𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝟑 | Fallo

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Los ojos azules miraron al hombre frente a él

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Los ojos azules miraron al hombre frente a él. Cale comía en silencio, a diferencia suya, quien no había tocado su platillo desde que había tomado asiento.

León Cromwell había nacido y sido criado como un callejero, millones de reglas fueron inculcadas por su madre y sus tíos en su cerebro, pequeños tips de supervivencia que las ratas como ellos debían seguir para sobrevivir a los grandes leones que se alzaban sobre ellos, León solía ignorar la mayoría, pero hubo una que nunca pasó por alto.

No comas a menos que estés seguro. Fue lo que había dicho su madre cuando llegó corriendo hacia ella, con el pequeño cachorro que había adoptado entre brazos.

El can agonizaba, había sido envenenado —. Las personas lloran por los perros —había dicho la mujer acariciando las mejillas húmedas de su único hijo —son lindos, son leales, pero no lo hacen con las ratas, nunca lloran cuando nos envenenan, ni acarician nuestros pelajes cuando agonizamos, mi pequeño león, nunca comas nada si no te sientes seguro, algún día podrías terminar en el lugar de Tommy.

El hombre suspiró llamando la atención de la basura sobre él.

—¿Pasa algo? —el pelirrojo preguntó inclinando su cabeza con leve curiosidad.

—Debo irme —contestó, levantándose de su asiento con lentitud, se sentía tan cansado y pesado que dudaba sobre si llegaría a su pequeño refugio antes de colapsar —gracias por la cena Cale —murmuró con una pequeña sonrisa antes de escabullirse fuera de la casa del conde.

Sus pasos eran silenciosos, la casa del conde fue como un segundo hogar, desde que era un infante había corrido por los pasillos de la mansión con Cale a sus espaldas, conocía el lugar como la palma de su mano, conocía a cada uno de los trabajadores y a cada integrante de la familia Henitsue como si fueran su propia familia.

Sabía sus horarios, sabía cómo evitarlos, y sabía engañarlos. Pero Ron Molan siempre fue una molesta excepción.

El viejo mayordomo tenía una capacidad innata para aparecer frente a él cada que León intentaba escapar, desde que era niño había sido así, cuando intentaba escabullirse del cuarto de Cale hacia la ciudad en busca de una alguna aventura Ron ya lo estaba esperando en la puerta, cuando intentaba irse a otro territorio sin avisar a nadie Ron ya se encontraba junto a su caballo obligándolo a regresar, cuando huía de sus entrenamientos era Ron quien siempre lo encontraba.

Ron lo había estudiado tanto como él había estudiado a los otros.

Tal vez por eso cuando tomó su morral y salió de la mansión lo hizo casi corriendo, si Ron lo veía lo cuestionaría, León no estaba de humor para eso.

La mansión ya no se sentía como un segundo hogar, el aire ya no parecía tan fresco, y los colores parecían más opacos. Y Cale, ya no parecía perfecto.

𝐋𝐈𝐎𝐍 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓  ━━━━━━ Cale Henituse x Male readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora