d o c e

310 56 5
                                    

No volví a ver a mi lindo anónimo, no después de lo que hice.

Estaba avergonzada. ¡Claro que me gustaba! Pero no se lo dije, y no sé por qué.

Revise mi laptop, ningún mensaje. Me dirije al buscador, para escribirle a... ¡Anonimo! No me dijo su nombre.

¿Como volvería a verlo?

Corri a la plaza, haciendo el mismo camino, esperando verlo allí sentado, con la sonrisa que tanto lo define. Pero en su lugar sólo habían ramas, hojas secas y palomas.

Pasaron horas, días, semanas, un mes. Nada llegaba de su parte. ¿Se habría rendido? ¿Me habría tachado como amor imposible?

PreguntaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora