𝙋𝙚𝙩𝙞𝙩𝙚 𝘽𝙪𝙡𝙡𝙚 𓏸 𝙆𝙣𝙤𝙬𝙈𝙞𝙣

𝙘𝙞𝙣𝙦

Por alguna razón Seungmin volvía solo a casa, se sentía observado y sólo quería llegar pronto.

Había pasado toda una semana desde que salió con Hyunjin y volvió a casa junto al chico de ojos gatunos, una semana de haber estado tan cerca de ese chico y una semana de sentirse raro.

Ha evitado a toda costa mirar al chico de ojos gatunos porque teme de él, teme de dejarse hacer cómo la anterior vez que se dejó llevar a aquel restaurante, que se dejó abrazar por él.

No iba a permitir otra tontería como esa.

Pero tuvo que detenerse en aquel semáforo.

—Hey burbujita, que lindo encontrarte por aquí.—susurró a su lado.—¿Te asusté? Lo siento, suelo observar muy bien lo que es mío.

Al ver la luz verde cambiar a luz roja no dudó mucho en comenzar a correr con todas sus fuerzas, llegó a casa corriendo y sudando frío del miedo.

—Minnie, ¿por qué llegas corriendo? Mira como te has sudado.—su abuela secaba el sudor de su frente.—Saluda a nuestras visitas.

El color en su rostro terminó de irse al ver quienes eran sus visitas, la familia Jung.

—¿Por qué no llevas a Subin a conocer tu habitación? Está muy feliz por venir aquí después de mucho tiempo.

No tenía opción, tan sólo asintió y caminó hacia su habitación con la mirada baja, sintiendo la mirada del chico detrás. Abrió la puerta de su habitación y dejó pasar al chico quien sin pena alguna se aventó hacia su cama.

—Ah que cama tan incomoda, ¿duermes aquí todos los días?—habló mirando el techo con disgusto.—Tu habitación es tan aburrida como tú.

—Pues vete de aquí si no te gusta.

Subin se levantó de la cama y caminó hasta hacerlo chocar contra la puerta, tomó con fuerza el cuello de su camisa y por su alta estatura logró alzarlo unos pocos centímetros.

—¿Qué has dicho?

—N-Nada, no he dicho nada.—sintió el agarre comenzar a lastimarlo y comenzó a llorar de miedo.—Por favor...

—¿Qué quieres? He venido aquí a enseñarte tu lugar y desde ahora te advierto que no quiero que en las próximas reuniones hables con Yeosang. ¿Entendido?

—S-Sí, por favor bájame, me duele.—cayó de golpe al suelo y comenzó a llorar cuando el chico volvió a acostarse en su cama.—¿Por qué haces esto? Jamás te hice algo...

—Cállate, ya hablamos de eso.

—Éramos niños... y-yo no vi a Yuna de esa manera y ahora sólo es mi amiga.

—No me interesa.

—¿Por qué debo alejarme de todos?

—Porque yo lo digo, así de fácil, nadie va a creerte si lo dices, porque vamos, yo soy el perfecto hijo ejemplar ¿y tú que eres? Un niño tonto que lo único que sabe hacer es leer y esconderse.

—¡No es cierto!

—Hey no grites, estoy a pocos metros de ti.—advirtió levantándose una vez más de la cama, pisando con rudeza su manita y sonriendo como siempre.—Ninguna palabra de esto a nadie o la próxima visita será peor.

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—Hey burbujita al fin te encuentro, llevo días intentando contactar a tu amiguito pero no me contesta las llamadas. ¿Dónde está Bang?