Capítulo II

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       Capitulo 2



Las diez menos veinte y yo de pie en primera fila con Andreas a mi lado, si, habíamos pagado los tickets mas caros para verle en vivo y en directo, en primer plano y así poder apreciar hasta la minúscula gota de sudor que le recorriera la frente

  Inevitablemente ahí estaba yo, siendo yo mismo. Sí, había ido de compras esa misma tarde pero termine adquiriendo ropa de mi estilo extravagante. Tenía unos jeans rotos y muy ajustados, una playera negra decorada con un millar de tachuelas doradas y por encima una sudadera bastante holgada para mi, con una gran capucha que traía impresa una estampa muy mona, eran un centenar de cadenas que similaban una una calavera dorada. 

  Sin duda esa era mi propia creación de rapero de los altos. En realidad es lo que quise hacerme creer a mi mismo, no pasaba de parecerme a uno de los bailarines de Madonna o a un cantante pop. Pero tenía que sentirme acorde, por lo menos eso.

Con las manos ancladas en los bolsillos y la vista clavada al suelo, oía las burlas de todos los demás allí presente que, al igual que yo, esperaban por el show de Tom. Algunos me gritaban "No es un concierto de Lady Gaga" "Este no es tu sitio" "señorita" "el concierto de NENA es hasta el mes entrante" pero los ignoraba por completo, en realidad intentaba no oírles pero me era imposible ignorar los miles de insultos y burlas a mi alrededor.


-Yo me voy -Solté en un grito a mi amigo girándome dispuesto a salir de allí-

-Que no tío, que pagaste un pastón para estar aquí. -Me tomó del brazo jalando de él-

-No puedo quedarme, no quiero ser victima de un sorpresivo ataque por ser diferente. Yo no...


Pero no puede acabar mi discurso de autocompación. Las luces de apagaron y el escenario se iluminó por completo. Tom caminó por este con aires de chulo y la música invadió mis tímpanos, quedé inmóvil y estupefacto observándolo sobre la inmensa tarima que nos separaba. Él. Yo. Como si nadie más existiera y aún así no podía verme.

  Deseaba ponerme a saltar, gritarle que estaba allí, que había ido como él me lo había pedido. Y me sentí un idiota. ¿acaso estaba admitiendo que toda aquella ropa nueva no era solo mi estilo sino que era para impresionarlo? Si, quería que me viera que dijera "vaya, vino. Y se ve hermoso"

  Era tan idiota y estaba tan consciente de ello. 

Salté disfruté y canté. Mis ilusiones de que me viera se desvanecían conforme pasaba el tiempo y fue corriendo rápidamente. Hasta el final del concierto mi corazón dolía de puras ansias

  Su grave voz anunció que cantaría su última canción. Parloteó un poco contando anécdotas de sus últimos meses mientras escribía esa canción, más para recuperar el aliento que había perdido de tantos saltar y rapear que porque tuviera que ver con la letra.

  Se secó el sudor de su frente y observó el lugar. Todo fue tan inesperado y el silenció formado me erizó el bello de todo  el cuerpo. El sonrió como si buscara ansioso algo y mi corazón se aceleró


-¡Aquí... Tom! -reconocí esa voz y vi como Tom se giraba hacia mi a verme-


  Ruboricé, Andreas llamó su atención y, abrazándome, le saludo con su mano libre. Tom hizo algo que no pude quitarme de la cabeza lo que restó de concierto, él me sonrío con complicidad. Me había insinuado tantas cosas y no bastó que abriese la boca

The RapperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora