𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝟐 | Ojos marrones que alivian tensiones

1.2K 230 34
                                    




¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Los ojos marrones observaron los azules.

Los ojos azules observaron los marrones.

Los segundos parecieron eternos para ambos infantes, podían sentir la mirada de los adultos sobre ellos dos, ambos esperaban a que uno sonriera, a que actuaran de la misma manera que haría un niño común y corriente e invitara al otro a jugar.

Pero nada en León Cromwell y Cale Henituse era común y corriente.

—Mocoso —la áspera voz de sir. Arthur lo hizo abandonar la vista de aquellos ojos marrones que parecían disipar sus tensiones —saluda al hijo del conde como corresponde.

Los ojos azules del felino brillaron con molestia.

—No puedes estar hablando en serio —el azabache murmuró con molestia, recibiendo a cambio una mirada mordaz que no sacudió ni uno de sus huesos por parte del anciano.

—Sigue las órdenes —Sir. Arthur gruñó en respuesta.

León bufó para volver a encarar los orbes curiosos del pelirrojo. —¿Qué tal? —Sir. Arthur suspiró avergonzado lo que hizo sonreír al niño —Soy León Cromwell ¿y tú?

—¿Por qué me haces esto? —El anciano le susurró mirando cómo el hijo del conde parecía estar tan sorprendido como su padre.

León solo sonrió, joder a Sir. Arthur nunca estaría de más. 

—Cale Henituse —una pequeña mano se puso frente a él, el niño pelirrojo lo miraba con una leve sonrisa divertido ante el comportamiento del niño —un gusto conocerte, Cromwell.

León lo miró de arriba a abajo, importándole poco si era una falta de respeto o si Arthur clavaba dagas en su espalda —eres diferente a lo que imaginé.

—¿Qué era lo que esperabas? —Cale preguntó, pareciendo incluso más divertido que antes.

—A un niño grosero y descarado —León respondió sin titubear —, casi tanto o aún más que yo, a un hijo de papi que es tan molesto como un mosquito.

—Tal vez lo soy —la sonrisa del pelirrojo nunca había sido tan grande como en ese momento, sus ojos se mantuvieron fijos en los azules que parecían haberlo hipnotizado porque era incapaz de despegar su mirada de ellos —. Pero tendrás que conocerme más para descubrirlo.

—¿Oh es así? —León correspondió su sonrisa casi al instante —. En ese caso, lo lamento, joven conde, parece que no se librará de mí hasta que confirme mi teoría.

—¿Y qué pasará si la confirmas?

—Para ese tiempo ya sabré si vale la pena o no, si quedarme o largarme.

𝐋𝐈𝐎𝐍 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓  ━━━━━━ Cale Henituse x Male readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora