04.

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ㅤㅤㅤ El año se fue en un suspiro, los sentimientos de Jeongin no dejaron de crecer; sin embargo temía confesarse. Su relación con Felix..., no quería arruinarla. Jeongin amaba el vínculo de amistad y compañerismo que habían formado, por eso decidió callar. Reprimió sus sentimientos sin dificultad alguna, dejó de prestarle atención a la voz interior exigiendo más, rogando una mirada más amorosa, una caricia más íntima; Jeongin las asimiló como ruido, al igual que hacía con la mayoría de sonidos provenientes del entorno.

Sin embargo, una noche todo se salió de control haciendo añicos el pronóstico lógico.

ㅤㅤㅤ Los dos amigos estaban sentados en la alfombra de la sala bebiendo, celebrando que Jeongin había terminado de rendir todos sus exámenes y Felix tendría pronto una pequeña licencia. Era casi la una de la mañana, los dos estaban borrachos.

-Innie, estoy pensando en volver a Australia... -balbuceó Felix.

El corazón de Jeongin se hundió al escucharlo.

-No puedes. -espetó Jeongin-. Me gustas, hyung. No me dejes.

Felix lo vio confundido, le tomó unos cuantos segundos comprender el significado de aquellas palabras, cuando lo hizo sus ojos se agrandaron y su mandíbula cayó.

-A pasar... año nuevo. -musitó Felix.

-Ah. -Jeongin se congeló en el lugar.

-¿Te gusto? -preguntó Felix acercándose.

-Mucho. -admitió Jeongin de inmediato.

Su cabeza comenzó a dar vueltas y su ritmo cardíaco se disparó. Felix se acercaba más y más, Jeongin solo podía pensar en lo hermoso que se veía; ojos oscuros estrellados, el aleteo de las largas pestañas; bonitas pecas salpicadas desde los párpados hasta la parte baja de sus pómulos, tentadores labios rojos entreabiertos. Jeongin jadeó abrumado.
ㅤㅤㅤ Felix lo atrajo por las mejillas con sus suaves y delicadas manos. Susurros ininteligibles impactaron la carne de los labios Jeongin, los alientos se mezclaron; un último gimoteo entrecortado escapó libre de su boca, el resto fueron ahogados en un beso.

Ese beso... dejó a Jeongin eufórico. Fue lento y dulce, los labios de Felix sabían a alcohol, fruta y merengue del pastel que había horneado para la ocasión. Fue muy experimental, también las caricias que intercambiaron, temblorosas, frágiles y temerosas.

-Hyung... -llamó Jeongin, apenas separando sus labios de los Felix.

-Innie. -respondió Felix con voz imposiblemente grave, subarmónica. El cuerpo de Jeongin tradujo el estímulo en un profundo escalofrío, el sonido vibró en su labio inferior, hizo que se le pusiera la piel de gallina-. Mi dulce Innie.

Las manos de Felix bajaron por sus mejillas, cuello, torso, hasta su cintura. Jeongin se deshizo en el agarre, se dejó llevar por el mayor, un suave empuje lo llevó a acostarse sobre la alfombra, rodeó los estrechos hombros de Felix con sus brazos.

-Sería incapaz de dejarte, mi chico precioso. -susurró Felix. Deslizó las manos bajo la camiseta de Jeongin, acarició los costados del abdomen desnudo con sumo cuidado.

-¿De verdad? -Jeongin tomó a Felix por las mejillas, lo apartó para mirarlo.

-Sí. -respondió Felix con una sonrisa de oreja a oreja.

-Hyung, ¿yo también te gusto? -preguntó Jeongin con ojos ilusionados.

Las manos de Felix alcanzaron la parte baja de sus costillas, Jeongin inconscientemente se encorvó.

-Gustar se queda corto.

ㅤㅤㅤ La mañana siguiente; Jeongin despertó con Felix acurrucado en su pecho. Las imágenes de la noche anterior se encontraban dispersas en su mente, una a una emergieron de su memoria intoxicada; borrosas a comienzos, de manera paulatina fueron tomando claridad y forma.

No puedo creerlo. ¿No será un sueño?

Intentó apartar a Felix sin despertarlo pero no lo logró; Felix terminó despertado poco después. Jeongin no pudo evitar tensarse. ¿Y si el mayor se arrepentía?, ¿y si solo había intimado con él por la influencia del alcohol?

-Innie. -llamó Felix. Se frotó los ojos con una mano y bostezó.

-Hyung... despertaste. -respondió Jeongin con miedo.

ㅤㅤㅤ El miedo y la inseguridad fueron desplazados con celeridad. Felix se desperezó sobre el cuerpo de Jeongin para segundos más tarde volver a acurrucarse. Jeongin sintió la presión de un beso húmedo en su pecho izquierdo, una fuerte ola de calor lo invadió de pies a cabeza.

-¿Dormiste bien?

Las manos y boca de Felix calentaron su cuerpo. Jeongin se deshizo en suspiros.

El tren de las seis | Jeonglix osDonde viven las historias. Descúbrelo ahora