Manos en la Arena

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 Lo pasos de las ratas eran imperceptibles en ese lugar

Los 2 chicos esperaban fuera de la casa de apuestas mientras Ode y Vexi atendían su importante reunión

Ambos no mayores de 20 años pero que habiendo sido huérfanos eran más duros de lo que parecía, entre el mal olor, el licor y las "damas de compañía" la Figura oculta de los cuernos les daba información sobre su nuevo objetivo

Esta ves a las antiguas ruinas del castillo sangriento, aquel que según las leyendas fue destruido en un día perfectamente claro y a la luz de todos, cuentan que el reino se alzó en el cielo cubierto en una burbuja y que él mismo sol descendió dejando solo los restos calcinados del castillo.

La figura cornuda se descubre el rostro.

"Escúchame bien Vexi, esta vez es distinto, debes tener cuidado..."

Pero mientras Vexi, el chico mayor y el líder del equipo tenía una importante conversación con aquel demoníaco individuo, Odelia se despistó un momento por otra figura encapuchada. Era más pequeño con cuernos de piel, ojos de diferentes colores, marcas extrañas en su rostro y con vendas. Pero al contrario de lo que Ode esperaba el solo le dijo que estaba buscando comida.

Cuando volvió a hablar con Vexi ya le habían presentado su nueva misión, una más en la mente de Ode una que ojalá esta Vez pagarán bien para dejar de saquear tumbas... aunque sea por un tiempo.

Salieron del lugar y encontraron a los 2 niños, Bib y Ev que simplemente no podían entrar por ser muy menores.

Tomaron unas bolsas de carne de Ángel y se fueron pero al contrario que el resto de gente no fueron a ocultarse por la noche sino que fueron en línea recta al Páramo, los demonios se asomaban por las nubes olfateando cada vida que podían ver para destruirla pero parecían no ver a al joven grupo.

Todos huérfanos que habían sobrevivido por sí mismos habían devorado lo que se llamaba Capa Adaniana.

Todos al nacer caen junto a una capa que los envuelve, una capa que negra, grumosa y hecha distinta para cada vida.

Si te cubrías con esta capa los demonios ignoraban tu presencia ya que tal cual dice la leyenda.

Es un regalo que el padre de la Humanidad nos dejo para poder sobrevivir.

También cuentan que los soldados de la época de las guerras santas previas a la emboscada de los Jinetes los soldados Ingerían sus Capas adanianas y que por medio de un ritual podían extender su poder por su cuerpo, pudiendo así ignorar a los demonios sin la necesidad de tener la capa guardada en la mochila siempre.

Estrategias militares que este grupo curtido de aventureros parecía haber utilizado.

Mientras iban caminando se les podía oír cantar para pasar más rápido y ameno su caminata.

"No me importa que me claves, como un cristo en la pared" tatareaba Vexi mientras los demás lo acompañaban.

Llegando a un pequeño montículo desde el que se podían ver ruinas de un ominoso lugar.

Pero antes de siquiera acercarse el grupo tuvo una conversación,

Se quedaron hablando un momento si de verdad Habia algo en esas ruinas, ya que estaba la sospecha de quizás la historia de que en los túneles subterráneos del castillo no hubiera nada y que todo fuera un invento de los pueblerinos para que los saqueadores como ellos se fueran.

Leyendas de AdnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora