uno 🔥

555 38 0
                                    


Hoy me di cuenta de que en realidad no era bipolar, sino quera eran dos pendejas en una, puedo decir que valgo por dos.  XD
























(....)

En una noche oscura y lúgubre, el viento soplaba con furia, agitando las ramas de los árboles que rodeaban la mansión ubicada en las afueras de la ciudad. En el interior, un hombre cuya determinación y valentía eran conocidas por muchos, se encontraba en medio de una situación desesperada. Había perdido mucho en su vida, pero había luchado incansablemente para proteger a aquellos que amaba, enfrentándose a desafíos inimaginables.

De repente, el sonido de disparos resonó en el aire, seguido rápidamente por la alarma de intrusos. El hombre sabía que sus enemigos habían llegado, dispuestos a acabar con él y con todo lo que había construido. Pero él no se rendiría fácilmente.

—¡Adelante, muchachos, todo está despejado! —gritó uno de sus leales seguidores, instando al grupo a avanzar.

Mientras tanto, dentro de la casa, otro grupo se preparaba para repeler el ataque. Los disparos se sucedían uno tras otro, mientras el hombre y sus aliados luchaban valientemente para protegerse.

—¡No salgan de la casa, pendientes que nos tienen rodeados! —advirtió el hombre, consciente de la peligrosa situación en la que se encontraban.

Pero a pesar de sus esfuerzos, la presión era abrumadora. Sin embargo, el hombre sabía que debía mantener la calma y buscar una salida.

—¡Jefe, el túnel está listo para que pueda salir! —informó uno de sus colaboradores, ofreciendo una posible vía de escape.

—Muy bien, chicos, voy a bajar —anunció el hombre, decidido a liderar a su equipo hacia la seguridad.

Con determinación, el grupo se preparó para el descenso por el túnel subterráneo. Mientras tanto, afuera, el enemigo se acercaba, consciente de que el tiempo se les escapaba.

—¡Señor, me comunican que se están escapando por un túnel! —informó uno de los hombres, con urgencia en su voz.

—¡Maldición, entren a la casa ya, rápido! —ordenó el líder del grupo atacante, consciente de que debían actuar con rapidez si querían atrapar a su objetivo.

Dentro del túnel, el hombre y sus aliados se apresuraron, sabiendo que su tiempo era limitado. A medida que se acercaban a la salida, podían escuchar el sonido de las camionetas esperándolos en la distancia.

—¡Aceleren el paso, ya falta poco para salir donde están las camionetas! —exclamó el hombre, instando a su equipo a redoblar sus esfuerzos mientras se preparaban para alcanzar la seguridad que tanto ansiaban.

El jefe, en medio de la acción y la tensión, se preocupaba por el bienestar de su hija. Manuel, su fiel subalterno, confirmó que la niña estaba a salvo en una de las camionetas, junto con los guardias encargados de protegerla. Con un suspiro de alivio, el jefe dio la orden de avanzar, consciente de que el tiempo apremiaba.

Mientras tanto, en la mansión, el líder del grupo atacante, furioso por el escape del jefe, instaba a sus hombres a encontrar la entrada del túnel subterráneo. La tensión en el aire era palpable mientras buscaban desesperadamente.

Finalmente, cuando encontraron la entrada del túnel, el líder ordenó preparar las camionetas y bajar rápidamente para dar caza al jefe. Con determinación, el grupo se puso en marcha, con la intención de atrapar a su objetivo antes de que pudiera escapar.

MAFIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora