Capítulo 6

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No sabe cómo, pero el Profesor Oak logró sacar a Delia del laboratorio, ahora ambos están afuera discutiendo de lo que ocurrió y lo que va a pasar.

-Sé que estás enojada, y yo también lo estoy! Pero no podemos ser impulsivos!- decía Oak mientras Delia se limpiaba los ojos, el enojo que sintió la hizo llorar.

-Simplemente no puedo creer que de un momento a otro todo se fuera directo a la mierda!- confesó Delia mientras miraba a la distancia el pueblo destrozado, las batallas fueron intensas y aún hay vandalismo aunque el objetivo no esté.

-Pero qué pensaría Ash en esta situación? Puede que se enojaría también, pero no lastimaría a nadie intencionalmente, y tú no lo criaste para hacer eso- dice Oak.

-....- Delia no responde y opta por mirar al cielo en un intento de quitar las lágrimas.

De repente el pequeño Dreepy que había llegado al pueblo, aparece ante la vista de Delia, está parpadea varias veces para confirmar si está viendo bien, mientras el pequeño dragón fantasma se le acerca a la cara para confirmar quién es.

-¿Quién es éste Pokémon?- preguntó Delia manteniendo una pequeña lucha de miradas con el Pokémon.

-Es un Dreepy, son originarios de Galar, es de tipo Dragón y Fantasma, su evolución final es Dragapult- dice Oak también mirando al pequeño confundido, sobre todo por el aparente pergamino que lleva en la boca.

-Dreepy! Dreepy! Dreepy!- llama el Pokémon empezando a volar en círculos y luego se acerca más a Delia.

-Para mí?- extiende la mano y el dragoncito entrega su carga.

-Por mi madre!- Oak cae al suelo espantando a Delia y al Dreepy quien se hizo invisible pensando que algo malo pasaría.

Del suelo se asomó la cabeza de Krokodile, el culpable de que el viejo profesor cayera. Krokodile tenía un vendaje en el hocico, que al parecer le terminó de molestar para finalmente arrancarlo de su cara, mostrando una horrible herida y terminar de salir completamente del agujero.

-¿Te escapaste del Centro Pokémon?- pregunta Delia.

-Krokodile!- responde el Pokémon sonriendo cínicamente antes de revisar a los alrededores si hay una amenaza.

El está determinado en proteger a Delia sin importar qué tan herido esté, no le quiere fallar a su entrenador y si una de las personas más importantes es Delia, la va a proteger hasta el final absoluto.

Sin que ninguno lo notará eran observados por un par de pokémon, pokémon que eran del bando atacante, específicamente, dos pokémon de Ash, estos en medio de la discusión que tenía Delia con los amigos de su hijo, se liberaron y ocultaron cuando escucharon que se los querían llevar.

Oshawott y Rowlett observaban inquietos, queriendo saber si los va a conservar o no, al ver a Krokodile el pesar de la culpa volvió a ellos. Siguen sin entender porque reaccionaron así, querían asesinar a su entrenador, un amigo, un padre!

Ahora ven una parte de lo que pudieron haberle hecho, reflejado en uno de sus amigos, amigo que pasó a odiarlos y desconfiar en ellos, y de los otros que se fueron con Ash a quien sabe dónde, ni se diga.

-Uh? Una carta?- los pensamientos de los pequeños pokémon fueron desviados por la voz de Delia.

Está solo le dió un pequeño regaño a Krokodile para que no se fugara estando aún herido, pero no fué a más, eso le recordaba a Ash, que de pequeño se arriesgaba con tal de ver feliz a su madre. Ahora desenrollando el pergamino que le dieron, encontró una escritura en la hoja que la hizo comprender que tenía un mensaje para ella.

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