𝐀𝐂𝐓𝐎 𝟏| 𝐋𝐈𝐍𝐈𝐔𝐒 𝐁𝐑𝐎𝐖𝐍𝐋𝐄𝐒𝐒

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—Sir Arthur es un dolor de culo —dijo en cuanto entró a la habitación del noble

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—Sir Arthur es un dolor de culo —dijo en cuanto entró a la habitación del noble.

Cale sonrió, ¿Quién más si no era León Cromwell tendría la audacia como para entrar así a su habitación?

—¿Ahora qué hizo? —el noble preguntó desde su cama, tomándose un momento para admirar a su mejor amigo con su ropa de entrenamiento cubierto de sudor y tierra.

El Cromwell suspiro para desenvainar su espada del cinturón y arrojarla a una de las esquinas del lugar, estiro sus brazos como un gato hasta que su espalda soltó un tronido que lo hizo suspirar de alivio.

—No deja de parlotear sobre lo mismo —gruñó para arrojarse hacia la cama ignorando la mueca de disgusto en el rostro del contrario por su estado desordenado se envolvió entre las limpias y suaves sábanas.

—Las van a tener que volver a cambiar —Cale señaló con disgusto.

—Shhh —la mano enguantada del contrario señaló el rostro del noble —déjame descansar y quejarme niño rico.

Poniendo los ojos en blanco Cale dirigió su mano a la cabellera azabache del contrario, importándole poco que el cabello del contrario se encontrara húmedo, hizo suaves masajes en su cuero cabelludo, León no solo compartía su nombre con un felino, también disfrutaba de las caricias como si fuera uno.

—El viejo sigue insistiendo en que debería acompañarlo en su viaje —León explicó, luego de un silencio, Cale siguió dando suaves caricias a su cabello, aun si su corazón se había detenido por unos segundos.

¿León acompañaría al caballero en su viaje? ¿Irse? ¿Abandonarlo?

—No deja de decir lo mismo, un caballero esto... un caballero aquello... talento y blah blah blah... el siguiente paso para ser uno de los mejores, que molesto.

—No tienes que irte —Cale murmuró —puedes ser un caballero para mi familia, puedo convencer a mi padre de que seas mi caballero, ni siquiera tendrías que trabajar, solo quedarte a mi lado, como haces siempre, y sé que puedes protegerme, no tienes que acompañar al anciano.

León sonrió —no tienes que darme trabajo para que me quede Caly, acompañar al saco de huesos por todo Roan suena como un infierno, nunca lo haría.

Cale sonrió extendió su meñique en un gesto infantil que no le importaba hacer, después de todo, eran niños, solo tenían 12 años, no debían tener que elegir entre una vida o una sentencia.

—¿Lo prometes?

Soltando una pequeña risa, León entrelazo sus dedos, dándole esa gran sonrisa que solo Cale Henituse era capaz de ver —¡Lo prometo!

—¡Mamá! —León corrió por el burdel, las mujeres que trabajaban en ese lugar le sonrieron, algunas palmearon su espalda y revolvieron su caballera

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—¡Mamá! —León corrió por el burdel, las mujeres que trabajaban en ese lugar le sonrieron, algunas palmearon su espalda y revolvieron su caballera.

—Está en el segundo piso Leo —una de las chicas le dijo, Marceline era solo dos años mayor que él, y también era de las más solicitadas durante el día y la noche —¿Ya comiste? —la chica preguntó con una sonrisa amorosa, Mar era como una hermana mayor genial.

—¡Sí! —León asintió —Caly hizo que su cocinero Beacrox preparara un gran bistec solo para nosotros dos —Marceline lo escuchó atentamente —¡Verdad que es genial!

Mar asintió mirándolo con dulzura —lo es, pero no puedes aprovecharte de Cale ¿De acuerdo? —el niño la mira en silencio —ustedes son amigos Leo, los dos deben apoyarse, y así como Cale te ayuda tú debes ayudarlo.

—¡Sí! ¡Seré el mejor amigo del mundo! ¡Ayudaré y protegeré a Caly! —Marceline beso su frente en respuesta.

—Ve a buscar a tu mamá que debe estar esperándote.

El menor abrazo a la chica en un movimiento rápido antes de correr escaleras arriba.

Su mamá y Marceline siempre le decían lo mismo, no podía dejarse llevar por la fortuna de Cale, no podía aprovecharse de su amistad e inocencia, León dio tanto como pudo a su amigo, él no tenía una gran fortuna, ni podía invitarle grandes manjares como los que Cale lo invitaba, en su lugar intento hacerlo lo más feliz posible, hacerlo reír y sonreír, estar para él en lo que fuera.

—Mamá —abrió la puerta de la habitación, su voz había bajado considerablemente de volumen, Cynthia Cromwell había enfermado recientemente, las chicas decían que se curaría, pero que debía ser paciente, por eso León espero día y noche por ver alguna mejoría, aun así el cuerpo caprichoso de la mujer que lo había dado a luz parecía recio a levantarse de la cama.

—Linius...

Sus labios se abultaron en una mueca, la mujer enferma había comenzado a susurrar sin parar el nombre del dueño de las tierras en donde vivían desde hace algunos días.

—No mamá —sus pequeñas manos envolvieron las de su madre —soy León.

—Mi Linius —suspiro sin atreverse a corregirla, ella no lo escuchaba —¿Dónde has estado? —la adulta sollozó, como si la breve ausencia de su hijo hubiera sido eterna, aunque León sabía que ella no estaba lamentado su partida, ella lamentaba la de Linius.

—Estuve con un amigo —el niño contestó —Cale, ¿Recuerdas? Te he hablado de él, Sir Arthur me lo presentó, al principio creí que era un imbécil, lo es, pero es uno divertido.

—¡Mentira! —Cynthia gritó apretando las manos de su hijo con fuerza —¡Estuviste con ella! —grito entre llantos.

Dudoso el chico negó, ¿Qué se suponía que hiciera? Su mamá no era así, su mamá no gritaba, ni lloraba, ella... Ella era cálida, no era la mujer fría que estrujaba sus manos con fuerza sobrehumana.

—Estuve con Cale —murmuró con dolor ante el fuerte agarre —estuve con mi amigo.

—¡Dijiste que estarías con nosotros! —Cynthia sollozo —¡Dijiste que estarías conmigo!

—¡Aquí estoy! —León contestó con la misma desesperación al no saber qué hacer, maldiciendo su edad por no poder ayudar a su mamá.

—¿No te vas a ir? —Cynthia preguntó su agarre en las manos del niño, se aflojó.

—No me iré mamá.

Como si aquellas palabras activaran algo en ella, la mujer sonrió con la mayor alegría que León alguna vez había visto en su rostro —gracias Linius.

Poco tiempo después la mujer cayó dormida, pero no importó cuantas horas pasarán, León no pudo dejar de pensar.

¿Por qué Linius Brownless el apodado barón de oro, era tan importante para su mamá?

La respuesta a su pregunta llegaría con un agrio sabor de boca que nunca se iría.

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𝐋𝐈𝐎𝐍 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓  ━━━━━━ Cale Henituse x Male readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora