Esa sí que era una selva de verdad. Con mucha humedad y una vegetación que abrumaba a los que tenían que pasar por ella. Si no fuera por el gran sentido de la orientación de los Dragon Slayer de seguro Natsu y Wendy ya estarían perdidos en esa ensalada verdosa gigante que llaman selva.
¿Qué hacían allí? Estaban en una misión. ¿Se acuerdan de la misión que Charle cogió del tablero? Bueno se la presento a Wendy y ella le propuso a Natsu que fueran a hacerla ellos solos y para él no había problema. La misión consistía en eliminar a un gremio oscuro que se encontraba en la selva, por la poca información que se sabe, los miembros del gremio usan un templo antiguo como base de operaciones. Claro que esos tipos no eran la gran cosa, cualquier mago competente podría hacerles frente. ¿Entonces donde estaba la gracia de hacer una misión a un lugar tan alejado? ¡Para que pudieran viajar juntos claro esta! Era el plan de Lucy.
—Y esta sería su recompensa por la captura de los miembros. —era un guardia que le entregaba la recompensa en las manos de Wendy mientras los miembros del gremio oscuro estaban atados en una esquina con muchos moretones y quemadura—
—Muchas gracias señor. —agradecía la chiquilla—
—No gracias a ustedes. Supongo que era un pedido muy sencillo para dos Dragon Slayers. —admitía el hombre consiente en el gran poder de los magos mata dragones—
Estaban en el punto fronterizo que servía de punto de control en caso de que alguien se perdiera en la selva, de hecho los miembros del gremio oscuro atacaban el punto fronterizo con frecuencia provocando gastos en la arquitectura. Pero solo eran actos vandálicos de un gremio sin honor ni respeto, mucho menos reconocimiento, ya que nadie se había molestado en siquiera saber cómo se llamaba ese tal gremio. Lo que importa es que ya no causarían más problemas a nadie. Wendy fue hasta donde su compañero la esperaba recostado contra una pared con una expresión de desilusión absoluta. Y no podía ser para menos: después de que Fairy Tail derrotara a los gremios más importantes de la alianza de Balam el resto de gremios oscuros dejaron de ser un peligro significativo.
—¿Qué sucede Natsu? —le preguntaba la chica a su pareja de misión al ver su cara larga—
—Nada, solo que estoy decepcionado de esos tipos. —contesto Natsu con indiferencia, rascándose la cabeza del fastidio— Creo que hasta Levi hubiera podido sola contra ellos sin problemas. —bromeo Natsu, consciente de que Levi posiblemente era de las más débiles de todo Fairy Tail—
—Tampoco es necesario exagerar tanto. Jeje. —rio Wendy nerviosamente— Creo que deberíamos regresar Natsu.
—Como tú digas, pero iremos caminando, ya no soporto otro viaje en tren.
Dijo o mejor dicho ordeno Natsu, debido a su condición no soportaba los transportes porque se mareaba y le daba por vomitas, aunque casi nunca vomitaba. Claro que Wendy estaba de acuerdo con ir caminando hasta Magnolia, aunque se tardarían buen tiempo, ella no quería que Natsu se sintiera mal. Y a de más; si iban en tren Natsu se sentiría tan mal que no podrían hablar sobre nada, así que continuaron.
Una hora después ya estaba bien lejos del punto fronterizo, estaban caminando de lo más tranquilos. Estaba pasando por una pradera con hierba muy alta, pero como había un camino de tierra podían transitar sin problemas. Mientras más avanzaban menos hierba había, hasta un punto donde solo había césped y algunos árboles de gran tamaño que se veían a lo lejos. Los dos se detuvieron cuando el camino se dividía en dos. Según el mapa de papel que traía Wendy ambos caminos llevaban a la misma estación de tren, así que no importaba cual tomaran llegarían de igual modo. Natsu le echo un ojo al primer camino donde se podía ver qué pasaba por algunas granjas aparentemente abandonadas, y en el otro camino se podía ver qué pasaba junto a un árbol enorme similar a los que habían visto antes solo que muchísimo más grande.
