Campeones

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Las siguientes semanas Aurora descubrió tener cierto interés por los hechizos imperdonables ya qué a moody le pareció divertido probarlos en una clase con ellos la maldición imperius y se había notado bastante interesado en la rubia qué parecía no...

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Las siguientes semanas Aurora descubrió tener cierto interés por los hechizos imperdonables ya qué a moody le pareció divertido probarlos en una clase con ellos la maldición imperius y se había notado bastante interesado en la rubia qué parecía no afectarle.

-estuvo interesante la clase después de todo-hable.
 
-A mi no me hace gracia -siguió Draco pasando un brazo por mis hombros.

-Ni a mi, creo que me habia acostumbrado a las buenas clases del profesor Lupin— escupió blaise
 
-Yo digo que seria interesante que el profesor Snape diera esa clase -comento el rubio.
 
Cuando llegaron al vestíbulo, no pudieron pasar debido a la multitud de estudiantes que estaban arremolinados al pie de la escalinata de mármol, alrededor de un gran letrero.
 
-¿Saben que pasa? -preguntó.
 
-Si, escuche a Nott, es sobre la llegada de los de Beauxbatons y Durmstrang.
 
-No me gusta la idea de compartir el castillo con gente de otros lugares.
 
Aurora puso los ojos en blanco y se abrio paso para poder entrar al Gran Comedor.

El cartel del vestíbulo causó un gran revuelo entre los habitantes delcastillo. Durante la semana siguiente, y fuera donde fuer, no había más que un tema de conversación: el Torneo de los tres magos. Aurora estaba realmente cansada de escuchar siempre lo mismo, por lo que pasaba gran parte del tiempo en la biblioteca.
 
Snape se habia pasado una tarde por la sala comun de Slytherin para avisarles que no se comportaran de forma estupida frente a los Beauxbatons y Durmstrang si no querían terminar castigados.
 
Cuando bajaron a desayunar la mañana del 30 de octubre, descubrieron que durante la noche habían engalanado el Gran Comedor. De los muros colgaban unos enormes estandartes de seda que representaban las diferentes casas de Hogwarts: rojos con un león dorado los de Gryffindor, azules con un águila de color bronce los de Ravenclaw, amarillos con un tejón negro los de Hufflepuff, y verdes con una serpiente plateada los de Slytherin. Detrás de la mesa de los profesores, un estandarte más grande que los demás mostraba el escudo de Hogwarts: el león, el águila, el tejón y la serpiente se unían en torno a una enorme hache.

busco la mira de su mejor amigo hufflepuff para hacerle entender que se verían esta noche en la torre de astronómia, yo estaba especialmente preocupada por que cedric quería participar en ese estúpido torneo, más al saber que era por una chica estúpida de revenclaw.

El hufflepuff al sentir la mirada pesada de cierta rubia no tuvo opción más que asentir con la cabeza de o sabe bien que no quería, quedar como un amable hufflepuff pero sabía los riesgo que correrían.

-Escuche por ahi que las chicas de Beauxbatons son muy lindas -dijo theo mientras desayunaban mirando a su mejor amiga para ver su reacción
 
La rubia se sintió incomoda y prefirió llevarse la cuchara a la boca para evitar hablar.
 
-Pues yo creo que aqui hay chicas más lindas -dijo Draco mirando disimuladamente a aurora.
 
Aquel día había en el ambiente una agradable impaciencia. Nadie estuvo muy atento a las clases, porque estaban mucho más interesados en la llegada aquella noche de la gente de Beauxbatons y Durmstrang.
 
Los jefes de las casas colocaban a sus alumnos en filas.
 
Bajaron en fila por la escalinata de la entrada y se alinearon delante del
castillo. Era una noche fría y clara. Oscurecía, y una luna pálida brillaba ya sobre el bosque prohibido.
 
-Profesor Snape -lo llamo Aurora colocándose al lado del hombre- ¿Puedo hacerle una pregunta?
 
-La escucho señorita Greengrass.

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