Luchando contra monstruos | BELLAMIONE

Capítulo tres: Nuevos comienzos

"Todo nuevo comienzo viene del final de algún otro comienzo".

-Séneca

Un profundo suspiro sale de su boca mientras busca cualquier señal de su hermana menor. No la encuentra por ninguna parte, y nadie la ha visto; ni siquiera estaba en su primera clase cuando Bella fue a revisar. El profesor dijo algo acerca de que enviaron a Cissy con Madam Pomfrey por no sentirse bien, pero cuando fue a revisar, la estúpida enfermera dijo que la envió a su dormitorio por el resto del día hace unos minutos. Llevando a Bella a otra búsqueda inútil cuando encontró la habitación de su hermana vacía.

Bella estaba nerviosa.

La última vez que habló con su hermana, fue frente al señor oscuro, ya que básicamente amenazó su vida. No podía quedarse sentada mientras su hermana cometía un acto tan horrendo, oscureciendo su alma, al matar al anciano. No es que le gustara, con toda honestidad pensaba que era demasiado mayor para el trabajo y se guardaba demasiadas cosas para sí mismo. Sentarse mientras guiaba a la gente a seguir sus órdenes con confianza ciega.

Pero ella no quería su sangre en las manos de su hermana. Ella era solo una niña que no entendía lo que sus acciones pueden causar. Y ahora, se acercaba la noche y no podía encontrar a su hermana por ninguna parte.

"Andy", Bellatrix salió de sus pensamientos cuando encontró a su hermana caminando por el pasillo con la mujer Weasley a su lado. "¿Has visto a Narcisa?" Fue directo al grano, ni siquiera se detuvo para mirar al Weasley como solía hacer cuando la veía con su hermana.

Ella y Andy estaban en el mismo año; por lo tanto, tomaron clases similares juntos. Bella los encontró estudiando o simplemente disfrutando de la compañía del otro en más de una ocasión. No es que odie a los Weasely, incluso si son traidores de sangre, pero encontraron una manera de enojarla todos los días; los hermanos por lo menos. La chica no era tan molesta, así que Bella no se burlaba tanto de ella a menos que estuviera de humor.

"Uhm, n-no, no lo he hecho", Andy tragó saliva, sabía que su hermana estaba en problemas cuando Bella usó a Narcissa en lugar de Cissy para definirla. "No la he visto en mucho tiempo", ella y Narcissa no eran tan cercanas como su hermana menor y Bella.

Andy, increíblemente, estaba más cerca de Bella.

Sí, tuvieron sus momentos.

Bella gruñó de nuevo, ojos negros, alerta, mientras miraba a su alrededor en busca de alguna señal de cabello rubio. "...dónde está ella?" Preguntó, Andy suspiró internamente; estaba haciendo eso de hablar consigo misma en voz baja.

Debe ser algo serio.

"¿Qué hizo tu hermana?" Ginny susurró hacia ella, mirando con cautela a una enloquecida Bellatrix tirando de sus gruesos mechones.

Andy se encogió de hombros. "¿Cómo debería saberlo? Ella no me dice nada, apenas la veo a menos que estemos de vacaciones", se rascó la nuca cuando la pelirroja la miró. "¿Qué? Ya sabes cómo son los adolescentes a su edad, todos reservados, queriendo estar solos", chasqueó los dedos, captando la atención de Bella una vez más. "¿Por qué la buscas?"

"No es asunto tuyo", espetó Bella, haciendo que Ginny se estremeciera; Andy permaneció estoica, acostumbrada a la actitud irritable que tenía su hermana. "... sólo mantente fuera de problemas, ¿de acuerdo?" El anciano dijo suavemente antes de empujar más allá de los de quinto año.

Los ojos de Andy se abrieron, casi sonaba como si su hermana le estuviera diciendo que estuviera a salvo. "S-sí, por supuesto", se tropezó con sus palabras, con la cara caliente.

Bella escuchó a Ginny murmurar algo como "Tengo que irme", mientras continuaba corriendo por el pasillo. En su camino a través de los pasillos, vio a un conocido ratón de biblioteca con cara pecosa más adelante. Hermione estaba apoyada contra la pared cerca de la oficina de Snape con Lovegood frente a ella; hablaban en voz baja.