Estaba oscuro y había ruido, notaba los vaivenes, gente gritando. Abrí un poco los ojos, me dolía la cabeza, sólo vi tubos y cosas borrosas, no vi ninguna cara, no había rostros, solo movimientos bruscos.
Noté mis brazos, mis piernas, me quise hacer consciente de mi cuerpo, noté los dedos, la cabeza, quería prepararme físicamente para intentar abrir los ojos de nuevo, quería poder ver y entender qué pasaba, por qué no podía moverme.
Notaba dolor, era físico esta vez, ¿esta vez? ¿Qué pasó? Me abrumé, las sensaciones eran fuertes, no paraba de escuchar muchas cosas inconexas, muchas voces que no decían nada.
Luego un pitido ensordecedor,
Y luego
Silencio.
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historias para dormir feliz
Non-Fictionpequeños cuentos cortos para alegrar las noches.