TN-¡Me asusta! ¿entiendes? ¿eso querías escuchar?. Me aterra, Me aterra jodidamente el futuro, me aterra fracasar, me aterra despertar y afrontar el desastre en el que estoy convirtiendo mi vida
No les pasa que estan tranquilos y de la nada olvidan hasta como se respira ? XD
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TN—Quiero ir afuera a jugar. Dormí todo el viaje hasta acá; ahora quiero jugar.
Fredi—Lo siento mucho, señorita, pero no puede salir, no esta vez. Son órdenes estrictas de su padre, pero puede jugar acá adentro.
TN—Pero no quiero jugar adentro. Acá es muy aburrido y ustedes solo están viendo lo que yo hago. Así no podemos jugar, no hay chiste si la única que juega soy yo.
La niña continuaba expresando sus deseos con insistencia, dejando claro que no estaba satisfecha con la situación. Sus palabras resonaban en el ambiente, revelando la tristeza que sentía al no poder participar en las actividades al aire libre junto a los demás.
(...)
Después de un largo día de reflexión y planificación, el jefe se encontraba en una sala apartada, sumido en sus pensamientos mientras buscaba soluciones para sus problemas pendientes. Sabía que debía enfrentarse a aquellos que habían amenazado a su hija y hacerles pagar por ello, pero también era consciente de que su trabajo no era precisamente limpio ni seguro.
Intentaba proteger a su hija de los peligros que rodeaban su vida como líder de la mafia. No quería que se viera envuelta en asuntos turbios ni expuesta a la violencia que él enfrentaba a diario. Sin embargo, la curiosidad de la niña era inevitable, y en ocasiones había intentado explicarle de manera cuidadosa la naturaleza de su trabajo.
- trataba de mantenerla alejada de sus asuntos turbios. No quería ponerla en peligro ni exponerla a la violencia que rodeaba su trabajo. Sin embargo, ella se sentía frustrada por no poder entender completamente lo que hacía su padre. En una ocasión, le preguntó directamente si era un criminal, y él trató de explicárselo de manera honesta pero cuidadosa
Antes de la cena, el jefe llamó a Camilo, uno de sus hombres de confianza, para darle una instrucción importante.
(....)
TN—Y luego, le dije a Fredi que jugara conmigo, porque jugar sola es muy aburrido.
Jefe—Entiendo, ¿te divertiste jugando con Fredi?
TN—Claro que sí. Pero, papá...
Jefe—¿Qué pasa, cariño? — preguntó su padre, prestando suma atención a su hija
TN—Yo... será algo alocado pero... pero quiero aprender a pelear. Ya sabes, los chicos que se ven tan cool cuando están entrenando. Sé que me has dicho que no me cole al patio, pero es que yo también quiero. Yo también quiero aprender. No todo el tiempo me vas a proteger. Además, también quiero protegerte, papá.Dijo la pequeña con una gran sonrisa. Cualquiera que la viera no diría que fue una niña de 9 años la que habló.—El padre de la pequeña vio con una cara de total asombro. ¿Acaso podía amar más a su niña? ¡Claro que sí! Esa niña era un sol. Pero el solo hecho de pensar que algún día no la podrá proteger le dolía la cabeza y, claro, el corazón. Él iba a vivir.
