Capítulo 4

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Me quede pensando un segundo y tras querer descubrir de que trataba lo cuestione

-okey y de que trata

-si yo consigo saber cuál es tu color favorito vendrás conmigo, si no logro adivinar, te dejare en paz

-acepto- y solo acepte porque sabía que ganaría. Pensé en mi color favorito; de un momento a otro solo se me ocurrió uno... violeta

-Estas lista Ellie-dijo el con una radiante sonrisa

-¿Cómo sabes mi nombre, eres una clase de acosador?

-no, se todo de ti gracias a Leila

-¡oh! Debo agradecerle que tengo un nuevo psicópata tras de mi

- ya estas lista, pues empecemos, preciosa

El concentro sus ojos en los míos y sin dejar de mirarme levanto las comisuras de sus labios y soltó de repente

-violeta claro, tu color favorito es violeta claro, para ser preciso de esos violetas tirándole a morados claros

Se me seco la boca, no tenía ni idea de cómo lo supo, cabía la posibilidad de que lo hubiera dicho en voz alta, pero estaba segura de que no había sido así.

-ese color es mentira, ese no es mi color favorito

-mentirosa- dijo con una pícara sonrisa

-no, es mentira, mi color favorito es el verde militar

-jajaja si claro ¿quieres saber cómo lo supe?

-si

-pues veras, todas las veces que te he visto llevas algo color violeta

-¿enserio?- me cuestione a mí misma, ni siquiera yo misma me había percatado  de aquello

-no, la verdad me lo dijo Leila-se me borro la sonrisa

-¡ahhh! Eres un tramposo

-no hice trampa, vamos, súbete a mi auto ¡anda!

-si claro

De un momento a otro Esteban me tomo de la cintura, cargándome y subiéndome al carro casi a empujones, proteste de momento, le pegue, lo rasguñe, hice todo lo posible para soltarme

-ya estate en paz Ellie, hazme las cosas más sencillas 

- entonces ya bájame

-no bonita, cuando una chica me promete algo... hago que me lo cumpla, entonces quédate quieta ponte el cinturón y cállate

Y eso hice, me quede callada, no sé porque pero en serio necesitaba un momento a solas con él, necesitaba ver cómo era el sin la demás gente esa fue la razón por la cual me senté en el auto y espere a que el abordara el asiento  de al lado

Esteban  condujo un rato, se me ocurrió llamarle a Pablo para disculparme el no poder ir a la pizzería esa tarde

-Pablo, soy yo, oye surgió un imprevisto  no voy a poder ir a comer, perdón.

- el improvisto se llama Esteban

-¿Cómo lo supiste?

- todos vimos  cuando te obligo a subir a su auto, Ellie no estoy seguro de que tan bueno sea que estés con él, deberías alejarte de el

Estaba escuchando cada palabra que me decía cuando Estaban me quito el teléfono

-Hey, oye porque te comunicas con Ellie ella solo puede hablar con quién yo diga, así que le prohíbo a ella dirigiste la palabra

No deje que hablara más y le quite el teléfono, sabía que lo decía de broma pero Pablo no creo que no lo tomara así

-Pablo, esteban diciendo estupideces, solo te pido un favor

-¿Cuál es preciosa?

-si habla mi mama le puedes decir que estoy contigo

-Ellie...

-por favor...

-okey, cuídate, te quiero

-sí, yo igual te quiero y mucho

-¡ya cuelga!- dijo Estaban a gritos, colgué y me dirigí a este

-Esteban, ¿A dónde vamos?

- la verdad, me pagaron mucho dinero por secuestrarte.... Te tengo que entregar, perdón- me quede callada ya que creía a Esteban muy capaz de hacer eso

-nooo, mentira, solo  iremos a una fiesta

Su risa resonaba en todo el auto y me quede callada hasta que cuando par de reír solo solté en un susurro

-imbécil

Elígeme    (saga quiéreme)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora