14. Perdido

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Al despertar, un nuevo techo desconocido se asomaba a la vista, afortunadamente no era un hospital ni mucho menos una sala de laboratorios como sería de esperar, pero había un par de cosas que no se alejaban mucho de la idea.

Me hallaba encadenada de pies a cabeza contra una columna, posiblemente de acero a juzgar por las demás columnas aledañas. El sitio pintaba como una bodega con estantes derrumbados y cajas saqueadas, más un aire de abandono en su atmósfera. Ni más ni menos parecía una escena de secuestro donde yo actuaba como la víctima, con un plus añadido: una mordaza con la que taparon mi boca, posiblemente para evitar mordeduras de mi parte. Una situación bastante incómoda pero no podría negar que habría hecho lo mismo para contener a un monstruo inconsciente, solo por precaución.

Ciertamente ni siquiera yo estaría segura de mantener mi lucidez luego de perder el conocimiento y garantizar que la propia infección no tomase mi lugar.

"No me vendría mal una valoración médica, aunque si me detengo a pensar sería un tanto complicado encontrar un doctor que esté dispuesto a hacerlo sin llegar a usarme como conejillo de indias para sus experimentos, dadas mis condiciones. Ya he visto suficientes películas como para tener una idea de como terminará eso." Pensé

El silencio parecía algo muy frecuente en esta clase de situación, así que comencé a forzar un poco las cadenas para generar algo de ruido y llamar la atención de alguna forma de vida cercana, o de pérdida, una no muerta.

Y pareciera que mis intenciones fueron escuchadas, al percibir un olor proveniente de atrás, sus pasos eran silenciosos pero difícilmente podrían ocultarse por mi agudo sentido.

A escasos centímetros, el cañón de un rifle largo se asomó apuntando directamente a mi cabeza. Ahora sí que estaba preocupada por lo que pronto fuera a ocurrir.

?????: ¿Así que tú eres Child, no es así? –preguntó la voz de una niña, quién esperó una respuesta de mi parte en un largo y prolongado silencio. —Ups, olvidé que no puedes hablar. –Su respuesta ameritaba una palmada en la cara.

La niña por fin se reveló, resultando ser una pequeña de mi misma estatura, cabello rubio y ojos blancos; vestía un suéter rosa, falda negra y tenis deportivos, llevaba entre sus brazos un rifle de asalto M4, con el cual parecía tener algo de dificultad por cargar su peso.

?????: Creo que las armas largas no son lo mío– Acto seguido soltó el rifle, y del bolsillo de su suéter sacó un pequeño artilugio cilíndrico, que con solo presionar un botón este se convirtió en un sable largo de plasma como los que salían en cierta película.

No hubo tiempo para asombrarse cuando atravesó su sable por delante. No sentí dolor alguno, aunque no estaba segura si eso era buena señal. [No imaginen cosas raras].

Las cadenas cayeron de par en par, seguido de mi cuerpo que seguía entero a pesar de la profundidad de aquél corte.

Antes de quitarme la mordaza me aseguré de que siguiera en una pieza, incluso si mi cuerpo sentía una cosa.

?????: Me llamo Ángela

Child: Y yo Child

Ángela: Así que es verdad, eres un infectado que tiene voluntad propia

Child: ¿Qué quieres decir?

Ángela: Tus compañeros me dijeron eso, aunque me preguntaron si sabía algo de un Panel de Control, pero no tengo idea de qué querían decir

Child: Ya veo, así que no es una Jugadora— pensé —¿Acaso es una portadora de la infección?

Ángela: Tengo curiosidad de ti, pero no hay mucho tiempo que perder, la colmena se expande con rapidez

Reencarnado como una zombi (L4D3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora