Chaesoo "Flower" ⚠️+18⚠️

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Luego de arduas horas de trabajo, había terminado de filmar mi MV de "Flower".
No podía negar que fue demasiado agotador, no obstante, estaba feliz con los resultados, pues hacía mucho tiempo que estaba esperando por este momento. Mi gran momento de poder debutar como solista se había hecho realidad y estaba muy ansiosa por contarle a las chicas cómo me fue en la grabación.
     Dispuesta a ir directamente a la casa, me metí al camerino y me sorprendí al ver a Rosé sentada en el sofá, esperándome. Me alegraba mucho de verla, pero me era extraño, pues hasta donde tenía entendido, estaba cumpliendo su agenda fuera de Corea.
     Sin embargo, decidí no tomarle importancia y sí, a la rubia que se veía preciosa con un mini vestido negro que resaltaba sus piernas. Mordí mi labio entrando completamente y pude sentir a Rosé lanzarse a mis brazos. La sostuve como pude cerrando la puerta. Estaba a punto de hablar cuando se apoderó de mi boca apasionadamente. Le seguí el beso con la misma intensidad, sólo en aquel simple acto podía sentir la excitación emanar de la rubia mientras metía su lengua a mi boca sin pudor. Jadeé en nuestros labios por la repentina humedad que invadía mi boca y lamí su lengua como respuesta. Me enloquecía cuando me besaba de esa manera.
     Rosé se separó suavemente siendo unidas apenas por un hilo de saliva y sonrió relamiendo sus labios. Copié su acción agitada y sonrojada.
     —He estado deseando esto desde que vi los primeros cortes del mv— susurró Rosé—, eres simplemente irresistible.
     Sonreí, sonreí ladina ante las notables insinuaciones de Rosé.
    —Y, ¿qué es lo que deseas hacerme, mi dulce Rosie?— Respondí "inocente" mientras le miraba paciente.
  Rosé nunca había tomado la iniciativa de ser activa, así que no me preocupaba por lo que respondería.
     No obstante, sin esperármelo, mordió mi labio inferior jalandolo un poco y al soltarlo respondió—: Quiero follarte contra la pared del camerino. Quiero sentir tu cuerpo desnudo presionado contra el mío mientras te follo sin piedad— Susurró contra mis labios.
     Jadeé de sorpresa y de excitación ante sus palabras. Debía admitir que nunca me hubiese imaginado que mi inocente y pasiva Rosie podría ser así de atrevida, sin embargo, debo admitir que me encantó.
De un momento a otro, tomó mi mano y me empujó contra la pared, besándome, esta vez con brutalidad. Me aferré a ella y ahogué el gemido en mi garganta siguiendo el beso mientras sentía la excitación extenderse por mi cuerpo. No sabía lo que sucedía, ni quién era esta Rosie que me tenía aprisionada contra la pared. De lo único que tenía certeza, era de que estábamos a punto de sumergirnos en una sesión lujuriosa de sexo salvaje, sin preocuparnos de nada más, mas que nosotras y el placer que nos daríamos.
Rosé se deshizo rápidamente de mi vestido y mi ropa interior sin darme tiempo a reaccionar dejándome completamente desnuda. Gemía ansiosa por tocar a Rosé de la misma manera, sin embargo, ella no me lo permitía. Al parecer tenía otros planes de por medio que no tardaría en cumplir.
Sin más, me dio la vuelta y me empujó de nuevo contra la pared, obligándome a apoyar las manos en el espejo del maquillaje para sostenerme de alguna manera. Mordí mi labio y miré con el rabillo del ojo cómo Rosé se desnudaba también, revelando su cuerpo perfecto.
Debía admitir que me intimidaba verla reaccionar de esa manera y tomar las riendas, pero mi excitación era mayor que casi podía sentir mis fluidos comenzar a escurrir por mis muslos. Era una nueva sensación que ambas estábamos experimentando y que al parecer nos encantaba esta nueva experiencia que compartíamos.
Rosé suspiró, deslizando sus dedos en mi húmeda abertura y agregó en un susurro ronco en mis labios—: Mírame en el espejo, mi amor. Quiero ver tu lindo rostro mientras te follo.
No resistí cuando Rosé introdujo sus dedos en mí, mirándola fijamente a través del espejo. Grité al sentir el primer dedo, luego dos, preparándome para lo que vendría. Me sorprendió la intensidad del placer y la presión dentro de mí, haciéndome gritar.
Ella comenzó a penetrarme con bruscas y profundas embestidas, sujetando con fuerza mis caderas para guiar el ritmo. Me aferré al borde del tocador, mi visión nublada por las lágrimas de placer que se deslizaban por mis mejillas.
Con cada embestida de sus largos dedos, Rosé acariciaba y pellizcaba mis pezones, enviando oleadas de placer irradiando desde mi núcleo. Pronto, el clímax se acumuló dentro de mí, haciéndome temblar con la liberación.
—Córrete, Chichu— gimió Rosé, alcanzando el orgasmo poco después.
Exhaustas y satisfechas, nos fundimos en un abrazo, nuestros cuerpos aún unidos. Habíamos dado rienda suelta a nuestra pasión, y no nos arrepentíamos ni un solo instante.
Rosé acarició mi espalda, haciéndome estremecer.
—Eso fue simplemente increíble, mi amor— susurró.
Sonreí en respuesta —Lo fue. Nunca pensé que podría sentir tanto placer.
Ella besó dulcemente mi hombro.
—Aun no has sentido todo el placer que puedo darte, mi querida Jisoo. Tenemos toda la noche por delante.
Jadeé ante las posibilidades. Estaba segura de que Rosé me haría experimentar placeres que nunca había conocido. Y me encantaba la idea.
Rosé me guió al sofá del camerino y me hizo sentar.
—Quédate ahí. Voy a traer algunos juguetes que harán que grites.
Obedecí, inquietantemente ansiosa por ver qué tenía en mente Rosé. Mi corazón latía con anticipación. Ella regresó poco después con una caja negra que reconocí de inmediato como una caja de juguetes. Rosé sacó un vibrador rosa brillante, un par de esposas de cuero y una botella de lubricante.
Jadeé, mis mejillas ardiendo de vergüenza y excitación. Nunca me había sentido tan obscena y deseada al mismo tiempo.
Rosé se inclinó y susurró al oído—: Esta noche vamos a explorar tus límites y descubrir qué te seduce. No habrá límites entre nosotras. ¿Estás preparada para conocer placeres más salvajes de los que nunca has soñado?
Tragué saliva con dificultad, mi corazón latiendo desbocado. Sabía que estaba a punto de sumergirme en las profundidades más oscuras del placer, de la mano de Rosé. Y no podía esperar para comenzar.
Rosé comenzó a explorar delicadamente mi cuerpo con los juguetes, enviando olas de placer por todo mi cuerpo. Gemí y me arqueé, encantada con las sensaciones.
Ella hizo descender el vibrador por mi abdomen y hacia mi centro, haciéndome temblar cuando lo deslizó dentro de mí. Lo controló con habilidad, haciendo que me retorciera de placer.
—Rosé, por favor, más rápido— jadeé.
Sonrió antes de obedecer, aumentando la velocidad del vibrador dentro de mí.
Grité, sintiendo mi clímax acumularse rápidamente. Rosé besó mis labios, absorbiendo el sonido mientras me hacía estallar en mil pedazos.
Me estremecí, sacudiéndome en las manos de Rosé mientras las oleadas de placer me invadían. Nunca había experimentado tal intensidad de orgasmo. Rosé retiró el vibrador, mirando con satisfacción cómo todavía me estremecía después del clímax.
—Eres magnífica, mi amor. ¿Estás preparada para más?
Asentí sin aliento, incapazde decir una sola palabra. Sabía que estaba a punto de experimentar más placer, y estaba ansiosa de descubrir qué más tenía en mente Rosé.

One Shots Multiship PinksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora