— Creí que demorarías más en llegar. - soltó Jungkook cuando abrió la puerta de su apartamento, permitiéndome dar paso dentro de este. Podía notar su nerviosismo.
Automáticamente escuché un maullido acercarse y al bajar la mirada pude ver como dante se acercaba a untarse en mis pantalones.
Por naturaleza, me agaché y lo sostuve entre mis brazos. Lo pegué a mi pecho y le di un gran abrazo a su pequeño cuerpecito.— ¿Cómo estás?, bonita bola de pelos. - Dante maulló y ronroneó por el cariño que estaba brindándole. Dejé un beso en su cabecita.
Admito que una de las razones por las que estoy aquí también era por mi deseo de ver a la bonita mascota de Jeongguk.
Cuando todavía estábamos juntos, Dante le pertenecía a su mamá. Él le hacía el favor de cuidarlo en situaciones donde ella tenía que salir y nadie podía cuidar del minino. Siempre he tenido preferencia por los gatos así que la idea de que estuviera aquí era fabulosa; sumándole que Dante era un gatito bien portado y cariñoso. Dormir con él era bastante satisfactorio y acogedor.
Nunca supe muy bien lo que sucedió después, pero un día revisando el perfil de instagram de Jungkook, pude darme cuenta que finalmente, el de había quedado con el peludito de color blanco y negro.
— Salí de casa en cuanto te envíe el mensaje, no son más de 10 minutos de camino. - Le dije mientras lo miraba, aún con Dante en mis brazos. Sinceramente no sabía a qué parte de la casa dirigirme ahora. Conocía este lugar como la palma de mi mano, pero no podía invadir este espacio que Jeongguk compartió tantas veces conmigo.
Lo seguí hasta la sala de estar y tome la libertad de sentarme en el mueble. Dejé mi abrigo en el sofá, asenté a Dante en mis piernas y comencé a darle mimos en la pancita peluda. El gato pareció haberme extrañado también, porque se recostó aún más cómodo en mi regazo. Me ronroneaba como solía hacerlo hace un tiempo y estiraba sus patitas. Parecía disfrutarlo, tanto que se quedó dormido ahí mismo después de unos minutos.
Minutos que se hicieron más largos, en los que conversé con Jungkook sobre él.
Me contó cuánto tiempo tenía el minino en su casa, las aventuras que vivía al tener que llevarlo a sus chequeos con el veterinario, lo estricto que Dante era con su horario para dormir y lo difícil que era verlo chillar cuando lo vacunaban. Jungkook es una persona sensible cuando se trata de mascotas, sabía que tenía la certeza de que no mentía.Después de una media hora, Dante despertó y se recostó en su cama, que estaba ubicada cerca de donde nos encontrábamos. Y entonces, volví a recordar por qué estaba aquí y Jungkook también pareció hacerlo.
— ¿Puedo ofrecerte algo para tomar? - Se levanto del sofá frente a mí, dispuesto a dirigirse a la cocina.
— No tenemos que ser tan formales, Jeongguk. Ambos sabemos por qué estoy aquí. — Me levanté del sofá también y mi semblante cambió a uno más serio.
Joder, recuerda el objetivo Jimin, no te desubiques.
Y con una notoria molestia por casi olvidarme a lo que vine, fruncí levemente el ceño y volví a hablar.
— Si tienes algo que decirme en la cara, hazlo de una vez.sentí la tensión en el rostro de jungkook.
— Bien, podemos hablar de esto como personas adultas y arreglar el malentendido. - Já, que gracioso que lo menciones.— Dame una buena explicación para arrancarte un brazo ahora mismo. - Crucé los brazos y lo observé dominante.
— Bien. - Suspiró. — La verdad es que no creí que esto llegaría tan lejos, era solo una broma, Jimin. - mantuvo mi mirada, de la misma manera que yo.

ESTÁS LEYENDO
TO HINT| kookmin au
FanfictionDonde Jeongguk es demasiado sarcástico en twitter y comienza a tirarle indirectas a su ex novio. O donde Jeongguk nunca esperó que Jimin, su ex novio, respondiera a sus indirectas en las redes sociales.