Ramón y Kevin quedaron atónitos al ver tan lúgubre lugar. Los bertenos eran criaturas extrañas. Grandes, pero con cuerpos regordetes y desproporcionados en comparación a sus flácidas piernas. Sus rostros mostraban una profunda y duradera amargura, característica de aquellos que no han experimentado la felicidad en mucho, mucho tiempo.
Kevin: - Míralos... Son tan amargados cómo tu. -
Ramón: - Jaja. Muy gracioso. - Dijo con tono sarcástico.
Ramón abandonó la seguridad del túnel y comenzó a acercarse a la orilla del troco del arbol para observar la ciudad. Al parecer, el Arbol Troll estaba ubicado en el centro de Pueblo Berteno, dónde una enorme plaza se extendía. A su alrededor, aún se podían apreciar los barrotes de metal oxidados que rodeaban el arbol. Arbol que en su momento era un frondoso y verde lugar, en los tiempos en que los trolls vivían en él. Pero ahora, no era más que un tronco seco y podrido, que contrastaba perfectamente con el resto del lugar.
Ramón se arrodilló y se percató de una enorme escalinata de piedra que conducía al palacio; una enorme estructura de piedra y metal que se alzaba sobre una colina justo en medio del pueblo. El troll supuso que sus coterráneos debían estar en el interior de tan imponente estructura y estaba ideando un plan para llegar sin ser detectado. Miraba hacia todos lados y analizaba cada posible situación de peligro, y en cambio, buscaba una ruta alterna.
Sin embargo, poco pudo concentrarse cuando se percató que Kevin pasó a su lado, completamente despreocupado e ignorante del peligro, y se disponía a bajar del arbol y dirigirse rumbo al castillo. Ramón lo tomó del brazo antes que pudiese poner un pie fuera del arbol y lo haló con fuerza hacia atrás. El empujón hizo a Kevin caer sentado, justo al lado del enorme agujero que conectaba al arbol con el exterior.
Ramón: - ¿Qué estás haciendo? ¿Acaso quieres que nos descubran? -
Kevin: - ¿Qué pasa, mi amigo? ¿Tienes miedo? Mira. El castillo está justo delante de nuestras narices. -
Ramón: - Ja. Por supuesto. Y piensas ir caminando en línea recta sin llamar la atención de los bertenos. -
Ramón dijo con mucha ironía, pero el rostro de Kevin mostraba que efectivamente, esa era su idea. El troll lo miró en shock y luego restregó su rostro con sus manos, creyendo que era imposible que un ser tan despreocupado pudiese caminar sobre la fas de la tierra. Pero en efecto, Kevin era ese ser.
Ramón sabía que llevarlo con él era muy arriesgado, pues su comportamiento podía poner en peligro la misión, y eso era algo que no se podía permitir. Así que tuvo una brillante idea.
Ramón: - Kevin. Tengo una misión de suma importancia para ti. -
Kevin: - ¿En serio? ¿Cuál? - Preguntó como niño ilusionado.
Ramón: - Necesito que te quedes aquí, y vigiles que ningún berteno descubra esta ruta de escape. - El rostro de Kevin cambió por una gran desilusión.
Kevin: - Sólo quieres dejarme atrás. ¿Cierto? -
Ramón: - No. Eso no es lo que... -
Kevin: - Si. Si fue lo que quisiste decir... Me dejarás atrás Cómo todo el mundo. -
En ese momento, Ramón se percató que había herido de cierta manera al extraño ser. Tal ves golpeó una herida del pasado, pero no podía darse el lujo de perder más tiempo. Además, había una verdad que era innegable.
Ramón: - Escucha Kevin. - La extraña nube lo miró con ojos llorosos. - Se que parece que te estoy haciendo a un lado. Pero no es lo que parece. El hecho que te pido que te quedes aquí, es porque confío que podrás vigilar este lugar y... - Ramón hizo una pausa para suspirar levemente. - Y que ayudes a escapar a los sobrevivientes si yo no logro regresar. -
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Trolls Fanfic - Ramón al Rescate
FanfictionNo era poco usual que Ramón se escondiera en su búnker una vez llegado el ocaso, pero esa noche era algo especial. La princesa Poppy lo había invitado a participar en la fiesta más escandalosa nunca antes vista, sin embargo, el amargado troll se reh...