— ¡Jeong, Dios! — Sus manos se intentaron aferrar de algo, siendo la espalda de la rubia su único soporte.
Nayeon enterró su rostro en el cuello de su contraria, tratando de que sus quejidos no fueran tan altos, fallando en el intento.
Por el contrario, Jeongyeon podía escucharlos en su máximo esplendor contra su oído, invitándola a seguir con el trabajo de sus dedos que generaban sonidos obsceno al chocar.
Y a decir verdad, a Jeongyeon le encantaba tener a Nayeon de esa manera, y es que tenerla encima mientras movía sus caderas y pronunciaba su nombre era uno de los mejores espectáculos que había visto.
Era adicta a ese escenario desde hace más de dos meses.
Dos meses desde que Nayeon había marcado después de la fiesta de Lisa, aunque realmente no tenían ninguna relación más allá de sexo ocasional.
Nayeon le admitió que no era su tipo, y para Jeongyeon era lo mismo, aunque ninguna de las dos quería perder ese buen polvo que existía cuando estaban juntas.
Y claro, para Nayeon era sumamente vergonzosa la situación, y no la confundan, pero sabía que en algún punto se hablaría de lo que pasaba entre ellas y que la señalarán cómo hipócrita por decir que "con Jeongyeon nunca" no le agradaba del todo.
Aunque Jeongyeon no tenía problema alguno, pues la mayoría de sus relaciones eran de ese tipo, sin embargo existían razones de ambas partes que impedían que algo así saliera a la luz.
Por un lado Nayeon, queriendo mantener su "reputación" de estudiante ejemplar que perdió la cabeza en una fiesta.
Y Jeongyeon que tenía miedo a la posibilidad de que corrieran rumores sobre estar a lado de Nayeon significará que tenían algo serio, porque así era la castaña, y eso solo significaba que Jeongyeon perdería a todas sus amantes de una noche.
Fue así que todo esto pasaba bajo penumbras totalmente oculto del mundo.
— Me estás apretando.— Se burló, sacando sus dedos del interior de Nayeon, haciéndola fruncir el ceño.
El dedo medio de Jeongyeon se alojó en el montículo de nervios, comenzó a masajear y de nuevo esos movimientos volvieron, le gustaba sentir lo necesitada que estaba por su toque, y es que cada que Nayeon se retorcía, ella menos queria que terminará.
— ¿Te gusta que esté arriba, cierto?— Nayeon le habló con voz entrecortado, sin querer dejar de moverse. Jeongyeon bajo la presión de su dígito sobre su centro, prestándole atención.
— ¿A ti no te gusta?— Le dijo, burlándose comenzando un recorrido por toda la zona haciendo que Nayeon jadear, y cuando regreso esa deliciosa presión contra su montículo le fue imposible no soltar un pequeño gemido.— Yo siento que te encanta.
Nayeon no contestó y solo volvió a moverse contra la mano de la rubia, bajo su mirada y vio como Jeongyeon estaba viendo el punto fijo de su pecho, y sintió pena al sentirse más expuesta al pensar que los ojos contrarios estaban clavados ahí por los movimientos que ocasionaba estar brincando.
No era la primera vez que pasaba, pero había cosas que simplemente no cambiaban, y sin alcohol o drogas, la pena en Nayeon podía aparecer en algunas ocasiones.
Algunas veces había alcohol de por medio, eso hacia las cosas más fáciles.
— Que lindos son. Tan sexys.— Fue lo único que dijo Jeongyeon antes de atrapar un pezón entre sus labios, haciendo que Nayeon suspirara de nuevo mientras sus manos atrapaban el cabello rubia para acercarla más.
Nayeon continuo moviéndose tratando de hacer el mayor contacto y poder acabar. Los gemidos se hicieron más frecuentes y los movimientos más frenéticos, Jeongyeon podía notar la desesperación en su cuerpo.
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DETOXIFY ---> 2Yeon || Libro II
FanfictionSegunda parte de Éxtasis. Los mundos que nunca pensaron encontrarse ahora se ven más cerca de lo que todos hubieran imaginado. Nayeon había cambiado y con Jeongyeon encontró una salida a la fachada que trataba de mantener dentro de la universidad. M...