10 veces en las que James vio a Hermione y 1 en la que hizo algo al respecto.

+1 vez en la que James hizo algo al respecto.

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Era un nueve de febrero de 1981. Estaba nevando. Era una nieve blanca y fría, un clima peligroso para cualquiera, aunque ante los ojos de James Potter, los copos de nieve caían suavemente, cubriendo las calles de una manera hermosa a la vista. Él sabía que si lo decía, sus amigos se reirían de él. Era un romántico, pero ¿qué importaba? Ser de esa manera le había traído cosas maravillosas en su vida. Por otra parte, sus padres lo habían criado de esa forma, lleno de amor y alegría, por lo que no podía ser de una manera diferente incluso si lo intentara.

James estaba observando desde el interior de su hogar, bebiendo una cálida taza de chocolate caliente preparada por Lily, su ex esposa (todavía nadie salvo sus mejores amigos se habían enterado de eso), mientras escuchaba la risa de su pequeño hijo bebé, los regaños de Lily porque Sirius estaba causando un desastre en su forma de canina y la risa de Remus, que parecía infinitamente divertido.

Todo estaba perfecto. Fue maravilloso. Pero James sentía que faltaba algo, alguien (y no era solo Peter, quien había estado faltando mucho en sus visitas). Él hombre sabía quien faltaba, era Hermione. Ella simplemente no estaba allí y eso todavía lo molestaba.

A decir verdad, las cosas habían resultado extrañas después de que se enamoró de Hermione. Él, que durante sus primeros años en Hogwarts creyó firmemente que Lily Evans sería el amor de su vida y su esposa, terminó enamorándose de otra chica. Una chica que ni siquiera era de su misma línea de tiempo, pero que, maldita sea, había logrado hacer que su corazón, comúnmente cálido, se quemara como si tuviera fuego. Un fuego agradable, llamativo y que lo hacía más feliz que cualquier otra cosa en el mundo. Esa misma chica fue el gran amor de su vida y fue también quien le rompió el corazón, pero James ni siquiera pudo odiarla porque entendía completamente sus razones. Además, Hermione siempre fue dulce y amable con él todas las veces que interactuaron.

Está bien, James sabía que no todo en Hermione era perfecto, ¿pero no era eso algo que te hace humano? La perfección no existía, el ser humano estaba lleno de colores y matices que, a veces, simplemente no te podrían gustar. Por ejemplo, a James no le gustaba cuando Hermione era terca, demasiado perfeccionista y era bastante insegura, haciendo que tratase de compensar ese sentimiento siendo la mejor en todo (como una sabelotodo mandona) y proyectando una confianza en sí misma que, a veces, resultaba irritante. Pero aún cuando no le gustaba eso, él todavía la amaba. Sabía que Hermione no era perfecta, de la misma manera en que él no era perfecto (por mucho que le costara admitirlo) y eso estaba bien.

Simplemente podrían no ser perfectos juntos y todavía amarse. Sus padres hicieron eso, James quería tener un matrimonio igual algún día. Le hubiese gustado que fuese con Hermione, pero las cosas simplemente no resultaron así.

La última vez que había visto a la chica fue durante su séptimo año. Ella estaba parada allí, herida, sucia y llena de sangre, mientras abrazaba a un chico pelinegro que era parecido a él. Fue su última aparición y duró apenas unos segundos, Lily y Remus estuvieron con él cuando sucedió. Fue algo que lo dejó marcado. Y que generó bastantes teorías por parte de Remus y Lily e, incluso, por parte de Sirius y Peter.

Con el tiempo, James se casó con Lily. Tuvieron un matrimonio agradable los primeros años y terminaron concibiendo a Harry. Pero solo fue eso; agradable. No mágico o feliz. Solo agradable. Para cuando Lily dio a luz a Harry, ambos se habían dado cuenta de que aparte de verse como un potencial compañero sexual, no se veían de otra forma. No había amor, al menos, no el amor que se esperaba en un matrimonio.