Cap. 3

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Narra Chishiya:

Hikaru había crecido bastante, ya era muchísimo más alto que yo, algo que estaba causando que la quimica de mi cerebro dejara de funcionar, lo recordaba de otra manera, había cambiado mucho y no esperaba que el en serio me hubiera olvidado, yo nunca lo olvide a el, en realidad nunca lo había dejado de ver, nunca habia dejado de cuidarlo aunque fuera desde lejos, no hasta hacía un año.

Desde siempre lo había visto a lo lejos, como sus padres le sonreían y lo trataban bien siendo el la luz de sus ojos hasta que alguien decía la palabra autismo haciéndolos enloquecer hasta el punto en que lo ponían a él en crisis, habían tratado de hacer hasta lo imposible por hacerlo "normal", me solía sentir mal por el cuando eramos niños y veía que nadie parecía entenderlo o si quiera intentarlo, ni siquiera el mismo y como es que todo lo desesperaba tanto.

Quería ayudarlo, quería que no se sintiera tan fuera de lugar como yo lo hacía, quería por una vez en mi vida hacer algo bueno por alguien, sentía que el se lo merecia, lo había visto jugar con niños cuando estaba de buen humor, como los consolaba e incluso ayudaba a explicarles cosas cuando no entendían que les pasaba, el era simplemente demasiado para todos.

Esa vez que me acerque a él y terminé leyendo le, supe que ese fue el momento de mi perdición me di cuenta que solo con que me mirara a los ojos yo haria lo que sea que el me pidiera, todo para que me siguiera viendo, todo para que siguiera a mi lado sonriendome sin ignorarme, pensar mal o hartarse de mi como todos los demas, aunque el no lo supiera o no lo notará sus ojos son expresivos de sobremanera y yo los adoraba, siempre me impresionaba al ver una emoción nueva en ellos y como es que puede tener tantas al mismo tiempo, amaba analizarlos mientras el no se daba cuenta, tenía ventaja de que el no notará que siempre lo vi y trate de manera diferente a todos los demás.

Me hubiera gustado que se diera cuenta, quizá así el se hubiera vuelto la primera persona por la que realmente sentí algo por la que en realidad me hubiera quedado a su lado sin importar que pero en ese momento no había tenido el valor para decírselo en la cara y no lo culparia si ahora me odiara.

Toda mi vida la pase en el hospital, usualmente mi padre no tenia ni la minima idea de que hacia desde que llegaba de la escuela hasta que regresebamos a casa, no se como se entero del tiempo que pasaba con Aru, probablemente por un doctor chismoso se lo dijo, no me preocupe al inicio creyendo que como todo lo demas que tenia que ver conmigo no le iba a interesar en lo mas minimo pero me quivoque.

_¡Ese es solo una distracción en tu camino, en este momento deberias de estarte concentrando en volverte cirujano, estudiando para entrar a esa universidad, no te va a servir de nada desperdiciar el tiempo que podrias pasar estudiando solo explicandole cosas a ese idiota, de seguro ni le interesa y solo quiere sacar provecho de ti!, ¿Porque alguien seria tu amigo?_ me grito durante horas razones por las cuales debia de alejarme de el de inmediato, mas bien de porque me iba a obligar a no volverle a hablar.

Si mi padre decidia no dejar que Hikaru siguiera siendo atendido en el hospital tebia el poder para hacerlo, asi que decidi alejarme por el lado facil, por el lado que no le iba a hacer la vida imposible a la unica persona que e llegado a querer, no le iba a hacer eso solo por un capricho mio y sabia de sobra que el no lo entenderia, si hubiera intentado explicarselo me hubiera roto yo el corazon con su honestidad de siempre, ya tenia muy muerto el corazon como para hacerme eso y el ya tenia muchos problemas como para que fuera yo a darle los mios.

Me fui de su vida creyendo que eso seria lo mas facil y menos doloroso para los dos, en ese momento estaba seguro de que queria que me olvidara pero ahora que se que lo hizo me arrepiengo de muchas cosas, en realidad nunca me aleje, lo seguia viendo pasasearse por los pasillos del hospital, como tomo valor para preguntarle a todos los cirujanos sobre los temas que yo le habia metido interes, vi como el comenzaba a llevar sus propios libros e intento entrar como interno, lo aceptaron pero el dia que debio aparecer nunca lo hizo.

Sus padres armaron un lio en el hospital creyeendo que alguien le habia hecho algo a su hijo o algo por el estilo, en un momento tuve la esperanza de que hubiera podido salir de su casa e irse solo simplemente porque decidio de ser feliz en liugar de estar atado a la vida de doctor, una vida a la que yo lo ate sin darme cuenta, queria que eso hubiera sido lo que paso de su vida, en este momento me aterraba la idea de que todo este tiempo hubiera estado aqui a pesar de que eso no lucia mucho como un problema para el.

Aun así estaba dudando de cada cosa que me decía, podía ver que estaba en un conflicto interno y yo era la razón, se quedó callado mucho tiempo lo que hizo que me preocupara que se perdiera en sus propios pensamientos y entrará en crisis, si lo hacia no sabría si como solía calmarlo aún funcionaban.

_¿Estas bien Aru?_ le pregunte mientras tomaba su mano más por impulso que otra cosa a pesar de que deseaba volver a poder tener su tacto, las de el siempre tenían una temperatura agradable a diferencia de las mías, el miró nuestras manos abriendo más los ojos hay me di cuenta de mi error por haberlo tocado sin permiso, me aleje de inmediato dándole su espacio para respirar pero eso no pareció ser lo que quería.

_Este lugar es un país, lo llamamos Bonderland, yo ta te conté mucho de lo que se sobre el, te devolví el favor, tu me dejaste un día de la nada así que tengo derecho a hacer lo mismo_ pensó muchos sus palabras antes de hablar, comenzó a caminar para irse, sabía que así funcionaba su sentido de justicia y la verdad es que me lo merecía.

Antes de que desapareciera de mi vista le dije que se había vuelto doctor, volteo confundido hacia mi tal y como cuando dije su apodo en el casino, significaba existir, rebusque en mis bolsillos y saque mi credencial del hospital extendiéndosela, la tomó con curiosidad, me había saltado los dos últimos años de preparatoria pudiendo graduarme antes que el.

_Te veía de lejos pero quería tanto tener un propósito que te deje, no volverá a pasar, aquí no tengo nada más que perder que a ti y se que hacerlo en serio me dolería como nada lo ha hecho_ le confesé tratando de que entendiera como había pensando en ese momento, apelando al hecho de que el igual se obsesionaba tanto con las cosas que lo demás le dejaba de importar.

Se paso las manos por la cara frustrado, se paro derecho frente a mi y me apunto con el dedo, afirmó que lo necesitaba para sobrevivir aquí, que el sabía perfectamente como hacerlo y quitarme de su camino sin problemas, no era una mentira, lo sabía perfectamente, dijo que se quedaría a mi lado, ayudándome, siempre y cuando volviéramos a ser los que eramos a los 16, eso me hizo esbozar una sonrisa sincera algo que Hikaru también hizo.

Era impresionante como su expresión sería y fría de cuando estaba haciendo masking podía convertirse tan rápido en su sonrisa boba que podía ver hacer durante horas sin casarme, hacia que su cara entera se iluminará de una manera muy peculiar, ante mis ojos lo hacía volver a verse como un niño pero algo en el había cambiado, algo que por más que intentara analizar no conseguía entender, algo aquí lo había cambiado.

Solía hablar emocionado sobre la medicina pero su emoción al hablar sobre los juegos era diferente, lo hacia porque entendía los juegos de una manera que yo no podía pero había algo mas detrás de eso, algo que no me quería decir textualmente, se mordía el interior de la mejilla para callarse, como le brillaban los ojos con solo pensar en este lugar, alguna vez espere ser el único capaz de verlos de esa manera pero me lo había perdido, alguna vez espere ser la única razón por la que eso pasara pero no lo era, ahora envidiaba lo que el vivía en este lugar, esa emoción en el yo la quería, el me ayudaría en eso sin duda.

La gran parte de la noche se la paso explicándome cosas que el consideraba importantes, la mayoría lo eran o por lo menos eran datos que ayudarían a mantenerme con vida, advertencias y lo crucial que era hacer alianzas, para mi solo lo necesitaba a él aunque se le salio decir que el tenia varias más, personas que igual llevaban mucho más tiempo aquí, igual me explico de como funcionaban las cartas.

El creía que debíamos jugar algo seguido para saber cual era mi especialidad, creí que afirmaría que la suya eran los diamantes pero negó, dijo que esos estaban en mis ojos pero su habilidad estaba en los corazones.

¿Les esta gustando la historia?

Los diamantes de tus ojos (Chishiya X Male reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora