Solo fué un momento en que se conocieron, dijo su nombre y presentó a su leal amigo y pokémon, le salvó la vida y eso fué suficiente para que tuviera especial interés en él.
Él continuó con su viaje, pero nunca dejó de observarlo, cada momento, cada...
Inicios de la Liga Corona, por el mundo varios Dragonites surcaban los cielos buscando entrenadores que les parecieran buenos para entregar las invitaciones, uno a uno hasta que se terminaban sus cargamentos.
Entre ellos, estaba la Dragonite de Ash, quién quiso ayudar a sus congéneres y probar su nueva velocidad al volar, sobrevolando Kanto, se llevó la sorpresa de ver a Delia manteniendo un combate bastante reñido con Agatha del Alto Mando de Kanto.
Su sorpresa era muy grande que incluso se le acercó para asegurarse de ser ella, y lo era, Delia también le reconoció y se abrazaron alegres de verse.
Al mismo tiempo había llegado Dragapult con nuevas cartas para Delia y está queriendo consentir en una forma a su hijo, le dió una canasta de bocadillos a Dragapult quién aceptaba la tarea de llevarlo.
Dragonite se lo había pensado por unos momentos, pero eventualmente buscó en su bolso de correos una de las invitaciones junto a un VIP y se los entregó a Delia sin decir mucho, y para continuar con su trabajo solo se despidió con su manita y se fue volando.
Delia miró las invitaciones y recordó las cartas de Ash sobre el evento.
Ahora Delia con su bolso lleno de pokeballs al hombro y una maleta en una mano, miraba a los alrededores, estaban en la cima del Monte Corona, podía ver los hermosos paisajes de Sinnoh, pero ahora lo que más mantiene ocupada su mente es buscar a su hijo, sabe que él va a hacerse pasar por un entrenador más, así que lo quiere ver aunque sea a la distancia.
El pase VIP hizo que le permitieran ser de las primeras en llegar con unos privilegios extras y la otra invitación se la dio a Ritchie, ya que no dejaba de retarla para mejorar como entrenador, se puede decir que sintió lástima y por eso se lo dió, al menos descansa de él un rato pues tiene que esperar a que lo dejen subir.
-Mamá?!- una voz llamó a Delia
Ella voltea la mirada y pasa a mirar a un árbol cerca suyo, las lágrimas rodaron por sus mejillas al ver a Ash sentado en una de las ramas junto a Greninja y Lucario mientras que Pikachu estaba en el hombro del joven.
Ash emocionado de verla de nuevo después de tanto tiempo, bajó de un salto colocándose enfrente de su madre, había crecido tanto que ahora era más alto que su madre aunque sea por unos centímetros, parece que se acostumbró al frío pues no se muestra afectado pese a su vestimenta que parece adecuado para el verano y en lugar de su característica gorra, su cabeza fué adornada por un par de plumas, plumas que muchos solo ven en ilustraciones de leyendas, pues una es de Lugia y otra de Ho-oh.
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-¡Ash! Hijo!- Delia no se contuvo en abrazar a su primogénito con bastante fuerza como si tuviera miedo de perderlo nuevamente.
-También te extrañé Mamá!- corresponde el abrazó el joven azabache, no se ve afectado por la fuerza de la mujer y cuida de no apretarla mucho en ese lindo reencuentro.
