Flamma Mortis

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Iban ya meses de marcha, el imperio de la reina Sangrienta había atacado feroz mente la frontera de nuestro Reino.

Esa lúgubre trinchera ya era poco menos nuestro hogar, no había más para nosotros que luchar, debíamos seguir el mandato del Dios de la Templanza...

Eso sería lo correcto... ¿cierto?

Los temblores de los bombardeos y los alaridos de las personas no me dejan dormir, mi cuerpo esta tan tenso que no puedo sentir mi mochila en mi espalda.

Pero al menos tengo compañía, es una Mujer, nunca quiso decirnos su verdadero nombre, bueno... eso ya daba igual, todo mi pelotón no era más que carne apilada seguramente.

De los que llegamos solo quedábamos nosotros 2.

Le llamábamos Nine, porque ha ido a 9 guerras y por algún motivo sigue viva.

Es irónico como la mayoría admiramos a Nine por su fuerza cuando yo he ido a más conflictos y ocupaciones bélicas de las que puedo recordar, quiero morir...

Quiero que todo esto se acabe.

Por eso me gane el apodo Cursed.

Yo solo le llamo mala suerte, en este punto no se ni que hacer, estoy escondido en la trinchera con mi arma en las manos, junto a un cuerpo de un compañero que ya está empezando a Oler mal.

¿Cuánto tiempo ha pasado ya?

Sea como sea Nine sigue firme, puedo verlo en sus acciones.

Ella ayuda aun a los que se da por sentado que morirán y siempre va a la carga en primera línea, pero ya sea por su experiencia o por suerte o por la gracia de las virtudes.

Sigue viva.

ESCUCHO PASOS....

Alguien viene....

Está bajando por el pasadizo...

Puedo verlo tiene el blasón de la reina Sangrienta, es el enemigo.

Tenía mi mano en el gatillo preparado, desvié mi mirada para ver a Nine y pude darme cuenta de que ella estaba intentando hacer lo mismo, pero no era capaz de apretar el gatillo.

Eso no es normal, algo anda mal.

El soldado toco los cadáveres con su arma, Nine y Yo estábamos ocultos entre todos los cadáveres, y cuando el soldado toco a Nine yo le dispare al soldado.

Le di 4 disparos, en la espalda, difícil que un soldado raso tenga equipo para resistir eso.

El tipo cayo escupiendo sangre, pero vi en su cara que quería gritar.

Pero antes de eso Nine le Clavo sus dedos en la garganta para después romperle el cuello.

Me acerqué a ella y le di la bayoneta de mi Arma ya que vi que no podía apretar el gatillo, rápidamente me dijo que tantos años y heridas, su brazo fuerte, su brazo izquierdo, estaba perdiendo la sensibilidad, ella es Zurda.

Mientras ella acomodada su equipo ya que no podía confiar en su brazo y mano izquierda, yo me asomé por la entrada y vi muchos soldados enemigos pululando por el lugar.

Esto es Malo...

Me volteé para ver a Nine pero sentí mi espalda Caliente...

Me habían disparado, caí al suelo...

¡Mierda! me han disparado tantas veces, pero duele igual de terrible, gira mi cabeza y vi al soldado apuntando con su arma acercándose lentamente con una sonrisa en su cara.

Parecía joven, vi que estaba tomando aire para hablar, quizás para llamar a los demás.

Pero cuando abrió la boca un cuchillo de le clavo de lleno en el cuello.

Leyendas de AdnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora