Dos

190 19 1
                                    

Minghao estaba aterrado. No creía que Soonyoung entendiera completamente lo despiadada y solapada que era la hiena en realidad. Bowman pensaba que Minghao era de su propiedad y el hombre no se detendría ante nada para recuperarlo. Eso y el hecho de que Bowman estaba empeñado en obtener la fortuna Lee hacía de la hiena un hombre muy peligroso.

Todo esto era culpa de Minghao. Le había permitido a Bowman trabajarle con alcohol, y Minghao había dejado escapar algo sobre la fortuna de su familia. Recordó los ojos de Bowman iluminándose después de eso, pero había estado demasiado borracho de Red Spanking para darse cuenta de que acababa de convertirse en víctima del hombre.

Chan tenía razón. Minghao tenía el peor gusto en los hombres. Minghao no podía quedarse allí. Tenía que correr tan lejos y rápido como pudiese hasta que Bowman encontrase un nuevo juguete que le interesara. No había manera de que pudiera poner en peligro a esta familia. Lo que había dicho era cierto. Minghao había intentado escapar más de una vez, y fue entonces cuando el idiota había decidido mantenerle drogado.

Obediente y babeando. No era una mirada que Minghao quisiera volver a llevar de nuevo. 

―Sí, muchas hienas trataron de sacarnos, y también un demonio. Se necesita mucho más que un idiota cabreado parahacerme temblar.

¿El tipo tenía piedras por cerebro? Era como si Soonyoung se negara a creer lo que Bowman era capaz de hacer. El shifter oso estaba loco si pensaba que podría enfrentarse a Bowman y ganar. ―No puedo quedarme aquí.

―Y yo te dije que no era seguro para ti salir en este momento. ―Soonyoung puso un dedo bajo la barbilla de Minghao y le inclinó la cabeza hacia atrás hasta que se miraron el uno al otro― Sé que no confías en mí, Minghao. Has pasado por mucha mierda, y te mantuvieron drogado durante la mayor parte de eso. Pero te puedo prometer que estás a salvo aquí.

Parte de Minghao quería creer en Soonyoung. Estaba cansado de luchar por su libertad, cansado de pelear. Minghao estaba agotado y sólo quería un descanso de la vida. Si se quedaba allí con Soonyoung, entonces tendría otro plato de problemas para tratar. Nadie había sido amable con él o se preocupaba por él, por lo que aceptar la protección que le ofrecía Soonyoung se sentía extraño. Minghao no confiaba en él, no sabía cómo confiar, pero discutir no le llevaría a ninguna parte. Tenía que pensar en otra manera de salir de allí, además de luchar contra el gran oso. No iba a ganar contra Soonyoung, no físicamente.

―Está bien, no me iré.

Soonyoung le miró como si el hombre no confiara en la palabra de Minghao. Poco sabía el hombre que no podía. Minghao esperaría el momento oportuno, y en la primera oportunidad, se largaría.

Minghao quería confiar en alguien. Quería creer que podía confiar en al menos una persona en este mundo. Estar solo apestaba, ya pesar de que se reunía con un montón de gente en los clubes que frecuentaba, y sus vecinos parecían agradables, no había una sola persona a la que pudiera llamar cuando necesitaba un amigo.

Incluso el material electrónico que Soonyoung había colocado a Bowman, no sería suficiente. Independientemente de lo desesperadamente que Minghao quería confiar en el hombre, tenía que cuidar de sí mismo.

―¿Tienes miedo de mí? ―preguntó Soonyoung, como si pudiera sentir la incomodidad de Minghao.

―No eres tú, en particular ―admitió Minghao― En este momento tengo miedo de la vida. He pasado por mucho en las últimas dos semanas. Ahora me encuentro en un lugar extraño y descubro que fue mi compañero quien me rescató. Eso es mucho para asimilar, y estoy aterrorizado por que Bowman me encontrará, sin importar lo que me prometas.

―¿Así que sientes el tirón, también?

Minghao asintió soltando una carcajada sin humor. ―Y déjame adivinar, piensas que ser compañeros implica confianza y amor automáticos. ―Se apartó de Soonyoung y se trasladó a unos metros de distancia. Minghao necesitaba la distancia para pensar y respirar. Estar tan cerca del hombre afectaba a sus neuronas.

Soonyoung -SoonHao/H8shi-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora