~𝙿𝚛ó𝚕𝚘𝚐𝚘~

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Max y Sergio eran una pareja de casados desde hacía ya dos años, y ambos podian asegurar que estos han sido los mejores de su vida.

Se aman, respetan, tienen plena confianza en el otro, y por sobre todas las cosas, mantenian una vida sexual activa. El sexo siempre había sido una experiencia bastante placentera en todos los ámbitos debido a la gran aplitud de conocimientos que tenían en el tema y la práctica.

Por esas misima razones, Checo se encontraba bastante confundido.

Hacía más de un mes las cosas ya no iban como acostumbraban, estando esté repentino y brusco cambio, de la mano de Max.

Siempre había sido Max el que se lanzaba como fiera encima del mayor para una buena follada de esas que te dejan implorando por profundas bocanadas de aire para restablecer sus forzados pulmones. Pero en estos dias, Max parecía esquivar cualquier insinuación para tener relaciones como si ya no lo disfrutara, y eso asustaba en demasía a Sergio.

El temor principal de Checo siempre era una posible infidelidad. Que Max sencillamente lo reemplazará porque ya no se sentía satisfecho con lo que él le daba en la cama. Estaba consciente de que la intimidad aunque no fuese algo primordial era bastante importante en una pareja y más si son casados, así como lo eran ellos.

Amaba muchísimo a Max y que esté lo engañara o abandonará, le dolería bastante.

-𝘕𝘰 𝘤𝘳𝘦ó 𝘲𝘶𝘦 𝘔𝘢𝘹 𝘵𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘪𝘯𝘧𝘪𝘦𝘭, 𝘊𝘩𝘦𝘤𝘰- dijo Alonso, tomando un sorbo de su té con miel.

-𝘚í, 𝘈𝘭𝘰𝘯𝘴𝘰 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘳𝘢𝘻ó𝘯. 𝘔𝘢𝘹 𝘵𝘦 𝘢𝘮𝘢 𝘥𝘦𝘮𝘢𝘴𝘪𝘢𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘢𝘭𝘨𝘰 𝘢𝘴í- dijo Sainz, el otro amigo de Sergio

-𝘌𝘴𝘰 𝘺𝘰 𝘭𝘰 𝘴é 𝘱𝘦𝘳𝘰...- suspiró con algo de pesadez, al tiempo que tomaba su café -𝘌𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘱𝘳𝘦𝘰𝘤𝘶𝘱𝘢𝘥𝘰 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘔𝘢𝘹 𝘫𝘢𝘮á𝘴 𝘴𝘦 𝘩𝘢𝘣í𝘢 𝘯𝘦𝘨𝘢𝘥𝘰 𝘢 𝘧𝘰𝘭𝘭𝘢𝘳. 𝘊𝘢𝘥𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘰 𝘱𝘪𝘦𝘯𝘴𝘰 𝘮𝘦 𝘳𝘦𝘴𝘶𝘭𝘵𝘢 𝘪𝘭ó𝘨𝘪𝘤𝘰, 𝘺 𝘴ó𝘭𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘰 𝘳𝘦𝘤𝘰𝘳𝘥𝘢𝘳 𝘭𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘦 𝘢𝘮𝘢𝘳𝘳ó 𝘢𝘭 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘢𝘭𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘮𝘢 𝘺 𝘮𝘦 𝘮𝘰𝘯𝘵ó 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘦 𝘦𝘯𝘰𝘫𝘦 𝘤𝘰𝘯 é𝘭, 𝘢𝘮𝘦𝘯𝘢𝘻𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳𝘭𝘰 𝘦𝘯 𝘢𝘣𝘴𝘵𝘪𝘯𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢.-

Escuchó las suaves risas burlonas de ambos.

-𝘋𝘦𝘣𝘦𝘳í𝘢𝘴 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘶𝘯 𝘱𝘰𝘤𝘰 𝘮á𝘴 𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘧𝘪𝘢𝘯𝘻𝘢 𝘦𝘯 𝘔𝘢𝘹. 𝘌𝘭 𝘥𝘦𝘣𝘦𝘳á 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘴𝘶𝘴 𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘯𝘰 𝘲𝘶𝘦𝘳𝘦𝘳 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘪𝘯𝘵𝘪𝘮𝘪𝘥𝘢𝘥. 𝘛𝘢𝘭 𝘷𝘦𝘻 𝘴ó𝘭𝘰 𝘥𝘦𝘣𝘢𝘴 𝘥𝘢𝘳𝘭𝘦 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘺 𝘴𝘦𝘳 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘳𝘦𝘯𝘴𝘪𝘷𝘰- sugirió Carlos posando su mano en el hombro de Pérez en señal de apoyo.

-𝘌𝘴𝘰 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪é𝘯 𝘭𝘰 𝘴é 𝘚𝘢𝘪𝘯𝘻. 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘯𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘰 𝘦𝘷𝘪𝘵𝘢𝘳 𝘱𝘦𝘯𝘴𝘢𝘳 𝘦𝘯 𝘭𝘰 𝘱𝘦𝘰𝘳. 𝘌𝘴 𝘧𝘳𝘶𝘴𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦 𝘷𝘦𝘳 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘮𝘦 𝘳𝘦𝘤𝘩𝘢𝘻𝘢 𝘰𝘭𝘪𝘮𝘱𝘪𝘤𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘢𝘴 𝘭𝘢𝘴 𝘱𝘳𝘰𝘱𝘶𝘦𝘴𝘵𝘢𝘴 𝘦 𝘪𝘯𝘴𝘪𝘯𝘶𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘦 𝘩𝘢𝘨𝘰- se lamento, poniendo sus brazos sobre la mesa y escondiendo su cabeza entre ellos.

-𝘕𝘰 𝘮𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘷𝘦𝘳𝘵𝘦 𝘢𝘴í, 𝘊𝘩𝘦𝘤𝘰- puchereó Alonso, acariciando el suave cabello de su mejor amigo a modo de consuelo.

Hubo unos momento de silencio, en el cuál sus amigos solo se dedicaban miradas de preocupación.

Sergio de verdad se veía mal.

-𝘜𝘩𝘮, 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘪𝘥𝘦𝘢- dijo Carlos rebuscando dentro de su mochila con velocidad -𝘊𝘩𝘢𝘳𝘭𝘦𝘴 𝘺 𝘺𝘰 𝘵𝘶𝘷𝘪𝘮𝘰𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘴𝘶𝘵𝘶𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘶𝘯 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘰 𝘴𝘪𝘮𝘪𝘭𝘢𝘳 𝘩𝘢𝘤𝘦 𝘶𝘯𝘰𝘴 𝘮𝘦𝘴𝘦𝘴 𝘺 𝘤𝘳𝘦í 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘰 𝘮á𝘴 𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘢𝘣𝘭𝘦 𝘦𝘳𝘢 𝘷𝘪𝘴𝘪𝘵𝘢𝘳 𝘶𝘯 𝘱𝘴𝘪𝘤ó𝘭𝘰𝘨𝘰 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘤𝘪𝘢𝘭𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘦𝘯 𝘴𝘦𝘹𝘰𝘭𝘰𝘨í𝘢, 𝘦𝘭 𝘯𝘰𝘴 𝘳𝘦𝘤𝘰𝘮𝘦𝘯𝘥ó 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘯𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘴𝘢𝘴 𝘺 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘢 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘢 𝘴𝘦𝘮𝘢𝘯𝘢 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘷𝘰𝘭𝘷𝘪ó 𝘢 𝘭𝘢 𝘯𝘰𝘳𝘮𝘢𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥- dijo con una pequeña sonrisa dibujada en sus labios al haber encontrado lo que buscaba -𝘈𝘲𝘶í 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦𝘴 𝘦𝘭 𝘯ú𝘮𝘦𝘳𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘶𝘭𝘵𝘰𝘳𝘪𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘰𝘭𝘪𝘤𝘪𝘵𝘦𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘪𝘵𝘢, 𝘱𝘰𝘥𝘳í𝘢 𝘴𝘦𝘳𝘷𝘪𝘳𝘵𝘦- le pasó una tarjeta con el número y guiño en su dirección.

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Salió del local y se dirigió a su auto a paso rápido. Hoy era su turno de preparar el almuerzo, y quería esforzarse para hacer una comida deliciosa. Max llegaría del trabajo a las cuatro de la tarde y apenas venían siendo las dos en punto. Aún tenía dos horas para pensar cuidadosamente qué iba hacer, y cómo podía resolver su problema.

Ojalá todo salga bien...

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Wuenas qué tal, aquí otra historia de Perstappen, ya me gustó el ship y bueno espero que la disfruten.

Gracias por leerme y bai✨

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