Luz y Amity: Maternidad y paternidad

02_ Familia Park

En la casa de los Park.

Luz llevaba a su pequeña hija en una cangurera mientras escuchaba las indicaciones que le daba su otra hija.

- Y luego tienes que pasarlo al biberon con mucho cuidado para que no te quemes.- explicó Azura leyendo el libro de recetas.

- ¿Solo eso?

Pregunto Hunter con su hija en brazos y Azura asintió.

- Oh, suena fácil, solo tenemos que hervir un poco de agua, combinarlo con la leche y vaciarlo al biberon.- comentó Luz.

- Si, creo que podemos con esto.- sonrió Hunter poniendo a su hija en el pequeño corral que contruyo.- Azura, por favor, cuídala un rato.

- Okey, tío.- acepto la morena viendo como su mamá ponía también a su hermanita en el corral.

Luz y Hunter se fueron a la cocina para preparar la leche mientras Azura jugaba con las pequeñas.

- ¿Y como vas con la paternidad?

Preguntó Luz poniendo en un olla agua del grifo.

- Uh-Eh... Bien.- sonrió de manera forzada.

La morena lo miró con recelo mientras cerraba el grifo y ponía la olla en una hornilla.

- ¿En serio?- la castaña levantó una ceja.

Hunter suspiro.

- Ugh, bien... Puede que estoy un poco... asustado, esto de ser padre es nuevo para mi y... tengo miedo de no ser el padre que quiero para mi pequeña.

Emma Park, de un año y medio de edad, vino a sus vidas a traer alegría y felicidad, pues cuando nació Hunter lloro de la emoción y juro que la protegería con su vida.

- Es normal sentir miedo, yo tuve miedo cuando nació Azura, pero mírame ahora, me he vuelto una madre ejemplar.- sonrió orgullosa.

A Hunter se le resbaló una gota de sudor por la frente al recordar todas las travesuras y problemas en el que se metían Luz y Azura. 

Hasta una vez casi queman su casa por culpa de Luz, al parecer su hermana, tan imprudente como siempre, estaba experimentando con algunos glifos para crear algo nuevo y Azura la ayudo, lo cual terminó con la casa quemada a causa de una mala combinación de glifos.

Ese día Amity y su familia fueron a la Mansión Blight para quedarse temporalmente mientras buscaban otro lugar para vivir, obvio Luz en todo ese tiempo durmió en el sofá y Azura logró terminar un cuaderno completo con la frase de "no debo hacerle caso ni seguir a mi mamá en sus travesuras".

- Si, claro.- bufo el rubio.

- ¡Mamá, esta pasando Barbie y el castillo encantado por la esfera de cristal!

Gritó Azura desde la sala y tanto Luz como Hunter se fueron corriendo a ver su película favorita, olvidándose completo de la cocina.

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- Ugh, estoy agotada.

Murmurro Amity estirando los brazos y escuchando uno que otro crujido de sus huesos.

Willow río débilmente.

- Gracias por ayudarme, no hubiera acabado de construir todas esas naves sin ti.- sonrió la pelilila.

- No hay de que, además somos familia.

Amity sonrió con agradecimiento.

- ¿Y que tal con tu familia?- se atrevió a preguntar, ya que noto que su amiga tenía algunas ojeras.

La chica de lentes soltó un largo suspiro.

- Más o menos, Hunter aveces llega a ser muy destructivo y torpe, y Emma aveces se levanta llorando por las noches, aunque no lo cambiaría por nada.- sonrió con calidez.- ¿Y que hay de ti?

- Bien, solo que Luz y Azura pueden ser un dolor de cabeza, ayer Azura llego de la escuela con una criatura que votaba fuego y Luz llegó con una... ¿serpiente? No lo sé, pero el punto es que esa cosa se comió todos los muebles que teníamos en la sala.- suspiro pesadamente.- Solo espero que esta vez no hayan hecho nada.

- Tranquila, amiga, Hunter esta con ellas, no creo que haya pasado al...

Sus palabras murieron en su boca al ver que su casa estaba llamas mientras unos nerviosos Luz y Hunter miraban como Raine y Eda trataban de apagar el fuego mientras sus hijas jugaban a las cartas al lado de ellos.

- ¿Que decías?- hablo Amity en un tono cansado.

- ¡Mira mamá y tío Hunter, la tía Willow y mami están aquí!- grito Azura señalando a las dos brujas.

Vieron como Luz y Hunter tensaron sus hombros.

- Fue un gusto ser sus hijas.- les sonrió Azura alzando un pulgar y tanto Mary como Emma asintieron.

Y así, Luz y Hunter tendrán una larga charla con sus esposas.

Continuará...