#02 ¡La hare feliz a como dé lugar!

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Lucy y Wendy se habían tomado su tiempo. La dragoncita aún seguía un poco emocional y Lucy le invito un helado. Hablaron de otros temas ignorando por ahora la situación con Natsu, luego hablarían de eso con más detalle lo cual emocionaba a Lucy. La maga celestial tenía muchas ideas de cómo ayudar a Wendy, pero mientras más lo pensaba más se daba cuenta de que esas ideas no servían para nada debido a que Wendy carecía de un físico despampanante, así que descarto todas sus ideas (háganse una idea de cuáles eran las ideas de Lucy) y comenzó a ideal otros métodos que Wendy podría usar para enamorar a Natsu.
Regresaron al gremio. Ya no se escuchaban estruendos en el interior, eso quería decir que ya todos se habían calmado aunque sea por un ratito nada más (porque más tarde continuarían con la pelea). En la puerta del gremio se encontraron con Happy y Charle, el primero buscaba a Natsu mientras que la segunda buscaba a Wendy y traía consigo un vaso de jugo. Realmente no podían quitarle los ojos de encima a sus Dragon Slayers por un segundo porque se desaparecían.
—Natsu me dijo que buscaría una misión para nosotros y desapareció. —decía Happy confundido—
—Gray dijo algo sobre que Natsu huía de Erza, pero ella aún no ha regresado. —comento Charle también confundida, ya que ese día estaba siendo un poco más extraño de lo normal— ¿Y dónde te habías metido Wendy? —pregunto la gata dirigiéndose hacia su dueña/madre/mejor amiga— Fui a buscarte un jugo para animarte un poco, pero cuando regrese no estabas.
—Bueno Charle… es que estaba con Lucy… —contesto Wendy en un tono muy bajo. Por alguna razón se sentía regañada por su gata mascota—
—¿En serio? ¿Qué estaban haciendo?
—Estuvimos hablando para luego tomar un helado. —explicó Lucy apoyando sus manos sobre los hombros de Wendy—
—¡¿Un helado?! ¡Y no me invitaste! —se quejó Happy cruzándose de brazos— Eres mala Lucy. —Lucy ignoro lo dicho por el gato mientras que Charle observaba detenidamente a la pareja de chicas enfrente de ella—
—Hablando… —Charle seguía mirando a Lucy para luego mirar a Wendy— ¿Se lo contaste?
—Eh, si, se lo conté… —dijo Wendy cabizbaja con las mejillas sonrojadas— Y ella accedió a ayudarme.
—¡¿Ayudarte?! —repitió Charle sorprendida— No lo sé Wendy… no creo que tú y Natsu puedan* —Charle fue interrumpida por un gato azulado muy confundido—
—¡¿Natsu y Wendy qué?! ¡¿Qué es eso que le contaste a Lucy y porque ella te va a ayudar?! —pregunto Happy sin la menor idea de lo que las chicas hablaban… pero noto que era algo vergonzoso cuando Wendy se sonrojo aún más— ¡Díganme!
—Lo siento Happy, es un secreto de chicas. —aclaro la rubia con una sonrisa nerviosa mientras masajeaba los hombros de la dragoncita para calmarla—
—¡Rayos! —se quejó Happy enojado— ¡Las chicas y sus molestos secretos! —Happy se sentía excluido de la conversación e hizo aparecer sus alas para tomar vuelo— Mejor iré a buscar a Natsu.
Happy se fue volando a una distancia muy elevada del suelo para así tener más alcance de visión con la esperanza de encontrar a su amigo asesino de dragones. Lucy le sugirió a la dragoncita y a la exceed que mejor fueran a su casa para poder hablar con más tranquilidad. Las tres tomaron camino y en poco tiempo llegaron. Charle aun no podía creer que Lucy estuviera dispuesta a realmente ayudar a Wendy a enamorar a Natsu, y eso que ella pensaba más bien en cómo explicarle a su amiga que ese amor era imposible y planeaba consolarla como buenas amigas que son… ¡pero Wendy tuvo la gran idea de contarle a Lucy y ahora ella se estaba involucrando demasiado! Pero ya no podía hacer nada más que ver como resultarían las cosas.
Cuando entraron a la casa lo primero que hizo Wendy fue pedirle permiso a Lucy de usar el baño, la rubia le indico donde quedaba y la dragoncita fue con prisa. Abrió la puerta súbitamente segura de que no había nadie dentro… pero no fue así… Wendy se paralizo, su mirada se dilato absurdamente, su sangre corrió con fuerza por su rostro dejándolo en un tono muy rojizo. Lo que ella vio fue… nada más ni menos: que a su amado completamente desnudo en frente de la puerta que ella acababa de abrir.
—¡Natsu! —fue lo que alcanzo a decir Wendy antes de que su cuerpo se paralizara por completo. El peli rosa la vio apenas entro y su sonrisa se cayó por completo—
—¡Oh, mierda! —el asesino de dragones grito eso mientras su cara se deformaba en una expresión exagerada de terror y sorpresa—
Estaba tan relajado y pensativo en el baño que no noto cuando las chicas entraron al departamento y mucho menos cuando la chica se acercaba a la puerta. Natsu se acercó unos pasos a Wendy para intentar explicarle, pero ella apenas vio que él se acercaba se liberó de su parálisis corriendo a la sala principal adonde sus amigas la esperaban. Wendy choco con Lucy y las dos cayeron al suelo. Ni la maga ni la gata entendían que había ocurrido… hasta que Natsu salió del baño a la sala principal donde fue visto por las presentes.
—¡Eh, lo siento, no era mi intensión! —dijo Natsu cascándose la cabeza, con la voz entre cortada y una sonrisa nerviosa y muy forzada—
Charle tenía unas ganas de matar a Natsu a golpes, pero Lucy se le adelanto. Lucy corrió hasta el dragón y empezó a lanzarle golpes y patadas, debido a la fuerte resistencia física de Natsu estos golpes no le lastimaban para nada.
—¡Desgraciado! ¡Mal nacido! ¡¿Por qué estabas desnudo en mi baño?! —gritaba la rubia con una mirada asesina sin dejar de golpear al peli rosa que se moría, no por los golpes si no de pena—
—¡Me estaba bañando! —espeto Natsu en su defensa mientras Lucy le comenzaba a lanzar golpes en la cara, estos sí que eran molestos así que intento bloquearlos con sus brazos—
—¡¿Y acaso no tienes un baño en tu casa?! ¡Wendy te vio desnudo, infeliz! ¡Se lo contare a Erza! —amenazo la rubia aun con su cara de monstruo—
Natsu no presto atención a la amenaza (aunque si se estremeció por un segundo al pensar en la tremenda “matada” que le daría la Titania) y en su lugar inclino la cabeza un poco para ver detrás de su rubia atacante y pudo divisar a Wendy arrodillada en el suelo tapándose los ojos mientras hacía ruidos raros debido a los nervios. El Dragon Slayer de Fuego echo a Lucy a un lado y se acercó hacia la chica hasta estar cerca de ella.
—Lo siento mucho Wendy. Perdóname por favor.
Se disculpó Natsu haciendo una reverencia, momento que Lucy aprovecho para darle una patada “celestial” por encima de su cabeza mandándolo al piso que por poco no atraviesa, esto sí que le había causado dolor. La dragoncita del cielo no se quitó las manos de los ojos y solo escucho la discusión y las disculpas de Natsu antes del estruendo final que provoco su cara impactar contra el suelo.
—N-no h-hay problema… —hablaba Wendy con su voz entre cortada y muy nerviosa e incómoda— D-debí tocar la puerta a-antes de entrar…
—¡No digas eso Wendy, fue culpa de Natsu por andar en mi casa como si fuera suya! —contesto Lucy prácticamente gritando, dándole un pisotón a Natsu sobre la espalda que lo hizo gemir del dolor— ¡Y tú, vete de aquí ahora mismo!
—Eh, está bien… auch…
Natsu se levantó, dio media vuelta y se encerró en el baño para vestirse. Bufaba como un animal furioso, y lo estaba, ¿Cómo pudo dejar que pasara esto? Se sentía tan apenado y avergonzado que le daban ganas de golpearse a sí mismo. Cuando salió del baño con su ropa puesta se sintió apuñalado por las miradas asesinas de Charle y Lucy, Wendy seguía en la misma posición que antes. Natsu salió por la puerta en silencio, esto no había sido un buen comienzo.
—¿Ya se fue? —pregunto Wendy levantándose del suelo y quitándose las manos de los ojos—
—Natsu es un aprovechado. —se quejaba Lucy aun furiosa— Venir cuando no estoy y andar en mi casa como si fuera suya… aunque Erza y Gray también lo hacen. —Lucy no comprendía cual era la afición de sus amigos de entrar en su casa. Pero ya no servía de nada intentar comprenderlo— ¿Estas bien Wendy? —Lucy se dirigió a la mencionada que aún seguía con la cara roja— Lo siento por lo que tuviste que ver…
—¡No es nada! ¡Estoy bien! Jeje… —Wendy reía, pero esa risa era falsa, en realidad su cerebro no estaba pensando bien—
—¿En serio estas bien? —pregunto Charle muy preocupada y con una vena levantada (al igual que Lucy)—
—Sí, lo estoy… fue algo… impresionante… ¡Pero no estoy traumada ni nada! —risa nerviosa nuevamente—
—Nunca espere algo como esto… Wendy enamorada por primera vez, y sorpresivamente termina viendo sin querer a la persona que le gusta desnuda. A este paso Wendy perderá su inocencia muy pronto… —pensaba Charle indignada y preocupada sin saber que Lucy estaba pensando justamente lo mismo—
El ambiente se volvió muy denso. Lucy decidió preparar un té. Cuando el té estuvo listo Lucy se lo sirvió a las presentes con galletas. Charlaron sobre varias cosas mientras disgustaban la merienda hasta que el té y las galletas se acabó, entonces Lucy titubeo si continuar con el tema de Natsu. Después del accidente nudista de hace media hora no parecía indicado hablar sobre él. Lucy prefirió entonces no decir nada, Charle tampoco quería hablar, pero fue Wendy la que hablo:
—¿Ya tienes una idea Lucy?
—¿He? ¿Te refieres a lo que habíamos hablado antes?
—Si: dijiste que me ayudarías. Pero hasta ahora no me has sugerido nada. —Wendy parecía estar muy seria y determinada. Sus dos amigas no dejaban de mirarla. Lucy suspiro, después de todo había prometido y hasta jurado que la ayudaría, así que ya no podía declinar—
—Escucha Wendy. Hasta ahora solo se me habían ocurrido ideas absurdas de como enamorar a Natsu… pero ahora sé que es lo que tienes que hacer.
—¿Qué tengo que hacer Lucy? —pregunto la dragoncita del cielo, sus ojos parecían brillar—
—Ser tu misma. —declaro la rubia, apoyando su cabeza sobre su mano que a su vez estaba apoyada en la mesa— Tienes que ser lo más sincera con Natsu. Atenta, pasar mucho tiempo con él, hacerle entender que lo quieres pero mucho más que como una hermana. Entonces cuando estés segura solo tendrías que confesárselo. Pero aun así no te puedo garantizar que no vayas a ser rechazada, después de todo estamos hablando de Natsu y el no comprende mucho sobre sentimientos profundos como el amor.
—Gracias Lucy…
Sorprendentemente Wendy estaba sonriente y vibrante de felicidad. Esto dejo estupefacta a la maga celestial, que después de su pesimista discurso pensó que Wendy de seguro estaría decepcionada, pero no fue así. Es más, parece como si la hubiera motivado ¡Pero motivado de verdad que hasta rebozaba de felicidad! Esa sonrisa tan sincera y honesta eran la prueba de un amor sincero y honesto que a su vez motivaron a Lucy.
—Bien Wendy. Tienes mucho trabajo que hacer, y yo también. Mañana buscare en el tablero del gremio una misión sencilla que tú y Natsu puedan hacer para que puedan pasar tiempo juntos.
—Muchas gracias Lucy, agradezco tu ayuda. —dijo Wendy muy contenta, levantándose de la silla—
—No me agradezcas aun. Recuerda que al fin y al cabo todo depende de ti. —sonrió Lucy guiñándole el ojo a su amiguita—
—Todo depende de mí. —se repitió Wendy en su cabeza— No me rendiré, aún tengo una oportunidad.
Wendy y su amiga Charle salieron de la concurrida casa de Lucy con la intensión de regresar a su hogar. Ya estaba atardeciendo, el cielo estaba en un tono anaranjado claro, pero del lado contrario se podía ver que estaba de un tono mucho más oscuro, casi negro. Las dos caminaban con un buen humor. Charle estaba sentada sobre la cabeza de Wendy y pudo escuchar claramente como su amiga tarareaba con alegría. ¿Tan motivada estaba en continuar con esto? A Charle aun no le convencía del todo, pensaba que Wendy terminaría muy lastimada emocionalmente y esa idea no le gustaba.
—Oye Wendy.
—¿Si Charle? —contesto la dragoncita con una sonrisa de oreja a oreja—
—¿Cómo fue que te enamoraste de Natsu? —pregunta matadora, demasiado directa y noqueadora, como un puñetazo— Quiero decir, ¿Qué es lo que te gusta de él exactamente? —Charle tenía que modificar su pregunta para que fuera un poco más sencilla de responder—
Pero Wendy se quedó callada, en silencio continuo caminando. Charle pensó entonces que no iba a responder, después de todo su pregunta fue muy repentina y complicada. Entonces la Dragon Slayer del Cielo hablo de la nada justo cuando a Charle casi se le olvida su propia pregunta.
—Cuando fuimos enviados a enfrentar a Oración Seis, y conocimos a Lucy, Happy, Erza y a los demás fue Natsu quien más me llamo la atención. No solo porque era un Dragon Slayer igual que yo, sino porque me pareció una persona diferente.
—¿Diferente cómo?
—Como una persona inquebrantable. Como una pared que protege a sus compañeros. Entonces cuando luchamos contra Oración Seis pude comprobarlo: Natsu no es una persona que traicione la confianza de los demás, Natsu quiere mucho a sus amigos, los guarda en su corazón junto al orgullo de su gremio. —Wendy sonríe feliz mientras avanza por las calles de la ciudad—
—Supongo que ese tonto es el ejemplo de un aliado ideal: fuerte y confiable, tanto que no cuestiona tu forma de ser. Creo que ahora entiendo porque te enamoraste de él.
—Y también porque siempre fue amable conmigo… y porque tuve la sensación de que me sentía protegida junto a él… —Wendy estaba sonrojada, aunque Charle no podía verla debido a la posición en la que estaba—
—Sabes Wendy. Cuando me dijiste hace tiempo que estabas enamorada de Natsu en un principio no lo creí… no es que no lo creyera si no que no lo entendía, pensaba que tu corazón se había equivocado o algo. —confeso la gata siendo, como siempre, muy directa— Pero después de escuchar lo que acabas de decir creo que ahora lo entiendo.
—¿En serio? —pregunto Wendy agarrando a Charle, cargándola frente de si y viéndola fijamente—
—Si. Ahora no lo veo como algo imposible. Puede que Lucy tenga razón y puedas conquistar a Natsu. —aclaro la exceed con una sincera sonrisa—
Wendy abrazo a su compañera muy agradecida por su comprensión. Regresaron a su querido hogar para dormir temprano para despertar temprano, mañana Wendy intentaría hacer caso a uno de los consejos de Lucy e intentaría pasar la mayor parte del tiempo con Natsu. Y hablando de Natsu, él estaba a las afueras de Magnolia, en una zona donde antes había un pequeño bosque que ahora ya no existía. Natsu se había sentido tan mal por la pena que le hizo pasar a Wendy que no aguando la ira que provoco su estupidez que fue allí a golpear y quemar árboles. Eso lo ayudo mucho, tanto que ya sabía cómo iba a llevar la situación con Wendy.
—No dejare que Wendy sufra. ¡La hare feliz a como dé lugar!

Lucy Casamentera - Fairy TailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora