400 años han pasado, 400 años de Fría matanza y de punzantes lamentos han caído sobre los hijos del Hombre.
Las Cruzadas Del imperio del Sanctum han azotado inclementes las llanuras de Ádna dejando nada más que cadaveres, estamos en el último batallón del 9 círculo del pueblo, nuestros una ves salvos muros han sido perforados por la Impía Furia de los Santos.
Aquellos Sedientos bárbaros cubrieron las calles de nuestra ciudad con sus alaridos y sus Ataques a muerte.
Con su hechicería atravesaron nuestros Hogares y ni los niños son perdonados.
Somos los últimos, la última línea para que la poca familia que nos queda se salve,
ESTA NOCHE ACABARÁ...
Y acabará con nosotros muertos y nuestras familias seguras.
O con nosotros muertos y nuestras familia también.
Solo nos queda El Odio, solo la furia nos permitirá cumplir esta tarea mis hermanos, solo aquel veneno interior que todos nosotros cargamos detendrá esta masacre,
Acompáñenme...
Y recuerden nunca parar de Luchar.
Salimos de la Catedral central, y caminamos en línea hasta donde escuchábamos los Rugidos, las calles ardían, se podían ver llamas, casas perforadas por un extraño objeto punzante.
Los cadáveres de lo que una vez fue nuestro pueblo, nuestros amigos, nuestros hermanos.
Solo se retorcían en agonía mientras las heridas o la Sangre que goteaba acababa con ellos, pero vi un niño con su pecho perforado.
Luchaba por respirar, cada bocanada de aire que su pequeño cuerpo daba lo hacía escupir sangre y sus Ojos se cubrían de lágrimas al cruzarse con los míos.
Me acerqué y tome la mano del niño mientras esté intentaba hablar, pude ver como su voz se rompía cada intento de palabra que salía de su boca.
Como su mirada se perdía en el cielo pero como volvía a cruzarse conmigo sin parar nunca de respirar, sin rendirse.
Pero de él solo salía un poco de aire con un chillido suave, y lo pude ver.
Sus ojos, sus ojos no mostraban tristeza frente a la Muerte.
Su mirada solo denotaba Odio, ¿Cómo la mirada de un Niño era capaz de tener tanto odio? El niño con sus brazos se golpeaba el pecho mientras su cara se deformaba cada ves más por el dolor y el enojo.
Mirando más fijo en su mirada pude ver mi reflejo, como el reflejo que veía de un adulto parecía reflejar... miedo...
El niño alzó su brazo para darse un último golpe pero su puño perdió fuerza y cayó por su propio peso.
Había muerto, de eso no había duda... ¿pero porque su puño seguía tan firme?
¿Acaso ese tipo de odio es el que el futuro le depara a la Humanidad?
Levante mi mirada y frente a mi vi pasar un grupo de soldados, cargando sus uniformes en un principio blancos pero ahora apenas se veía por la sangre que los cubría.
Pude darme cuenta que todo mi equipo se congeló un momento del Miedo, incapaces siquiera de respirar, y pude ver como lentamente la cabeza de uno de los soldados se giró en nuestra dirección.
Aquella fría mirada como si un monstruo estuviera mirando su futura comida me hizo recordar como era la vida cuando estaba creciendo.
Como madre nos hablaba de que la Gran araña nos cuidaría, de como el padre eterno y sus Hijos nos liberaron de la maldición de los demonios, recordaba quedándome mañanas enteras con la mirada clavada en el cielo viendo revolotear en el viento a los Demonios, entre sus rugidos y sonidos guturales.
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Leyendas de Adna
FantasiaCuentos varios que ocurren en elmundo de la Adninomaquia creada por mi pss por quien mas XD