Fuge, Curre et Vivere - SaneGiyuu

{03}

"En la muerte que no da preaviso
y que se lleva a los seres amados de forma trágica,
el dolor es más agudo y traumático,
porque llega de una manera repentina,
inesperada y prematura,
que no da tiempo a decir adiós".

Capitulo 3

La cueva

— ¿Qué paso luego de que fueran a buscar a sus dos amigos? — Preguntó el detective apuntando en una libreta lo relatado por el muchacho. 

— Salimos del cuarto cuando terminamos de limpiar y empezamos a buscar por los alrededores. No nos separamos, no nos íbamos a arriesgar a perder a alguien más. Si se preocupa por su nieto, no tiene por qué, se quedó junto a Makomo en la habitación del hotel por si los tortolos regresaban. — 

— ¿A qué hora salieron aproximadamente? — Preguntó el oficial. El menor lo miró con una ceja enarcada. 

— ¿Qué voy a saber? Estaba oscuro, probablemente era de madrugada. No nos fijamos en la hora. — 

El oficial estaba apunto de refutar, sin embargo el detective pateó suavemente el pie de Murata sin intención de lastimarlo, pero era necesario que guardara silencio si querían saber más de lo que contaba el único testigo que tienen en estos momentos. 

— Bueno, como decía... — 

◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈

Estábamos dando vueltas sin rumbo alguno. La mayoría de las tiendas se encontraban cerradas y esos dos tampoco estaban en las pocas tiendas abiertas. 

El cansancio era muy notable junto a las ganas de irse al hotel y dejar a su suerte a esos dos idiotas. Pero al final seguimos buscando, tampoco éramos tan mierda como para abandonar a nuestros amigos. 

— Ahora si me estoy preocupando más. — Murmuró Rengoku. No estaba sonriendo como siempre hace, eso ya era una mala señal. 

— ¿Y si están en la playa? — 

— No lo se, Tanjiro-Kun. Ya revisamos ahí — Respondió Shinobu. 

— ¿Qué tal si están más adentro de la isla?, donde solo habían palmeras y esas cosas — 

— Podría ser, Zenitsu. Pero, ¿Qué estarían haciendo haya? No tiene sentido. — Respondí. 

— ¡No lo sé! ¡Solo estoy dando ideas! ¡Quiero irme al hotel ya! — 

— ¡Que llorón eres Monitsu! —

— ¡No soy llorón! —

— Te juro que alguien no los calla, los callo yo a golpes — 

— Sanemi, no —

— Es que ya no soporto sus lloriqueos, Yuu. Esta quejándose y peleando desde que salimos del hotel — 

— Chicos, todos cálmense. Hagamos lo que dijo el niño de amarillo y vamos a buscar ahí, que tal si se perdieron como siempre hacen. — 

— Himejima-San tiene razón. No hay por que pelear, tenemos que guardar la calma, solo hagamos lo que el enano amarillo dijo. — 

— ¿Por qué nunca recuerdan mi nombre? — Murmuró el chico de hebras amarillas. 

— Entonces... ¿Iremos para allá? — Pregunta Muichiro con desgane. 

— ¡Si! ¿¡Qué podría salir mal?! — Exclamó Uzui. 

— ¡¿Qué no han visto películas de terror?! ¡Siempre que dicen esa frase "¿Que podría salir mal?" todo sale mal! —