III

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Las horas pasan muy rápido que en un parpadeo ya eran las 8 de la mañana y dentro del campo de pelea se estaba realizando un gran enfrentamiento que dejo a muchos espectadores totalmente sorprendidos.

Dhalia utilizaba solo una pequeña parte de su poder para no hacerles daño a los gemelos que estaban dándolo todo para poder encerrar a Dhalia en una de las jaula, pero apesar del gran esfuerzo que estos hacían no lograban hacerle ni siquiera un rasguño y esto les molestaba.

- Carajo - hablo Derek con la respiración agitada.

- No se ha movido de ese lugar en donde se encuentra, ni un poco - opino Lion casi igual de agitado que su hermano.

- Se esta burlando de nosotros - dijo Derek notablemente molesto.

- En que maldito momento se hizo tan fuerte - menciono Lion intentando recuperar el aire.

Por otro lado Dhalia se encontraba muy calmada y un poco aburrida, ya quería terminar con todo eso; así que no le dio mas vueltas al asunto. Con su magia creo dos cuerdas, una en cada mano y con un movimiento, tenia sujetado por la cintura ha ambos hermanos; elevándolos, quedando de ese modo suspendidos en el aire.

- Maldita sea - maldijo Lion mientras intentaba soltarse de aquella cuerda que lo tenia bien sujeto por la cintura, sin embargo todo esfuerzo era enbano.
Apesar de que ambos hermanos lanzaban ataques en dirección a Dhalia, está había puesto una barrera, bloqueando y absorbiendo los ataques que ambos hermanos lanzaban.

Dhalia suspiro y vio en dirección donde se encontraban sus padres, no había ninguna expresión es sus rostro pero sabia que ambos estaban contentos. Así que para que ellos también estén tranquilos decidió de una vez ponerle fin a la pelea absurda que estaba teniendo.

Con ayuda de su poder abrió ambas jaulas metiendo en cada una de ellas a sus actuales parejas. Dando por concluida la pelea y demostrando a los demás ogros quien era el macho y quienes eran las hembras.

Los demás ogros que estaban de espectadores comenzaron a aplaudir y a silbar, llenos de algarabía por la victoria de Dhalia, alguien muy preciada por su tribu e ídolo de muchos niños.

Dos guardias entraron en el campo para llevarse cada uno, una jaula a un cuarto diferente, en donde los prepararían para la ceremonia de vinculación, que se llevaría acabo ese mismo día.

Dhalia se dirigía a la habitación que se le había asignado para que se preparase para la pelea; tenia planeado recoger algunas cosas y prepararse para dirigirse luego a su cabaña que le fue asignada no antes claro de pasar primero en donde están sus padres y pedirles algunos favores, además de hablar sobre algo privado con su padre. Pero en el camino al cuarto fue detenido por dos enanos, Loren y Del dos conocidos de ella. Viéndolos tan agitados, sudorosos y nerviosos pudo imaginar el por qué y eso le causo algo de gracia, al parecer sus hembras eran para aquellas lindas personas un gran problema.

- ¿Que necesitan? - pregunto lo mas amable que pudo no queriendo asustarlos.

- Vera... señorita Dhalia necesito que ponga su magia en estos artículos que traigo, es para el joven Derek, por el momento esta sujeto con unas cuerdas especiales que contienen su poder pero eso solo lo detendrá un corto tiempo - hablo Loren lo mas tranquila que pudo.

- Las mías son para el joven Lion - dijo Del con una notable cara de cansancio. - Él también por el momento esta sujetado con unas cuerdas especiales pero será cuestión de tiempo para que las rompa - volvió a suspirar.

- Ya veo, me permiten los artículos - estiro ambas manos en dirección de ambos enanos para que le diera los artículos.

- Claro - dijeron los dos al mismo tiempo que le entregaban ambos artículos.

El macho y sus tres hembrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora