Capítulo 2 - Extraña no tan extraña

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- Estoy segura que la conozco, pero no sé de dónde - una Freen distraída caminaba por la acera junto a sus amigas de siempre, iban a la cafetería de su madre, tenía que quedarse unas horas ya que tenía que llevar varios litros de diferentes sabores de café para una recepción de la alcaldía. Llevaba a sus amigas ya que se habían ofrecido a hacerle compañía hasta que tocara cerrar el lugar.

- ¿Dijiste algo? - Nam pregunta ante la pregunta dicha por Freen en voz alta de manera involuntaria.

La aludida siguió caminando ignorando la pregunta de su amiga, no dejaba de pensar en su encuentro con la chica de sudadera negra. Ya con la cabeza fría se había dado cuenta que su rostro le parecía familiar, sus peculiares rasgos le hacía tener esa sensación, la conocía. Trataba de rememorar de dónde pero no se le ocurría nada.

Llegando a la cafetería y luego de su madre irse al evento, Nam y Baitoey tomaron asiento en la barra principal para poder platicar con Freen. Esas horas de la tarde eran las más tranquilas, solo llegaban señores de la tercera edad a pedir sus cafés para sentarse a leer el periódico o jugar ajedrez en las mesas de afuera.

Freen y su madre habían crecido en ese sector de la ciudad, conocían a todos sin excepción, sabían que el señor Jirawat siempre llegaba a las siete de la noche a por un café americano acompañado de unas tostadas y mermelada de fresa, la señora Tassawan llegaba a las ocho de la noche pidiendo un ristretto y quedándose en la barra viendo el proceso para obtener la deliciosa variante italiana.

Luego de atender a ellos y varios clientes más que pasaban a deleitar sus paladares con café y uno que otro postre, tocaba limpiar, lo cual no tomaba tanto tiempo si sus amigas le ayudaban.
Mientras Freen lavaba los trastes, Nam barría y trapeaba con Baitoey limpiando las mesas, todo mientras tenían música a un volumen moderado.

- Oigan, ¿recuerdan sobre el evento de muay thai al qué me invitó Non donde va a pelear? - Nam pregunta a sus amigas.

- Nam, ya te dije que no iremos, quien sabe que tipo de gente hay ahí - Freen replica al momento al tema que una semana antes había tenido sobre la mesa haciendo que hubiera un desacuerdo en ese entonces -. Además eso de que sea en lugares oscuros y desconocidos no me da buena espina.

- Pero Freen, ¡quiero ir a apoyar a mi primo! Vamos, no perdemos nada. Es más, él me promete llevarnos a casa en cuanto termine.

Freen no conocía mucho a Non, el primo de Nam, pero sabía que entrenaba muay thai y participaba en peleas clandestinas para obtener un poco más de dinero, en su trabajo no ganaba lo suficiente para poderse pagar los estudios. Nam solía contarle que Non no le decía a mi madre sobre las peleas, pensaba que todo el dinero lo obtenía en un segundo trabajo informal. La única vez que lo había visto llevaba un moretón en el ojo izquierdo, pero iba sonriente porque su contrincante había quedado peor.

- Pues, a mi me da curiosidad ir a una de esas peleas - Baitoey dice sin dejar de mirar su teléfono mientras respondía mensajes -. Mi amiga Praiya fue a la última y al día siguiente estaba afónica de tanto gritar.

- Si, se pone muy bueno - Nam mira a Frene con ojos de cachorrito, nada perdía con intentarlo -. Vamos Freen, solo una vez y no te vuelvo a insistir, ¿si?

Freen en verdad no quería ir, no era el tipo de ambiente que frecuentaba, ahí solo habrían tipos ebrios, gritos, insultos y sangre, lo había visto en las películas. Sin embargo sabía que Nam no iba a dejar de insistir, además no quería que fuera sola a ese lugar.

- Está bien, solo... una vez, no volveré a ir.

Nam se arrojó a los brazos de Freen, al fin cortaba una rosa de su jardín, como decía su mamá, su amiga había aceptado salir fuera de las paredes de la escuela, su casa y la cafetería.

Underground (AU FreenBecky) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora