Ambos chicos se miraron en el momento que llegaron a la sala de estar, esperando que alguno iniciara una conversación.
— Dime, Ggu- Jeongguk, ¿En qué puedo ayudarte? - Jimin trató de ignorar olímpicamente como casi llama por el apodo que solía decirle cuando eran novios.
— Mmhm.. - Jeongguk tomó asiento al mismo tiempo que Jimin, mientras parecía encontrar las palabras correctas para hablar. — Bueno, Min. Tal vez esto suene un poco raro. Pero, verás... He tenido un nuevo horario en la universidad, por lo que algunos días tendré clases vespertinas y según recuerdo, tu horario es matutino, ¿Aún lo es?
Para ser muy honesto, Jimin con cada palabra entendía menos, y su rostro era el claro ejemplo de ello.
— Oh sí, aún es así. Lo será por los semestres restantes que me quedan en la facultad.
— Qué alivio escucharlo. - Jimin lo miró un poco dudoso. Se notaba nervioso. — Quiero decir, estoy aquí para pedirte otro favor, ya que desde la última vez que lo hiciste, no he podido dejar se pensar que eres la única persona que trataría a mi hijo de la forma en la que yo lo haría.
— ¿Te refieres a Dante? - Jimin sabía la respuesta, por lo que ya se le formaba una pequeña sonrisa.
— Sí, vine a pedirte que por favor cuides de Dante los días que yo no pueda hacerlo. - Ahí estaban otra vez, esos ojos de bambie que se hacían gigantes cuando pedía por algo. — ¡Te pagaría! Por si te lo preguntas.
Un intenso alivio se postró en el pecho de Jimin, ahora sabía que no venía por los motivos que creyó y eso le dio tranquilidad.
El rubio no respondía aún, pero cuando iba a hacerlo Jeongguk volvió a interrumpirlo.
— Yo creo que ambos ganamos algo. - Jimin ni siquiera iba a cobrarle y sabía a lo que Jeongguk se refería, pero aún así quería escuchar lo que saldría de sus labios.
— ¿En serio? ¿Qué cosa? - El mas pequeño se cruzó de brazos e hizo un gesto con las cejas.
— Bueno, yo la tranquilidad de que mi gato estará bien, y tú.... la compañía de Dante, sé que te hace feliz. Pero si quieres algo más, haré lo que sea, solo di que sí, por favor. - Juntó las manos en forma de súplica y Jimin casi se derrite ahí mismo.
— Lo iba a hacer sin nada a cambio Jeongguk, tener a Dante aquí siempre será bueno para mí. - Recargó sus brazos sobre sus muñecas en el mueble, de manera que sus brazos quedaban detrás de su espalda. — Pero si insistes, acepto, sí quiero algo.
— ¡Oh, por dios! ¡Gracias, gracias, muchas gracias Min! - El pelinegro casi salta de alegría cuando estucho escuchó la respuesta afirmativa de su ex.
Después Jeongguk se sorprendió, pero luego cayó en cuenta de lo que había hecho. Conociendo a su ex novio de la manera en la que él lo hacía, estaba (probablemente) acabado.
— Perfecto.... ¿Y qué es? - El pelinegro tragó saliva disimuladamente. Relajó el rostro para mirarlo a los ojos.
— No lo sé, lo pensaré. Pero no te preocupes, cuando sepa, te lo haré saber.
— Bien, estoy de acuerdo. - Estaba muriendo de miedo, pero tampoco iba a admitirlo. — ¿Estabas ocupado? - Al girar su rostro a la derecha vio algunos archiveros junto a cajas en el piso.
— No, en realidad. Estaba acomodando alguna cajas pero deje de hacerlo hace un rato. - Jimin dijo desinteresado.
— No alcanzaste todas, ¿No es así? - Jeongguk sonrió cuando la mirada de Jimin lo mutiló.
— Puedo ayudarte si quieres, no tengo prisa. A menos que quieras que me vaya.
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TO HINT| kookmin au
FanfictionDonde Jeongguk es demasiado sarcástico en twitter y comienza a tirarle indirectas a su ex novio. O donde Jeongguk nunca esperó que Jimin, su ex novio, respondiera a sus indirectas en las redes sociales.