Canciones de la adolescencia

Capitulo 38: La grulla volando entre los nueve cielos-truenos

Lei Yunhe sujetó la espada de Lei Wu Jie con ambos dedos.

"¡Una vez rompí el Monte Cangshan con un solo dedo! ¡Una vez corté los cielos y la tierra con dos!"

Por arrogante que haya sonado, de alguna manera sonó natural cuando Lei Yunhe lo dijo, porque era verdad. Hace todos esos años, asaltó el Monte Qingcheng solo y, con un solo dedo, abrió un camino a través de los cientos de daoístas que vinieron a bloquearlo. Con dos dedos, destrozó el techo del Salón del Cielo y la Tierra hasta que finalmente se encontró cara a cara con Zhao Yuzhen, que todavía estaba en medio de su reclusión.

"Tengo un hermano. Una vez vio tu espada y proclamó que la más bella de las artes marciales tenía que ser la espada. Yo también deseo verlo." Lei Yunhe luego señaló con tres dedos a Zhao Yuzhen que meditaba.

Esa fue la última vez que alguien escuchó de su leyenda dentro del mundo marcial. Cómo terminó esa batalla, nadie lo sabía. Todo lo que sabían era que después de señalar con tres dedos a Zhao Yuzhen, descendió solo de la montaña. Zhao Yuzhen continuó con su reclusión y nunca más se supo de Lei Yunhe.

A pesar de eso, Lei Wu Jie no pudo evitar temblar de emoción al enfrentarse a esta figura legendaria. Eso fue porque lo vio. Así es, lo vio: ¡los Thundercrack Fingers! Incluso para los del Clan Lei, esta habilidad era materia de leyendas. Con un solo dedo, el monte Cangshan se rompió. Con dos, los cielos y la tierra fueron separados. Aunque el nombre de Lei Yunhe ahora era tabú, la leyenda de esta habilidad seguía siendo una de sus favoritas. ¡De pie justo delante de él en este mismo segundo estaba dicha leyenda!

¡Incluso tuvo la oportunidad de desafiar a esta leyenda!

Lei Wu Jie gritó. Aunque la Espada del Terror Asesino todavía estaba atrapada entre dos dedos, eso no afectó su poder en lo más mínimo, ya que obligó a Lei Yunhe a retroceder varios pasos, ¡una explosión ensordecedora resonó en todo el piso con cada paso!

"¡Bien! ¡Veo la imagen de un joven Lei Hong dentro de ti!" Lei Yunhe se rió a carcajadas antes de abrir repentinamente ambos dedos.

Con la espada sin atar , Lei Wu Jie cortó su espada en el aire con un aullido, enviando una ola de qi de espada roja directamente a Lei Yunhe. Sin embargo, el hombre no se retiró, un solo dedo salió disparado y, donde estaba ese dedo, el qi de la espada se disipó. Otro dedo se levantó.

¡Dos dedos para cortar los cielos y la tierra!

En ese mismo momento, Lei Wu Jie pudo oler el olor de la muerte invadiéndolo. A pesar de que experimentó varios encuentros cercanos con la muerte en Khotan, ninguno de ellos fue así, ninguno desprendía un olor tan fuerte a muerte. Se decía que cuando la muerte se cernía sobre una persona, su vida destellaba ante sus propios ojos. En este momento, eso era exactamente lo que estaba experimentando Lei Wu Jie.

Un hombre vestido de gris le preguntó una vez: "Eres del Clan Lei, ¿Cuál crees que es el arma más poderosa de este mundo?"

"Nuestros tíos marciales dicen que son explosivos". Un joven Lei Wu Jie respondió mientras se mordía los dedos.

"Entonces, ¿Qué es lo más hermoso?" preguntó el hombre.

"¿Hermoso? ¿Qué es eso?" Lei Wu Jie sacudió la cabeza confundido.

"Conoces el poder de los explosivos, pero ¿conoces la espada?" El hombre de mediana edad con túnica gris continuó sin responderle.

Lei Wu Jie negó con la cabeza una vez más.

"¿Quieres verlo?"

Esta vez, Lei Wu Jie asintió.

"¡Bien!"