Luchando contra monstruos | BELLAMIONE

Capítulo quince: El guardián

"El miedo no es real. Es el producto de los pensamientos que creas. El peligro es muy real, pero el miedo es una elección".

-Will Smith

Hermione dejó caer la mano que había estado bloqueando la luz brillante una vez que se acostumbró a ella. Sus ojos marrones claros miraron alrededor del entorno familiar mientras daba un paso más hacia El punto sin retorno. El vacío era exactamente como lo recordaba.

"Tú."

Hermione se estremeció ante el tono escalofriante, dándose la vuelta para ver a un hombre que nunca había visto acercándose a ella ya Dumbledore. El hombre era casi un pie más alto que ella con cabello castaño desordenado junto con una barba poblada. Tenía el ceño fruncido, una arruga entre la frente estrecha, mientras los observaba. Una tela extraña estaba envuelta alrededor del lado derecho de su pecho, dejando el izquierdo al descubierto, y el resto estaba metido en sus holgados pantalones marrones.

"Eli," Dumbledore le habló como si fuera un viejo amigo. "Qué amable de tu parte encontrarnos en las puertas",

Por la forma en que el cuerpo de Eli se tensó, Hermione asumió que no era un gran admirador de su antiguo director. "... nuestros señores han estado esperando tu llegada, sígueme". Habló secamente antes de girar sobre sus pies descalzos.

Dumbledore le hizo un gesto para que lo siguiera. "Por aquí entonces,"

Hermione siguió a los dos hombres, cautelosa, cuando cruzaron una puerta que nunca antes había visto. Estaba forrado con oro brillante sobre el marco. Y cuando entró, todo su cuerpo amenazó con caer debido a la poderosa magia que emanaba de su interior.

"¿Qué...?" Hermione se detuvo, asombrada mientras caminaba entre la multitud de personas a su izquierda y derecha.

Todos eran desconocidos para ella mientras la miraban desde los bancos dorados. Sus ojos llenos de juicio y curiosidad mientras avanzaba por el pasillo. La habitación en la que había entrado parecía ser una especie de sala de audiencias y la poderosa magia provenía del frente donde supuso que estaba el juez.

Hermione miró hacia adelante, incapaz de ver, mientras Dumbledore le bloqueaba la vista del frente que desesperadamente necesitaba ver.

¿Quién estaba a cargo aquí y por qué su magia hizo temblar tanto el suelo?

"Dumbledore", una poderosa voz sacudió la habitación. "Te he estado esperando."

Hermione trató de mirar más allá del hombro del mago mientras Eli hablaba con mucho disgusto. "Él abrió las puertas incluso después de que prohibieras que alguien lo hiciera, incluso trajo a la niña aquí, y sospecho que fue él quien envió a Salazar a su universo". Él acusó.

"Pero, la señorita Granger lo envió de regreso". Dumbledore habló con tanta confianza y orgullo.

La poderosa voz no estaba feliz. "Lo sé." Gruñeron antes de que hubiera una pausa. "Da un paso adelante, déjame verla".

Hermione tragó saliva, avanzando como lo hizo Dumbledore. Eli estaba a su derecha con los brazos detrás de la espalda, mirándola con expresión cautelosa. Le tomó un momento apartar la mirada antes de girarse para mirar hacia donde la magia la llamaba.

"Maldita sea", jadeó Hermione, tropezando hacia atrás en estado de shock. "Imposible..."

no puede ser

"Te envié de vuelta", Hermione hizo un movimiento para alcanzar su varita.

Eli fue más rápido, ya que levantó una mano hacia ella. "Relájate, Eli, está bien". Una voz poderosa dijo con un suspiro. "... ella merece estar confundida. Ella acaba de enviar una versión de mí de regreso".