Underground (AU FreenBecky)

Capítulo 1 - Buen despertar

- Así que Siwan, ¿eh?

- Si, y todo se volvió extraño. Ayer me invitó a salir y hoy me esquiva como si le fuera a pegar alguna enfermedad, no lo entiendo.

Freen recuesta la mitad de su cuerpo en la mesa en la que junto con sus amigos almuerza, Baitoey atina a retirar el vaso con café antes que la castaña lo terminara aplastando, sabía lo torpe que era su amiga y para cualquiera de los presentes era normal tener que reaccionar rápido para quitar obstáculos de su camino.

-¿Entonces eso significa que él te gusta? - Nam deja de sorber el té helado ante la curiosidad de saber la respuesta de la menor del grupo.

- No, claro que no. Es solo que... últimamente cualquier chico que se me acerca termina cancelando y huye, ¡no sé que pasa!

- Tal vez alguien te maldijo para que nunca encuentres el amor y te mueras soltera, o solo podrás verle de lejos y...

Todos los de la mesa se quedan viendo a Noey, quien está mirando al infinito o más bien al grupo de chicos donde se encuentra Irin, la chica de primer grado que llamó su atención desde hace semanas.

- Cállate Noey, ves que Freen está triste y te pones a decir más cosas para hacerla llorar - Nam acerca a su mejor amiga para abrazarla y darle cariños en la cabeza sabiendo lo sensible que se ponía con el tema.

Desde esa primera vez que conoció a Freen había notado la inocencia de la chica, desde el principio fue la más alegre de su grupo, solía resaltar por ser positiva y tener una sonrisa permanente en su rostro sin importar que el día hubiera sido una mierda. Su forma de ser hacía que muchos chicos se le acercaran y trataran de conquistarla, esto sucedía no solo en la escuela si en su barrio, Freen parecía la miel y todos ellos las abejas atraídas por su dulzura, y no los culpaba. Sin embargo siempre desistían y se alejaban de ella como si unas horas antes no estuvieran insistentes y hacían como si no la conocieran.

- Comenzaré a adoptar gatos y seré la mejor tía para sus hijos, promesa de meñique.

- Cállate - Nam le da un ligero golpe a la mano con el meñique alzado de Freen - Vamos a conseguirte un novio... o novia.

- ¿Novia? Bueno..."

La castaña se quedó pensando en ello, siempre que se trataba sobre tener una pareja solo le venía a la mente que fuera un chico, nunca había sopesado la posibilidad sobre una chica, no las veía de esa manera, nadie de su mismo sexo le había parecido atractiva, o tal vez...

Justo en ese momento el timbre de término de la hora de comer sonaba, por lo que la muchedumbre del comedor se levantaba para dirigirse a sus respectivas clases, incluido el grupo de amigas. Baitoey y Nam se fueron juntas casi corriendo ya que al ser un curso más avanzado que Freen e Noey les tocaba clase en el edificio más lejano. Las menores tomaron con calma el timbre, su salón estaba a menos de 50 metros y sabían que el profesor que les daba la siguiente clase llegaba 15 minutos tarde.

- ¿Cuándo le vas a decir a Irin que te gusta? - Freen golpea a Noey con el hombro mientras caminan lentamente fuera del comedor.

- Jamás, ¿no la has visto? Es guapa, de buena familia, amable, inteligente. Ni siquiera se ha de acordar mi existencia -. Noey tenia un crush con Irin desde secundaria cuando le ayudó con unos libros que se le cayeron, cree que la mirada que compartieron fue amor a primera vista y a cada rato pasa frente a ella con la esperanza de que la vuelva a mirar como esa vez para finalmente terminar juntas.

- Igual de inalcanzable que todos sus demás amigos qué parecen sacados de una portada de libro de inglés, podrías buscar a alguien más... ¿accesible? - La miró esperando que su reacción no fuera de molestia, como cada que se ponía a defender su crush con la chica que siempre cargaba una guitarra.