𝙙𝙚𝙪𝙭

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—Ah... más rápido~ oh hyung qué bueno eres en esto...

Aquel chico pelirosa se encargaba de satisfacer sus necesidades con su boca, estaban en los baños de la escuela y se les hacía muy entretenido si alguien podía oírlos, sabían que no era correcto hacer ese tipo de cosas en lugares público pero qué más da, la calentura les ganó.

Pero que pena que el pequeño Kim Seungmin debía orinar.

Entró al baño para hacer sus necesidades y al lavarse las manos se dió cuenta de los extraños ruidos que se escuchaban en el último cubículo, sus piecitos se acercaron y brincó del susto al escuchar un gruñido más fuerte.

—¿Ho-Hola? ¿Estás bien?—preguntó tocando la puerta, no recibió respuesta y le preocupó que esa persona de ahí dentro estuviera muriendo o algo así.

—Oh~ ah~...—Minho apretaba con fuerza las hebras color rosa mientras aceleraba sus movimientos, hasta que llegó a su fin y se derrumbó sobre la tapa del inodoro.—Nos vemos en la noche.—le susurró al pelirosa, acomodándose rápidamente el pantalón y abriendo con fuerza la puerta, así provocando que Kim cayera al suelo por el fuerte impacto.

El mayor sonrió cuando el menor retrocedió desde el suelo, le guiñó un ojo y se apresuró a salir de ahí.

Seungmin no supo cómo reaccionar al ver al chico pelirosa salir de ese mismo cubículo, ¿qué estaban haciendo? ¿por qué entraron juntos a un cubículo?

Lo vió salir del baños y se apresuró a levantarse cuando el timbre sonó sacándolo de su burbuja.

No le gustaba llegar tarde a clases.

Pero esto lo confundió demasiado.

¿Por qué esos chicos estaban juntos en el baño?


🫧


—Hyunnie.—llamó al rubio sentado a su lado, estaban en la misma banca de siempre, uno estudiaba y el otro simplemente no hacía nada.

—Dime.—habló sin despegar su vista del libro de Biología, necesitaba sacar buenas notas para no reprobar la materia.

—Es que hace rato escuché algo raro en el baño y n-no sé si tú sepas lo que eso significa.—de repente sus mejillitas se habían tornado de un color rosa muy fuerte.

—¿Qué escuchaste?—el rubio no tenía idea de que su amigo Minho tenía los ojos puestos sobre el pequeño Seungmin desde la distancia, no sabía las intenciones de su amigo hacía el pequeño. Así que se encontraba tan tranquilo y relajado porque nadie le haría daño a Seungmin y nadie corrompería su inocencia.—Minnie dime ya.

Seungmin no pudo contestar, porque aquellos ojos gatunos estaban puestos sobre él, ese mismo chico que se encontró en el baño lo miraba de una manera que lo hacía sentir extraño.

Hyunjin no lo notó.

—E-Es que... olvídalo, no es nada.


🫧


Seungmin no podía dejar atrás aquellos sonidos, se repetían dentro de su cabecita una y otra vez, ¿qué estaban haciendo? ¿es correcto que dos chicos entren juntos a un cubículo?

—¿No comerás?

La voz de su abuela lo sacó se su trance, desde que se sentó en el comedor no había ni siquiera tocado la cuchara.

—Lo siento, no tengo hambre. ¿Puedo seguir haciendo tarea?

La mayor asintió en respuesta y en menos de cinco segundos Seungmin ya había llegado a su habitación.

𝙋𝙚𝙩𝙞𝙩𝙚 𝘽𝙪𝙡𝙡𝙚 𓏸 𝙆𝙣𝙤𝙬𝙈𝙞𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora