𝑭𝒍𝒚 𝒂𝒘𝒂𝒚

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— ¡¿Qué?! ¡No! ¡Está usted equivocado!

— Le agradecería que no me levante la voz, señorita (TN) —respondió tranquilo.

—¡Pero es que esto es injusto! ¡Me esforcé para obtener este maldito título y a usted, simplemente no le importa!

El señor mayor con cabello canoso la miró con lástima y alzó las manos dando a entender que no podía hacer nada por ella.

— Lo lamento, pero esas son las reglas de la aviación —él se sentó en su sillón marrón de cuero mientras fumaba— Tu currículum es excelente, me has demostrado que tienes los conocimientos necesarios para el puesto y por supuesto que será tuyo, una vez hayas cumplido con el requisito.

La chica se cruzó de brazos, furiosa. Odiaba que las reglas fueran tan estrictas.

Desde muy pequeña ella sabía que su verdadera vocación no se encontraba en una carrera para ejercer en la tierra, sino que quería algo aún más desafiante. Le gustaba poner a prueba su capacidad de mantener todo bajo su control, de poder dirigir el rumbo de un grupo de personas y de asumir el liderazgo: su sueño era ser piloto.

Empezó como la mayoría, siendo una simple azafata. Terminó la preparatoria e inmediatamente se inscribió a un curso de medio año donde la prepararon para el servicio al cliente en los aviones, aprobó el examen técnico y se puso a trabajar, pero ella quería más.

Viajó desde su natal México a España, en donde comenzó una carrera más formal para lograr la Licencia de Piloto de Transporte de Línea Aérea (ATPL) y así lo hizo, sin embargo, existía un impedimento: era necesario que antes de conducir un avión ella sola, debía cumplir un mínimo de 150 horas de vuelo como copiloto.

Sabiendo de esta norma, cumplió de copiloto 144 horas en los vuelos que pudo... Le faltaban 6.

— Son sólo 6 horas, por favor, vine desde lejos a aplicar en esta aerolínea —suplicó aunque sinceramente ella ya lo sentía todo pedido.

— Así te falten 10 minutos —el jefe soltó el humo de su cigarrillo— Las horas son las horas y debe cumplirse el reglamento.

(TN) hizo una pequeña reverencia y se retiró de su oficina, sentía que lloraría en cualquier momento.

Caminó hacia el baño más cercano del aeropuerto y se encerró en un cubículo. No podía dejar de llorar, sacó de su bolsillo su celular y entró en la galería, encontrándose con la foto de su idol favorito JoonSeok.

JoonSeok era el idol del momento, pertenecía a la banda Back4U que contenía 8 miembros en total. Se encontraban de gira, (TN) había escuchado rumores que compartían las malas lenguas de las sasaeng que tomarían un vuelo al día siguiente para aperturar el tour en Berlín y la aerolínea a la que (TN) había aplicado era la favorita de ellos y muchos ídols más.
Esta parecía ser su oportunidad de conocer, no importa desde lejos, a su banda favorita y tener el honor de guiarlos en su primer viaje internacional.

En lugar de eso, envió un correo al jefe con el que había conversado minutos atrás diciendo que aceptaría cualquier vuelo para completar las horas que le faltaban y así poder por fin conducir un mendigo avión.

Salió del Aeropuerto Internacional de Incheon, parando un taxi y señalando la dirección del hotel en el que se estaba quedando. Sintió su aparato móvil vibrar, recibió un correo de toda la información sobre un vuelo Corea del Sur - Tokio. Ja, ¿Esto era en serio?

No podía imaginarse un vuelo más aburr...

Auch, ese cabezaso debío doler.

— Auch —se sobó la frente— Lo siento, no fue intención. Estaba saliendo del taxi y no te ví.

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⏰ Última actualización: Jun 14, 2023 ⏰

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