—Iremos por aquí. —dijo el peli rosa tomando el segundo camino, Wendy le seguía por detrás—
—Ahora que lo pienso Natsu, si vamos caminando tardaríamos dos días en llegar a Magnolia. —comento la dragoncita sin obtener respuesta, ya que su compañero parecía ignorarla, concentrando toda su atención en el gran árbol que se encontraba más adelante— Ufff, Natsu es muy curioso. —pensó Wendy, por alguna razón su compañero tenía la brutal necesidad de llegar hasta ese árbol y verlo de cerca. Ella no quería quedarse atrás así que acelero el paso bastante, andando por delante de Natsu—
Llegaron hasta el gran árbol y se quedaron impresionados. Ese árbol sí que era enorme, tanto que si alguien quisiera podría tallarlo por dentro y convertirlo en una especie de edificio natural. Pero era claro que ningún descerebrado tendría el valor de hacer semejante cosa con un poderoso hijo de la naturaleza.
—¡Jajá, es enorme! —grito Natsu de la impresión y de la emoción—
—Nunca antes había visto un árbol tan gigantesco. —comento Wendy con la misma impresión y emoción de su compañero—
—¡Esta decidido, lo escalaremos! —afirmo el Dragon Slayer de Fuego apuntando hasta la punta del árbol que desde abajo era imposible de ver. Wendy se le quedo mirando sorprendida—
—¿En serio lo vamos a escalar?
—¡Claro! ¡¿Por qué no?! —contesto Natsu con una sonrisa de las suyas como siempre—
—Sería un poco peligroso y perderíamos tiempo, y tenemos que regresar al gremio.
—¡No seas aguafiestas Wendy! ¡Sera divertido y no importa si perdemos tiempo! —Natsu toma la mano de la dragoncita sorprendiéndola y haciéndola sonrojar— ¡El tiempo que paso contigo es el mejor de todos!
—¡¿Qué?!
El peli rosa tan imprudente como siempre jalo a la chica hasta si, tomándola de la cintura y levantándola, colocándola sobre su hombro como si fuera un saco de papas. Sujetándola fuertemente con un brazo Natsu empezó a escalar la corteza del árbol con mucha velocidad pese al peso que llevaba consigo. Wendy estaba nerviosa y no podía evitar sacudirse con desesperación, no podía creer que Natsu la hubiera cargado así como así y la estuviera llevando a la cima de un gran árbol. Por un lado a esto se le podría considerar romántico sino fuera porque Wendy estaba siendo llevaba en contra de su voluntad y porque si se llegaban a caer se harían mucho daño.
El asesino de dragones reía cuando la dragona menor se sacudía de los nervios o cuando hacia ruidos raros debido también por los nervios. Natsu se aferraba con fuerza al árbol para no caer al vacío. Sin darse cuenta ya había escalado tanto en tan poco tiempo, pero no se iba a retractar y continuarían con la frente hacia el cielo con un objetivo claro. Más temprano que tarde ya estaban en la copa del gran árbol. Natsu bajo a Wendy de su hombro y la coloco con mucha delicadeza sobre la misma rama donde él estaba parado.
—No puedo creer que de verdad lo hicieras… —susurro Wendy nerviosa y sorprendida hasta los límites de la imaginación—
—Pero valió la pena, ¡mira la vista!
Wendy quedo muda y paralizada al ver la gran panorámica que la altura les permitía. Se podía ver la pradera con la hierba alta, también se podía ver el otro camino que pasaba por unas granjas abandonadas, y del otro extremo se podía ver también la estación de tren que era su siguiente objetivo. También se podía ver claramente el cielo decorado con nubes y algunas montañas en el horizonte. Wendy quedo paralizada tras ver esa fantástica vista, y Natsu quedo paralizado al ver el rostro de Wendy.
Natsu se agacho para estar a la altura de Wendy y poder ver mejor su tierno rostro. Si el chico come fuego estuviera frente a un espejo se hubiera dado cuenta de la cara de bobo que tenía en ese momento. La chica miro de reojo a su acompañante que estaba muy cerca de ella, sorprendiéndose y poniéndose muy nerviosa porque Natsu estaba muy cerca de ella y no le quitaba los ojos de encima.
—¿Natsu? —alcanzo a decir la pequeña muy nerviosa, con la voz quebradiza y con la cara del color del cabello de Erza—
—¿Si? —decía el Dragon Slayer con mucha indiferencia como si las palabras de la chica no tuvieran significado, solo la miraba fijamente—
—¿Por qué me miras tanto? —pregunto Wendy con mucha prisa mientras le daba la espalda a Natsu para que dejara de mirarla, fue entonces que el reacciono al darse cuenta de su comportamiento—
—¡Yo no te estoy mirando! —las palabras más estúpidas que Natsu pudo haber dicho en todo el día— ¡Solo quería saber que estabas mirando! —más palabras estúpidas. Natsu se sentía como un gran tonto, sus excusas inventadas carecían de lógica alguna. Wendy seguía dándole la espalda, ella intentaba concentrarse en el horizonte pero no podía— Tengo que dejar de inventar excusas, Igneel me había dicho que las mentiras no eran buenas, tengo que decir la verdad. —reflexionaba Natsu trabajando su mente rápidamente como nunca suele hacerlo. Pero luego la apago para hablar con sinceridad (para ser sincero no necesitas pensar). Se sentó cómodamente sobre la rama para estar más conforme. Inhalo y exhalo aire con fuerza y luego abrió la boca— La verdad Wendy; te estaba mirando porque me pareces muy linda. —Natsu se calló repentinamente esperando que Wendy le dijera algo, pero ella solo estaba murmurando palabras sin sentido mientras su cuerpo temblaba por los nervios, a Natsu esto le pareció raro— Y puede que me gustes un poco… —confeso Natsu siendo honesto como siempre, pero se sentía un poco avergonzado, esto le estaba siendo difícil de decir, pero ahora que ya había comenzado sentía que ya no podía parar— De hecho me gustas mucho.
Wendy no hizo nada, se quedó paralizada mientras su cabeza echaba humo negro por demasiada sobrecarga de datos. Inevitablemente quedo inconsciente y estuvo a punto de caerse del árbol a una muerte segura, cosa que no ocurrió gracias a Natsu que la sujeto antes de que cayera. Natsu estaba confundido, Wendy debió haberse alegrado de escuchar eso de él, pero no, se desmayó. Esto no tenía sentido, ¿se había equivocado en algo? ¿Puede ser que ella realmente no estuviera enamorada de él cómo él pensaba? Eso no era posible, PUES el mismo la había escuchado decir que estaba enamorada de él.
“¡Deja de pensar mucho las cosas!” se gritaba Natsu a sí mismo. En serio esta situación con Wendy estaba haciendo que pensara más de lo habitual. Natsu cargo a Wendy aun inconsciente y comenzó a bajar al suelo, escalando por la superficie del árbol. Ya estando cerca del suelo Natsu se soltó del árbol y cayo de pie sin problemas. Wendy aun no despertaba y no parecía que lo fuera a hacer pronto, así que Natsu desenrollo su confiable saco de dormir que siempre llevaba consigo en casos en donde necesitara dormir. Extendió el saco en el césped muy cerca del gran árbol para que le brindara buena sombra para que la dragoncita pudiera descansar hasta que despertara.
Natsu solo se sentó en el césped para ver a Wendy como dormía. La cabeza de Natsu daba vueltas como loco y no podía estar tranquilo para nada. Después de un largo rato casi eterno Wendy por fin pudo abrir los ojos, dándose cuenta de que ya no estaba sobre el árbol y se encontraba en el suelo acostada sobre el saco de dormir de Natsu. Wendy estaba confundida y no lograba recordar que había pasado hasta que de la nada recibió un fuerte abrazo sorpresa del peli rosa que estaba muy emocionado y aliviado.
—¡N-Natsu! —decía la chica ya recordando que había pasado antes de desmayarse—
—¡Estas bien Wendy! ¡Pensé que no despertarías nunca! —gritaba el peli rosa restregando su rostro con el de Wendy haciéndola sonrojar—
—¡Natsu suéltame, ¿p-por f-favor?!
—Uy perdón. —se separó Natsu súbitamente bastante apenado— Es que me emocione porque estabas inconsciente como por una hora, ¡pero ya estás bien! —sonrió el Dragon Slayer de Fuego muy contento—
—La verdad no sé porque me paso esto… —se preguntó Wendy levantándose del saco—
—Lo que importa es que ya estás bien.
Natsu seguía sonriendo y contento, acercándose hasta Wendy y acariciándole la cabeza. Wendy tomo esto como un gesto muy lindo, pero para su sorpresa Natsu se inclinó para estar a su altura y le dio un beso en la frente. Ella se paralizo nuevamente por este gesto tan inesperado. El beso solo duro medio segundo pero para Wendy fue eterno. Natsu se alejó de Wendy con una sonrisa de victoria y empezó a doblar su saco de dormir mientras Wendy se le quedaba mirando con la cara roja y murmurando cosas, parecía que se iba a desmayar otra vez, pero no fue así, en su lugar reacciono de una forma desesperada y un poco errática.
—¡¿Por qué hiciste eso Natsu?! —Wendy grito la pregunta de la nada para luego taparse la boca con las manos. Su tono fue muy errático y no quería sonar como loca. El peli rosa la miro arqueando una ceja, luego sonrió como siempre—
—Pues… porque ahora eres mi novia. —Natsu, hablando por instinto sin pensar en nada, Wendy se quedó en shock nuevamente. Nuestro protagonista se dio cuenta que no estaba siendo considerado con los sentimientos de su amiga y se estaba comportando muy posesivamente con ella y sentía que lo estaba haciendo mal— Lo siento Wendy. Solo estaba siendo, nah, olvídalo, supongo que he estado equivocado todo este tiempo. —Natsu termino de enrollar su saco y lo guardo en su mochila, se veía muy triste— Mejor vámonos. —Natsu comenzaba a caminar para regresar al camino, pero Wendy le jalo del brazo deteniéndolo— ¿Hm?
—Natsu… —prácticamente la chica chillo al decir su nombre. Estaba nerviosa y sus ojos miraban hacia todos lados, pero tenía una pequeña y tímida sonrisa en sus pequeños labios— Estoy feliz de lo que dijiste… —confeso Wendy ahora mirando fijamente a Natsu con timidez— Sé que has estado siendo honesto conmigo. Pero yo no lo he sido contigo. Natsu yo…
—… te gusto Wendy, me quieres y mucho. —decía el chico de la nada interrumpiéndola y dejándola con la boca abierta—
—¡¿Ya lo sabias?! —pregunto la dragoncita muy sorprendida y se podría decir que hasta un poquito molesta— ¡¿Desde cuándo?!
—Desde hace varias semanas. Te escuche a ti hablando con Lucy sobre eso, perdón por haberlas espiado ese día. —se disculpó el prota arrepentido, pero no tanto— Aunque es bueno que me haya enterado.
—¿Por qué? —susurro Wendy mirándolo fijamente, ella no lo sabía, pero se iba a poner muy contenta con lo que iba a escuchar, aunque ya lo estaba por el beso de Natsu—
—Si no te hubiera escuchado decir que estabas enamorada de mí no me hubiera dado cuenta de que yo también lo estoy de ti. —el chico agarro la mano de la chica y la jalo hasta si, abrazándola fuertemente— Te amo Wendy. Estoy enamorado de ti.
—Yo también te quiero, Natsu. —confeso Wendy quitándose un gran peso de encima. Abrazo fuertemente al dragón mayor y no pudo evitar llorar de la felicidad—
Ya estaba atardeciendo y pronto se haría de noche. Natsu tuvo la idea de quedarse a dormir debajo del enorme árbol pero a Wendy no le agrado la idea para nada. No porque tuviera que dormir en el suelo y a la intemperie: sino porque tendría que dormir en el mismo saco de dormir con Natsu y esa la dejaba nerviosa e insegura. Pensó que no estaría bien que durmieran juntos, aunque no tuviera razón para pensar que estaría mal. Al final Natsu la obligo (técnicamente no la obligo, porque ella no se resistió para nada) y ambos se acostaron dentro del saco, estaban un poco apretados pero muy cómodos y calentitos. En poco tiempo se quedaron dormidos escuchando las cigarras que estaban en las ramas del gran árbol.
—Espero que Natsu y Wendy la estén pasando bien. —decía una rubia maga de espíritus estelares acostada sobre su cómoda cama dentro de su casa en la ciudad de Magnolia— Ojala que estén siendo sinceros y se hayan confesado ya.
—¿Natsu y Wendy confesándose? —pregunto una chica de cabello rojo que de la nada estaba acostada la lado de Lucy—
—¡¿Erza?! ¡¿Qué haces aquí, en mi casa, acostada sobre mi cama conmigo?!
—Estaba cansada, y los dormitorios del gremio están muy lejos así que pensé en dormir aquí. —Erza se levanta de la cama y se cruza de brazos con una expresión muy seria— Pero ahora me entero que Natsu y Wendy tienen que confesarse, ¿alguna explicación Lucy?
—Ahí no. —se quejó Lucy sintiéndose atrapada—
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Lucy Casamentera - Fairy Tail
FanfictionNatsu es el más despreocupado mago de Fairy Tail, tanto que desconoce que la pequeña Wendy tiene fuertes sentimientos hacia él. Wendy se siente mal y ha decidido rendirse y tragarse sus sentimientos, pero la maga celestial no dejara que su amiguita...