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Al llegar al hogar de Jungkook, Jimin ni siquiera sabía si este se encontraba en casa o lo suficiente desocupado para atenderlo, pero la vergüenza ajena que sentía por él mismo no le permitía que el tiempo siguiera pasando y que el pelinegro creyera algo que no era. ¿O tal vez sí? como sea, no arriesgaría su dignidad más de la cuenta. Lamentablemente, los flasheos de la madrugada anterior iban llegando como piezas de rompecabezas. Las fotos y conversaciones ya no era lo único que le estaba jodiendo la cabeza.

Tocó varias veces la puerta y aunque su objetivo era no parecer desesperado, su nerviosismo lo estaba dejando en evidencia y lo carcomía por completo.

Después de unos breves segundos, la puerta se abrió y le permitió observar a un sorprendido Jeongguk, quien con aún un poco duda se hizo a un lado para que el rubio pudiera adentrarse a su hogar. Al estar dentro, como por arte de magia, Jimin se mostró serio, tan serio que podría jurar que él mismo había olvidado la situación bochornosa. Por mucho que los nervios lo consumieran, su personalidad no le permitía mostrarse de otra forma ante los demás. Menos frente a Jeongguk, por lo que poco a poco fue relajándose hasta mantenerse firme ante lo que había planeado.

— ¿Puedo ayudarte en algo, Min? - Gguk miraba con rastro de duda reflejado en sus brillosos y grandes ojos.

— Ah.... Yo venía..... Yo venía a aclarar lo que pasó anoche. - Jimin soltó por fin.

— Oh, Jimin. Sabes que no es necesario, ¿verdad? - El rostro de Jeongguk por fin se mostró un poco más relajado.

— Para mí lo es. - Jimin tenía las manos juntas con los dedos cruzados al frente de su estómago. Para él todo era normal pero Jeongguk lo conocía tan bien como para saber que ese era un acto involuntario de nerviosismo que el rubio tenía. — Perdón por haber causado alboroto si es que lo hice, estaba ebrio y me disculpo si te acorralé a pasar un mal rato, ya que no recuerdo nada.

— ¿No recuerdas nada? - Nuevamente la sorpresa llegó al rostro del más alto. Pero de inmediato una sonrisa apareció sin explicación en él.

— No, no lo hago.

— Entonces no recuerdas el favor que pediste que te hiciera cuando volviera a verte. - La sonrisa se mantenía ahí con algún tipo de orgullo y al finalizar alzó la ceja derecha, para después comenzar a caminar a Jimin.

Jimin palideció, comenzó a dar pasos hacia atrás al ritmo de su ex novio.

— ¿Q-...Qué favor? - Jimin topó con la pared al mismo tiempo que su mente. Estaba seguro que nada de eso había pasado, ¿o había sido aún más tonto? Imposible, su mente no bloquearía algo como eso.

— Ya sabes, cuando me pediste que te besara la próxima vez que nos viéramos, porque extrañabas mis labios. - era impresionante lo rápido que Jeongguk había acercado el rostro hacia él.

Por un segundo Jimin había quedado en blanco, aturdido por la inesperada boca del contrario a sólo milímetros de distancia, pero supo reaccionar antes de que este pudiera acortar la distancia

— ¡Qué mierda Jeongguk! jamás dije algo como eso. - exaltado Jimin se puso al otro extremo de la habitación.

Jeongguk estalló en carcajadas y el rubio no pudo evitar mostrar confusión en su rostro.

— Me parece que sí recuerdas lo que sucedió. - A pesar de que ahora se encontraba de espaldas, podía sentirse la gran sonrisa de Jeongguk. — ¿A qué se debe tu excusa tan barata, Min? - El más alto se volteó con los brazos cruzados quedando frente al rubio nuevamente.

Park rodó los ojos.

— Por favor, ¿puedes parar? sabes perfectamente lo vergonzoso que eso fue. Preferiría borrarlo de mi mente. - Se acercó un poco a su ex novio quien cambió el semblante ante lo que escuchó.

TO HINT| kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora