Elígeme (saga quiéreme)

Capítulo 2

-Siempre imagine que el amor seria exactamente así

-entonces no es amor, solo quieres imaginar que amar es perfecto, cuando es todo lo contrario.

Capítulo 2

Como todos los miércoles me tocaba español a primera hora, encontré a Leila sentada como siempre al lado de mi pupitre, me senté, bloqueando la imagen de aquel chico que se paró en seco ignorándome.

-¿Qué te pasa Ellie?-me pregunto con ese tono burlón con cara de yo se algo que tú no sabes

-nada, no me pasa nada-contestando con cara de pokar.

-no vi cuando te fuiste de la fiesta, solo lo supe cuando Esteban me dijo que si de casualidad eras tú la niñita de mami a la que llamo para que regresara pronto -repitió esto último con una carajada que hizo que todos se voltearan hacia mí, sentí las miradas y risas de todo el mundo

¿Esteban?, ese era el nombre de ese chico

-no sé de qué hablas, simplemente me aburrí, te fui a buscar, no te encontré y decidí regresar

-Esteban me dijo otra cosa muy diferente

-así, ¿y que te dijo ese patán?

-lo que ya te dije, además dijo que eras muy sosa y que nadie como tu resistiría una fiesta tan buena como la de ayer

-que bien por ustedes, pero no me interesa asistir a fiestas donde van puros vagos

-mmm insinúas que soy una vaga, no, no respondas pensándolo bien amo las fiestas de vagos

Me di la vuelta y me concentre en mi libro de español, la maestra nos había dejado leer "el siglo de las luces" de Alejo Carpentier, un libro que Leila no podría ni siquiera abrir, a los pocos minutos antes de que comenzara la clase Leila se volteó hacia mí y con voz áspera dijo:

-Ellie perdón-hubo un largo silencio que solo se mantenía a base de ruidos raros y la una a la otra mirándonos fijamente -nunca debí de contarte todo lo que Esteban dijo de tu, tienes razón, es un tonto

La ignore mientras la profesora de español entraba al salón y saludaba uniformemente y con voz alegre un -buenos días chicos, ¿Cómo están?

Pasando ese trago amargo llego la hora del descanso y me dirigí al patio junto con mis amigos, a pocos pasos del salón los encontré, Carolina y Carlos eran novios y aprovechaban para platicar en cualquiera de los pocos momentos en los que estaban juntos, eran de esos novios que según todos terminarían casados, y con justa razón, ya que eran tal para cual. Daniela era increíble tenía todas las características que alguien puede querer en una persona; era linda, inteligente y tenía un montón de cualidades geniales, además amaba la política pero se ponía color monstruo cada vez que no estabas de acuerdo con ella, pero mi mejor amigo sin duda alguna era Pablo, aunque la gente dice que no puede haber amistad entre un hombre y una mujer eso para nosotros es mentira, nunca ha pasado nada entre nosotros 2, además le puedo contar todo, sé que jamás me criticaría y siempre me apoyaría, Leila se juntaba casi siempre con nosotros , menos cuando se liaba con una chica o chico que se encontraba por su camino o cuando se iba a la puerta del conserje a fumar, ese día Leila se dignó a sentarse con nosotros, cosa que llego el momento que simplemente nos daba igual

-chicos, vamos a los jardines de la entrada, estoy esperando que me traigan una cosa

-¡nooooo! Leila sabes que no me gusta ir ahí, en esta hora la gente se pone a fumar cosas rara- dijo Carolina con cara de asco

Todos nos quedamos mirando a Carolina y al segundo nos empezamos a reír, nos fuimos a la entrada a esperar el paquete de Leila.

Cuando llegamos al lugar notamos que lo que estaba esperando Leila no era un paquete si no que una persona, pero no cualquier persona era nada más y nada menos que el patán que me había insultado e ignorado en la fiesta de anoche, iba vestido exactamente igual que ayer solo que había cambiado sus llamativas botas por unos discretos converse rojos

-bueno chicos gracias por acompañarme pero aquí me quedo-dijo Leila con una sonrisa acompañada de un guiño-rueguen que me divierta

Reaccione al instante y la sostuve del brazo

- ¿Te piensas ir con ese?, ¿y si te pasa algo? te estas saltando las siguientes clase, ¿qué le digo a los profesores? además hace rato me dijiste que era un tonto, y ahora te largas con ese, de seguro no paso ni primer año y te quiere contagiar su falta de seriedad

Leila se empezó a reír

- Tranquila, Esteban no me hará daño y a los profes diles lo que quieras

-Leila por favor, ni siquiera lo conoces bien y tiene finta de drogadicto y violador

Seguramente el alcanzo a escuchar mi comentario ya que soltó una risa seca al mismo tiempo que alzaba una ceja, con lo cual gire hacia él y el indique que si le causaba risa, claro este no se molestó ni en siquiera mirarme

- ¡aaaaaahhh! Ellie ya deja de ser tan amargada, pareces mi mamá

- sabes que, anda, vete con ese imbécil pero si llama tu mama no diré que estás conmigo-ella me miro con cara de pocos amigos

-haz lo que quieras- se voltio en dirección al carro y salió corriendo, se subió a este y acto siguiente arranco

Me di de igual manera la vuelta y vi que Carolina y Carlos ya se habían ido, solo se encontraba ahí Daniela y Pablo, este miro y paso su brazo por mis hombros y me apretó contra el

-tranquila preciosa, va a estar bien, de que nos sorprendemos si ya la conocemos, y si yo fuera tu no la esperaría

No quería darle la razón, pero la tenía, Leila siempre hacia eso de saltarse las clases muy seguido con chicos y chicas de distintos grados, chicos que ni siquiera había visto en toda mi vida pero algo en mi despertó mi sexto sentido, era claro que ese tal Esteban no me daba muy buena espina, tenía un aspecto y una actitud que señalaban que el solo traía problemas. Leila podría tener a toda clase de chicos y chicas a sus pies, varias veces me pregunte porque no había ya sentado cabeza con uno de sus muchos novios, estos regularmente duraban una semana y yo ya le conocía a más de la mitad de la escuela y el vecindario, la pregunta era: ¿Por qué estaba tan interesada en ese chico?

nota de la autora: hola solo quería dejarles el segundo capitulo y creo que la canción que les deje queda bien con la mentalidad de Ellie, porque sigue sintiendo maripositas en el estomago por Thomas

saludos.... jessica