Siete

139 18 0
                                    

―¡Tengo que ayudar a Soonyoung! ―Minghao trató de salir por la puerta principal, pero Vernon le cerró el paso. El tipo era demasiado grande para luchar, y con apenas una sola mano, el shifter oso le mantenía inmóvil.

―Lo mejor que puedes hacer es dejar que Soonyoung maneje esto ―dijo Vernon― Ha estado en peores situaciones y él mismo salió de ellas.

Cuando Vernon lo soltó, Minghao se paseó por el salón. Esto era una locura. Soonyoung no debía ser arrestado por matar a esas malditas hienas. Pero él había visto a su compañero limpiando las evidencias y los otros hermanos se habían llevado los cuerpos. Los policías no tenían nada contra Soonyoung, y Minghao necesitaba calmarse.

Había escondido el arma. La sangre había desaparecido. Los cuerpos se habían ido. Ese corazón repugnante estaba en el triturador de basura. Minghao nunca volvería a usarlo de nuevo.

―Necesito un poco de aire. ―Minghao se dirigió hacia la cocina. Seokmin se unió a él cuando los dos salieron al porche trasero. Le sorprendió que Seokmin no le impidiera salir al exterior.

―En serio ―dijo Seokmin― Soonyoung va a estar bien. Si pensara que estaba en un verdadero problema, estaría ahí fuera en un instante. 

Minghao se mordió la uña del pulgar mientras miraba hacia el camino de entrada. El coche de policía estaba más abajo en la calle, por lo que era imposible para Minghao ver lo que estaba pasando. ―Todo esto es culpa mía.

―No ―dijo Seokmin, mientras sacudía la cabeza― Esto es culpa de Bowman. ¿Cómo eres responsable del comportamiento de un capullo?

Lo que decía Seokmin tenía sentido, y era la verdad, pero Minghao no podía dejar de sentirse responsable. Si no hubiera ido a ese club en primer lugar, no se habría topado con Bowman.

―Eres de la familia ―dijo Seokmin― No importa lo que pasó o cómo sucedió. Nos ocupamos de los nuestros. ―El shifter oso dio al hombro de Minghao un ligero apretón― Tus problemas son nuestros problemas, y vamos a tratar con ellos.

Minghao no estaba seguro de qué pensar. Nunca había tenido a nadie defendiéndole, y ahora tenía un clan de osos apoyándolo. Se sentía extraño y maravilloso, y maldita sea, no iba a llorar. ―Gracias.

Minghao se sacudió cuando Soonyoung subió por el camino de entrada, un profundo ceño en su cara mientras murmuraba por lo bajo. Miró hacia atrás por el camino y levantó el dedo medio antes de cruzar el césped y entrar en el porche.

―¿Estás bien? ―Soonyoung tiró a Minghao en sus brazos. 

―Yo no era el que estaba siendo intimidado por la policía ―dijo Minghao. Se abrazó fuertemente a Soonyoung, sorprendido de que estuviera preocupado por él y no por sí mismo― ¿Está todo bien?

―Los policías no suelen joder con nosotros de esa manera. Hay una gran cantidad de no humanos en el distrito, pero esos dos eran nuevos, y creo que un poco demasiado entusiastas.

Seokmin rio. ―¿Tratando de utilizarte como ejemplo?

―Más como tratando de hacerse un nombre por haber detenido a un Choi. ―Soonyoung dio un beso en la sien de Minghao― Un infierno de manera de terminar nuestra noche, ¿eh?

Minghao pensó en el sexo que habían tenido arriba y sintió que sus mejillas se calentaban. La risa de Seokmin se profundizó, como si supiera exactamente lo que Minghao estaba pensando.

―Te dije que estaría bien ―dijo Seokmin mientras regresaba a la casa.

―Ah, gatito, ¿estabas preocupado por mí? ―Bromeó Soonyoung.

Soonyoung -SoonHao/H8shi-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora