Capítulo 3 - Cada paso más cerca

289 33 1
                                    

La madre de Freen volvía a colocar el letrero que volvía a caerse por tercera vez en el día, si no fuera porque en verdad necesitaba a un nuevo o nueva empleada no se tomaría la molestia de volverlo a colocar en la puerta de vidrio de su cafetería.

Freen e incluso las amigas de su hija le habían ayudado a cuidar el lugar cuando tenía que asistir a algún evento donde sus productos eran requeridos y últimamente eran más seguido debido a que la señora Wongse había recomendado su bufete entre sus conocidas con las que asistía al salón de belleza o al club a jugar bingo.

— Mamá, ¿puedo ir en algún día de esta semana con Nam o Baitoey al cine y luego quedarnos donde Nam? Queremos ver unas películas que salieron hace poco.

— Freen, no es necesario que me pidas permiso, solo avísame que llegas con bien y regresas con bien.

Había ocasiones en que sentía que Freen no podía salir a divertirse con sus amigas por quedarse a ayudarle en la cafetería, no podía limitar así la vida social de su hija, estaba a nada de terminar la universidad y no le había conocido ni un solo novio, Freen decía no tener tiempo para ello porque debí enfocarse en los estudios, pero no se quitaba de la cabeza la idea de que también ella como madre tenía parte de culpa.

Durante toda su vida habían sido ella y Freen, nadie más. Habían crecido apoyándose la una a la otra, juntas habían hecho realidad la cafetería que tanto había querido. Por mucho tiempo había tenido hasta tres trabajos simultáneos mientras Freen había tomado trabajos de medio tiempo y optado por aplicar a becas para no tener tanto a gastos en colegiaturas. Había tenido la suerte que su única hija fuera brillante y aplicada, eso ayudó a que desde el sus primeros niveles Prathom notaran su inteligencia y fuera becada año tras año hasta llegar a la universidad y lograr ser aceptada en Chulalongkorn para estudiar relaciones públicas. Siempre había estado orgullosa de en quien se había convertido su hija, verla la llenaba de orgullo.

— Buen día — una pareja de adultos entraban a su establecimiento, ambos vestidos pulcramente, él con rasgos extranjeros, europeos, para ser exacta.

— Buen día, bienvenidos, ¿qué les puedo servir?

— Oh, nos recomendarnos su cafetería, somos nuevos en la ciudad — la mujer, no tan mayor, con rasgos tailandeses y un acento característico de Watthana —, así que venimos a probar sus bocadillos y café.

— Claro, ya les doy una carta para que eligan  su gusto.

— Estaría bien dos cafés arábigos. Para mi pollo satay... — miró a su esposo quien aún veía la carta con curiosidad.

— Creo que estaría bien unas simples tostadas con mermelada. No quiero comer mucho, aún hay que checar lo de la universidad de los chicos.

— Claro, ya les preparo sus comidas.

Desde el área de la cocina hasta las mesas no había mayor distancia, fácilmente podían interactuar, por lo que para no hacer el ambiente tenso, la madre de Freen inicio una conversación.

— ¿Sus hijos ya van a la universidad?

— Si, el mayor se gradúa este semestre y la menor está en su primer año.

— Wow, ya son dos jóvenes,que bueno que estén estudiando.

— Si, por la menor nos cambiamos a esta zona, está en la universidad de Chula.

— Wow, casualidad, mi hija también estudia en Chula. Si gustan le puedo pedir qué le enseñe el campus a su hija.

— Se lo agradeceriamos mucho. Becky es algo, emmm, hiperactiva, es capaz de perderse en el inmenso campus — ambos sonríen mientras hablan de su hija menor.

Underground (AU FreenBecky) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora