Peonía de dos [MSDZ] / ZhuiLingYi

Capítulo 4: Un nuevo problema

A sus ojos, Jin Ling siempre fue un alma libre. Un chico que salió adelante después de todo lo que pasó en su familia, que junto a su perra Hada iban a todos lados en busca de alguna nueva aventura que puedan contarle al Líder de la secta Jiang. Malhumorado, irritante, pero con buen corazón, y ese corazón pudo notarlo después de un tiempo. Le fue imposible no caer, en no enamorarse profundamente de él y desear que hubieran más momentos en las que pudieran compartir, no importaba si solo peleaban, el solo estar cerca a él lo hacía sentir muy feliz, muy vivo, con más ganas de seguirle la discusión solo para ver cómo las mejillas de Jin Ling se tornaban rojas del enojo. Él era especial, muy especial para su persona.

Tenía muy en claro que sus sentimientos siempre serían unilaterales. Jin Ling no era un manga corta y solía no tenerles un cariño adecuado, solo con Wei Wuxian, quién era su tío. Es por esa razón que decidió que solo lo amaría en silencio, protegería desde la oscuridad y apoyaría como el amigo que era. Si esa era la única forma de poder estar a su lado, lo aceptaría, pues prefería estar cerca a él que estar lejos, con sus sentimientos a flote.

Lan JingYi no era un soñador ni un romántico; pero cuando se enamoró de Jin Ling, todos los poemas de su amigo Ouyang Zizhen comenzaron a tener un bonito significado. Los comprendió todos, incluso comparaba algunas cosas con sus propios sentimientos hacia Jin Ling. No hay que hablar de las novelas, a veces Lan JingYi se emocionaba de tan solo imaginar que podría llegar a ser ese protagonista que logro enamorar a su amor imposible, ¿podría gozar de tener esa misma suerte? Lamentablemente no.

Y aunque alguno de los dos fuera mujer, Jin Ling jamás lo vería de ese modo. Ese tan solo pensamiento es lo que lograba deprimir a Lan JingYi.

Verlo así. Correr con desespero, estando semi desnudo, con un rostro escéptico y una voz muy desesperada le rompía el corazón. No sabía qué es lo que Jin Ling sufrió; pero internamente se prometió hacer que él no volviera a pasar por lo que pasó. Lo tomó entre sus brazos, Jin Ling pareció por primera vez corresponderle un abrazo sincero, podía transmitirle el cariño que llevaba guardando desde hace años a través de ese hermoso abrazo; pero todo se arruinó cuando su vista se apagó y no supo nada más.

Como si fuera una de sus peores pesadillas, y sí resultaron ser, al despertar, Lan JingYi vio como dos hombre estaban a los costados de Jin Ling. El peor de los escenarios pasó, estaban a punto de abusar de su adorada peonía. Sin tiempo que perder, se levantó del suelo y con su hábil y afinada espada cortó directo al cuello del mayor de los discípulos Nie hasta cortar la cabeza de este. La sangre salpicó, aunque deseaba que no fuera directamente hacia Jin Ling.

Queriéndose encargar del que restaba, se dio cuenta que su mejor amigo, su primo, estaba del otro lado e hizo exactamente lo mismo.

—Jin Ling, ¿estás bien? Déjame ayudarte...

Jin Ling lo miró y trató de retroceder en cuatro, solo topándose con Lan Sizhui quien lo miraba sin ninguna expresión desde su sitio. Ni siquiera entendió lo que pasó, solo que le hacía terriblemente molesto el que la sangre siguiera su curso y llegara a mancharlo. Era muy desagradable de presenciar y de sentirlo, solo quería irse de ese lugar, sin importar si era a ese horrible habitación la cual jamás se acostumbraría.

—Estás bien —habló otra vez—, no es necesario que hables. Por fin te encontramos, ahora tenemos que llevarte con ZeWu-Jun y podremos ponerte a salvo. Quiero llorar de la emoción. Sizhui, Sizhui, ¿acaso estoy soñando?

Lan JingYi no aguantó las lágrimas y lo abrazó con fuerza. Jin Ling se quedó muy quieto, no correspondió, no podía pues estaba demasiado escéptico por lo sucedido que un abrazo no era buena idea. Lan Sizhui aclaró su garganta y negó con una pequeña sonrisa. Se levantó dejando a esos dos un momento y se quitó una de sus primeras túnicas exteriores.