Capítulos I, II, III y IV

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DECLAME: Todos los personajes aquí mencionados, le pertenecen a la maravillosa JKR, solo utilizo sus nombres para llegar a más personas.

Esta historia estaba en mi otra cuenta pero nunca pude recuperar el mail, así que tuve que abrir de nuevo una nueva cuenta... NO ES PLAGIO!!

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I: Invitación

Hermione Granger se estiró en su asiento para poder aflojar los músculos que sabía estaban contraídos por estar muchas horas en la misma posición, haciendo su trabajo para Runas Antiguas. Tomó los libros y emprendió el rumbo de los pasillos de la biblioteca, para ir dejando los libros en sus lugares correspondientes. Una vez realizada esta tarea, se despidió de la bibliotecaria y se dirigió rumbo hacia su sala común, en la torre de Gryffindor.

— Granger —dijo una voz más que conocida para ella. Al girar, se encontró con Draco Malfoy, quien se hallaba apoyado en la pared, teniendo sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón, con su típico aire de niño despreocupado.

— ¿En qué puedo ayudarte, Malfoy?

— Como sabrás, próximamente es el baile de bienvenida en la escuela y me preguntaba... —dijo mientras sacaba sus manos y cruzaba los brazos— si quisieras ir al baile conmigo. ¿Qué dices?

Hermione se quedó en su lugar, segura de que se encontraba en la enfermería, producto de un golpe recibido como broma de alguno de sus compañeros; y estaría delirando aquella situación, donde el rubio la había invitado a un baile.

— ¿Es acaso alguna especie de broma? —preguntó.

— ¿Qué? —Contestó, sin poder evitar levantar una ceja— ¡Claro que no!

Mentiría si dijera que estaba sorprendida. Rememoró aquella tarde de verano en el callejón Diagon, cuando se tropezó con el rubio al doblar una esquina. Ambos inmediatamente se disculparon con la persona chocada, más al descubrir a su enemigo/a de la escuela, empezaron una pequeña riña casi infantil. Al notar que eran observados por un pequeño grupo de personas, Draco la invitó a tomar un café para limar asperezas, y aunque en un principio se rehusaba a dicha situación. Hermione terminó por aceptar la invitación, dando el pie para la duda. Entre charlas, las disculpas de Draco por tantos años de maltrato y una buena cantidad de café con galletitas de por medio, ambos llegaron a un acuerdo en común: dejar el pasado atrás y arrancar desde cero una buena relación.

— Yo... Me encantaría ir contigo.

— ¿En serio? —Draco se dio cuenta que había perdido un poco la compostura, al encontrarse parado frente a ella y sentir una sonrisa en sus labios. Carraspeo un poco y retomó su compostura— ¡Perfecto! Entonces pasaré por tu torre a las nueve. Nos vemos —dijo, mientras se daba la vuelta y se iba a su clase.

Hermione observó a su casi nuevo amigo irse por el corredor, giró sobre sus talones y siguió su camino.

Clases de Pociones.

Blaise Zabini se encontraba en su escritorio cuando Draco entró al salón, con su andar elegante pero Blaise, que lo conocía de toda la vida, sabía que el rubio traía una sonrisa de haber logrado una misión imposible.

— ¿Debo tomarlo como que te fue bien? —dijo, levantando sus cejas.

—No puedo creer que ella me dijera que sí.

Draco y Hermione habían intercambiado en lo que llevaba de meses un par de palabras y compartido algunos momentos cuando se encontraban en la biblioteca. Era increíble encontrar a alguien con su mismo afán para debatir las cosas. Tenían más en común de lo que se hubieren imaginado, y al día de la fecha, Draco aún se reprochaba todo el tiempo que había pasado en un estado de "enemistad" innecesario con la castaña. Aunque muy pocos sabían, que esa "maldad" y "desprecio" suyo se debía no solo por la forma en que lo habían criado, sino también para encubrir sus verdaderos sentimientos hacia ella.

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