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022

─YoonGi, ¿Eres tú, verdad?

La garganta se me seca y las palabras desaparecen, no puedo articular palabra alguna al ver a Park JinWoo en la puerta, el hombre que rompió mi corazón en el pasado. Sin poder controlar mis sentimientos negativos me quedo callado, ¿qué es lo que hace aquí?, ¿Por qué justamente en la casa de JiMin?

Acaso es...

─Hermano, ¿Necesitas algo?─ pregunta JiMin rompiendo la duda que habitaba en mi cabeza.

Así que de ahí se relacionan los apellidos, y que pequeño es el mundo para que sea el hermano mayor de JiMin. Suspiro profundo metiéndome a la habitación, no quiero enfrentar ahora a mi pasado, no puedo ni hablar, tengo miedo de lo que pueda decirme por qué después de lo sucedido pensé que no lo volvería a ver nunca más.

Al cabo de unos minutos, JiMin entra a la habitación y sin decir palabra alguna se sienta a mi lado. Débil emocionalmente dejo caer mi cabeza en su hombro, él no pregunta nada y agradezco que no lo haga, no sabría cómo explicarle mi historia con su hermano mayor, al menos no aún.

Un poco desanimado debido a que no pude desayunar a gusto con él volví a casa, para mi sorpresa TaeHyung ya se había marchado a la escuela y sintiéndome en soledad me dirijo a la sala bajando el cuadro que cuelga en la pared, atrás en letras cursivas se encuentra mi inicial y la de JinWoo, a pesar de que a él no le gustaba pintar lo intentó por mi, porque queríamos un recuerdo de ambos.

Nos conocimos justo en el primer día de clases y a pesar de ser salones diferentes, rápidamente nos volvimos inseparables.

─Oh, lamento decirte que este es mi lugar privado.

Parpadeo confundido y arrugo las cejas mirándolo incrédulo. ─¿Qué dices? Este es el primer día de clases, no puede ser tu lugar de todas maneras.

─Solo estoy bromeando, anda siéntate─ él sonrío palmeando el lugar a su lado. ─No te enojes de verdad, pequeño rubio.

Jale un poco de mi cabello con vergüenza y es que, según yo el rubio me haría ver más atractivo por eso antes de ingresar a la preparatoria decidí teñirlo de este color.

─Te queda muy bien─ dice de pronto llamado de atención. Sonreí agradecido de recibir un buen comentario de este desconocido.

Él era cómo un paraguas para mí en los días lluviosos y yo era cómo una limonada en el verano para él, la otra mitad que nos hacía falta pero que sin buscar llegó. Nuestra amistad escaló cómo espuma hasta consolidarse fuertemente pero con el tiempo me dí cuenta que más allá de tan solo verlo como un amigo, quería más, mi caprichoso corazón anhelaba con desespero la atención de mi amigo de una manera insana y eso caló hasta el más pequeño de mis huesos.

No quería perderlo y opté por quedarme callado.

JinWoo odiaba fumar pero comenzó a hacerlo cuando yo lo hice, él decía que moririamos al mismo tiempo si también fumaba conmigo. Eran palabras absurdas pero que agitaban todos mis sentidos.

─¿Qué le ves de divertido a consumir tu vida poco a poco con el tabaco?─ me pregunta recargando se de mi espalda mientras me arrebata mi cigarro para fumarlo.

Ruedo los ojos suspirando. ─Cállate, es como si yo te dijera algo ante tu obsesión por el chocolate.

─Es más sano─ se defiende entre risas que causaban un mar de emociones en mi interior.

Los días pasaban lentamente, haciéndome sentir miserable de amar a mi amigo porque en lugar de borrar mis sentimientos, incrementaban día con día. Me volví un desastre haciéndolo a un lado, había tomado una decisión, alejarlo yo mismo antes de que él lo hiciera.

El tabaco, las fiestas, los amoríos sin sentido se volvieron mi pasatiempo para evadir mis sentimientos pero ese día llegó.

JinWoo me saco de esas aguas pantanosas con los ojos llorosos y con el corazón en la mano, me grito que me amaba y que me odiaba tanto por hacerlo a un lado. Éramos unos tontos, sufriendo por amor cuando ya nos amabamos intensamente.

Desnudo me acurruco en sus brazos besando su abdomen. ─Te amo.

—Te amo aún más, mucho más de lo que tú me amas─ me responde y optó por darme por vencido ante su respuesta o de otra manera comenzaríamos a pelear por quién ama más al otro.

Nuestro romance fue apasionado, lleno de dulzura que en ocasiones empalagaba pero también fue tan efímero que incluso he olvidado cosas que solían estar en mi mente en aquellos días todo el tiempo. Él se fue alejando y yo sin saber la razón me estaba volviendo loco, hasta que un día por fin me dió la cara.

Mi amado JinWoo se iba a casar con una hermosa mujer y pensé que quizás se debía a un matrimonio arreglado por sus padres pero él lo negó, así mismo como me grito sus sentimientos a la cara en ese momento me grito que a mi lado nunca podría tener una familia, qué lo nuestro nunca fue importante ni mucho menos especial, tan solo había sentido lástima de como su mejor amigo se hundía en la miseria.

Solo fue un acto de bondad el mentir sobre sus sentimientos para hacerme entrar en razón. Nunca me amó.

“Espero algún día puedas ser feliz YoonGi, como yo lo seré”

Y ahogándome en la peor de las miserias, lloré, patalee, grité y finalmente acepte mi derrota. Decidí convertirme en un cuerpo sin sentimientos, dejé caer todos ellos en TaeHyung evadiendo el amor romántico para evitar salir herido nuevamente. Las relaciones carnales no eran nada más que un pasatiempo en mi solitaria vida, el balance que me mantenía en el limbo para no hundirme de nuevo en la necesidad de tener a JinWoo a mi lado, lo perdí de vista y no intenté buscarlo.

Hasta que apareció JiMin y me ví abrigado por su amabilidad así que no dude en abrirle mi corazón nuevamente.

Entonces, ¿Por qué nuevamente frente a mí aparece JinWoo?, ¿Y por qué tenía que ser el hermano mayor de JiMin?.

Y peor aún, al verlo una pregunta rondó en mi mente. ¿Eres feliz ahora justo como me dijiste que lo serías?

─Debería aborrecerte totalmente, pedazo de imbécil─ me recriminé mirando con atención el cuadro.

Era nuestro segundo año juntos, mi cabello ahora era totalmente castaño y JinWoo lloriqueaba porque quería ver mi cabello en su color natural así que le dije que lo dejaría así si pintaba algo conmigo y pasó de ser una apuesta a un recuerdo que compartíamos en un futuro.

Dulcemente esa noche entre bromas absurdas y guerras de pintura, hicimos el amor jurandonos amor eterno, entonces, ¿Qué cambió?

¿Cuando fue que dejaste de amarme JinWoo? O ¿De verdad eras tan buen actor que me creí tu amor?

Escuché el sonido de la puerta y me sorprendí que haber perdido la noción del tiempo, así que TaeHyung había vuelto de la escuela.

─¡Yoon!

Me hice más bola debajo de mis cobijas y no respondí, no quería hablar con nadie, ni siquiera con él. Pero cuando su delgado cuerpo se metió debajo de la cobija abrazándome con fuerza no pude evitar soportar más este nudo en mi garganta y me permití llorar como un niño en los brazos de mi sobrino.