazos a Lana y ella parece inconsciente mientras la suben a ella y al hombre de antes al Mercedes.

— ¿Lograste rastrearlo?

— Los seguí hasta un galpón a las afueras de la ciudad, no creo que piensen que los podían seguir, los idiotas fueron directamente al lugar.

— Bien, llama a Cristopher voy a necesitarlo.

Amor en Apuros | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora