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-¿Entonces tu eres anónimo? -Pregunte inspeccionando a mi dulce acosador.

-En carne y hueso -Respondió sonrojándose levemente. Reí tímida.

El viento se hizo presente, provocando que cerrara los ojos. Él se sacó uno de sus tantos abrigos y lo apoyó en mis hombros con suma delicadeza, ya que me encontraba temblando.

-Viniste -Repetimos a la vez. Luego reímos de nuestra estupidez.

-Crei que me odiarias para siempre -Suspiro. Empezó a acariciarse las muñecas.

-No te iba a abandonar, somos amigos -Le recordé.

-Claire.

-¿Si?

-Te... ¿Te puedo abrazar? -Dudoso pidió. Yo asenti, mientras el rodeaba mi cuerpo con sus fuertes brazos y aspiraba mi perfume. Yo hize lo mismo, e involuntariamente cerré los ojos.

Hablamos un rato. Nos reímos y recordamos nuestras conversaciones en Ask. Luego, paseamos un corto tiempo tomados de la mano.

-Claire, me gustas en serio -Dejo de sonreír como lo hacia antes, tomo una expresión seria y habló.

-Me lo has dicho -Suspire cansada.

-¿Yo te gusto a ti? -Instantáneamente dejamos de caminar y me miro. Me miro esperando una respuesta que yo no podía darle. Una respuesta que aun no tenia lista.

Sin pensarlo me separe de su mano.

-¿Quieres un helado? -Me miro decepcionado- Comprare helado, solo esperame -Y corrí, hasta la heladería.

¿Helado, Claire? ¿En serio? ¿No se te ocurrió algo mejor? ¡Es invierno!

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