Uno

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―¿Conseguiste plantar los micrófonos antes de que todo se fuera al infierno?

Soonyoung levantó la vista desde donde estaba sentado. Scoups estaba de pie en su puerta, con los brazos cruzados, apoyado en el marco.

―Tengo uno en la oficina y unos pocos alrededor de la casa ―Soonyoung dejó su iPad a un lado― Nuestro principal objetivo era sacar al hermano de Chan. Si hubiera tenido un poco más de tiempo, podría haber hecho un trabajo más a fondo.

La mirada de Soonyoung se dirigió a la cama donde yacía Minghao. El hombre había estado babeando y balbuceando cuando lo encontraron. Ahora el hermano de Chan estaba inconsciente.

―Lo hicimos lo mejor que pudimos con lo que teníamos para trabajar ―le recordó Scoups― Puse uno de los rastreadores que me diste, en la rueda del coche de Bowman. Si viene a cualquier lugar cerca de nuestra casa, lo sabremos, ¿verdad?

Soonyoung recogió el iPad y pulsó sobre el programa que acababa de abrir antes de que Scoups llegara. ―El coche está todavía en su camino de entrada.

Scoups asintió. ―Bien. Avísame si las cosas cambian. ―El mayor de los hermanos Choi echó un vistazo a la cama― ¿Qué ha dicho el médico? 

Frotándose la cara con la mano, Soonyoung presionó la palma sobre los ojos. Necesitaba dormir un poco. Había estado despierto durante casi veinticuatro horas, y durante la última hora había estado escuchando a Bowman ordenar a sus hombres que encontraran a su mascota. Cada vez que Soonyoung oía esa palabra, le crujían los dientes.

Lástima que no hubiesen tenido tiempo para plantar videovigilancia.

―Tomó algunas muestras de sangre y dijo que volvería a verme. ―Soonyoung odiaba esperar. Él no era un hombre muy paciente, no cuando se trataba de cosas importantes― Tiene que hacer algunas pruebas para averiguar qué drogas le dieron a Minghao.

―Mantenme informado. ―Scoups golpeó con los nudillos en la puerta y se alejó.

Colocando el iPad sobre la mesa, Soonyoung se inclinó hacia delante y miró a Minghao. El gato negro era tan pequeño que yacía sobre una de las almohadas. Soonyoung no estaba seguro de lo que le habían dado, pero tenía que ser algo bastante potente para mantener inconsciente a un shifter durante dos días.

Había sabido inmediatamente que Minghao era su compañeropor la feroz necesidad que le atenazaba.

Gracias a Dios que tenía un poco más de autocontrol que eso. Aunque no mucho. No cuando cada célula de su cuerpo se había vuelto loca y todo en lo que Soonyoung podía pensar era en reclamar al delgado hombre.

El hombre causaba estragos en cada onza de autocontrol que Soonyoung tenía.

Deslizándose de la silla, Soonyoung tomó al gato y luego se sentó de nuevo acunándole en los brazos. ―No tienes nada de qué preocuparte, gatito. Bowman pagará por lo que te ha hecho.

Soonyoung apretó en un puño la mano libre, mirando por la ventana. Se aseguraría de que la hiena sufría antes de terminar con su miserable vida. Ahora que Soonyoung tenía a su compañero en los brazos, mataría, mutilaría, o desgarraría a cualquiera que fuera lo bastante tonto como para acercarse a Minghao. Una neblina oscura llenó la mente de Soonyoung. Todo lo que vio fue a Bowman muerto a sus pies. La furia se arrastró atravesándole, haciendo crujir su mandíbula.

―Oye.

Soonyoung se volvió para ver a Seokmin en la puerta. Tendría que recordar cerrarla cuando su hermano menor se fuese. ―Ey.

La niebla se evaporó cuando Seokmin se acercó y echó un vistazo al gato durmiendo en los brazos de Soonyoung. ―¿Se ha despertado?

―Todavía no. ―Y eso preocupaba a Soonyoung, pero no entraría en pánico hasta que el médico llamase con los resultados. Sentía el latido regular del corazón de Minghao. No estaba bombeando demasiado rápido o demasiado lento. Era un ritmo uniforme, calmante.

Soonyoung -SoonHao/H8shi-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora