Capítulo XXXII

114 23 2
                                    


¿Papá?


── ¿Desde cuándo su hijo me sigue?

Él me sonríe de lado.

── Desde que te conoció.

No sé si halagarme o preocuparme por aquel instinto acosador.

Lo peor es que él como padre lo aprueba. Algo así como "¿qué quieres hacer hoy, hijo?" "¡Vamos a seguir a la vecina a ver qué hace en su día a día!" "¡Ese es mi hijo!"

Casi me río imaginando aquello.

Repaso sus palabras en mi mente, recuerdo que hay un punto me había llamado la atención, me persiguen de pronto y al día siguiente no hay nadie. Esto parece una estúpida película de suspenso, es muy fastidioso estar en esta situación.

── ¿Por qué no los vi el día de la persecución?

── Mis hombres se escabulleron muy bien. ──Dice orgulloso de su personal── Los seguía unos metros atrás para que no se dieran cuenta, en caso de que la situación se hubiese salido de control me lo hubiesen informado y hubiésemos intervenido. Actualmente estoy cooperando con el comisario para dar con esas personas, claro que, eso provocó que desaparecieran del mapa.

── Lo que quiere decir que...

── Volverán apenas vean una mínima oportunidad.

Asiento, más nerviosa que nunca.

── ¿Qué puedo hacer?

── Cuidarte. ──Responde como si fuera tan claro como el agua. No me gusta esa idea, me sentiría inútil.

── Además de eso. ──Digo apretando los dientes── ¿Van a seguir vigilándome ustedes?

── Como nos dimos cuenta de que mi hijo lo hace todos los días, él te vigilará. Dejamos de hacerlo nosotros porque él está preocupado por lo que pasó, no podemos arriesgarnos a que él se entere y quiera involucrarse.

── Si Derek me sigue todo el tiempo, ¿por qué no hoy?

── Llamé a Mars.

Tiene sentido.

── Dijo que tienen otros planes. ──Cuando veo que ante mis palabras se tensa, mi preocupación crece── ¿Cómo puede saber eso?

Él se remueve incomodo en su asiento y parece preocupado, algo me dice que sus palabras no me gustaran para nada.

── Nadie persigue por hacerlo, Alexandra. Tuvieron más de una oportunidad de asesinarte si somos honestos, eso nos preocupa tanto a mí como al comisario, quedamos de acuerdo en que no le dirá nada a Ryan a menos que tú quieras. Esto nos lleva a pensar que quieren hacerte algo... Horrible.

El aire se atora en mis pulmones impidiéndome respirar con normalidad, suelto los papeles sin importarme que se hayan desordenado en todo el piso. Pongo mis manos en mi frente en busca de aclarar mi mente y tranquilizarme, no puedo perder la cordura ahora, debo estar atenta a lo que el padre de Derek tiene que informarme. Porque estoy segura que aún faltan cosas por decirme.

Para mi sorpresa logro controlarme en un instante, cuando por fin dejo de sentir el aire atascado, puedo respirar con normalidad relajo mis hombros.

── ¿Estás bien? ──Me pregunta el Sr. Foster visiblemente preocupado.

── Sí. ──Respondo sin dudar bajando las manos a mi regazo.

Máscara Inefable (Saga Disfraz #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora